Capitulo 3

853 Words
Las mañanas solas en Nevada eran perfectas para Carlos, podía salir a realizar su rutina de ejercicio por los alrededores de su mansión para después tomar una ducha y arreglarse para trabajar. Eso era parte de su distracción, prácticamente, ya que en el resto del día incluso en la noche se la dedicaba al cien por ciento a la empresa. Una vez que llegó a la empresa el perfectamente podía sentir el estrés que se veía, como todos los días, llego hasta su despacho, y se dispuso a revisar los correos del día del hoy, hasta que unos toques interrumpieron en su despacho, cuando la puerta se abrió observó a su secretaria, quien traía un unas carpetas beige. Por fin. Tenía que admitirlo, durante el resto del día de ayer no podía dejar de pensar si realmente todo esto que estaba haciendo valdría la pena hacerlo solo por una mujer. Era Carlos Morgan, uno de los hombres más poderosos de Estados Unidos, podía tenerlo todo en su palma de la mano, pero en este caso él estaba interesado por ella. Era la primera vez que los papeles se invertían, ahora era el quien buscaba acerarse a ella. ─Buenos días señor Morgan, le dejo lo que me encargo─ Krystal camino hasta su escritorio y lo tendió hacia Carlos, el gustoso tomó todas la carpetas y le ordenó a la chica que se retirara. Una vez ya afuera, Carlos hizo a un lado el documento que leía y prosiguió a buscar la carpeta de la chica desconocida, los demás no le servirían para nada. Pasaron minutos, hasta que abrió uno y pudo observar su pelo castaño en la pequeña foto. - NOMBRE: Isabelle D'angelo -FECHA DE NACIMIENTO: 27 de Septiembre, 1992 (27 años). -LUGAR DE NACIMIENTO: Venecia, Italia. ¤PADRE: Robert D'angelo. ¤MADRE: Anastasia D' Angelo -ESTUDIOS: todos los grados cursados. -EXPERIENCIA LABORAL: Actualmente trabaja en el departamento de Recursos Humanos en la SEDE de los hoteles Paradise Inn. Carlos cerró la carpeta que su secretaria, Krystal, le había llevado a su oficina hace algunas horas junto con las demás carpetas de los empleados. Apenas se había dado el tiempo de revisarlas y buscar la de la chica que ha estado ocupando su mente en todo el día anterior. Isabelle. Su nombre era Isabelle. Solo saber su nombre había tenido una reacción en su masculinidad, algo que nunca le había pasado. Lo primordial estaba hecho, ya sabía su nombre y casi parte de sus datos personales, aunque quisiera llamarla de una vez, tenía que esperar, si, quería tenerla entre sus brazos y debajo de su cuerpo, pero tenía que hacer mejor las cosas, así como en el trabajo, todo totalmente calculado. Basto un día y medio para conocer su nombre. > Carlos sabía que había dado un gran paso para acercarse a ella, pero esto era cada vez más desesperante. La tensión que el tenía era solo s****l, se sentía demasiado necesitado de tenerla, de llenarla por completo sin barrera alguna, tocar sus senos en sus manos y hacerla gritar por más, imaginándose una cantidad de escenas bastante... de todo lo que podía hacerle a la mujer. UNA SEMANA DESPUES ─Señor Morgan─ Krystal entró y se posicionó enfrente de su jefe. ─Te escucho─ Hablo firmemente. ─Las entrevistas las he realizado señor, aquí están las solicitudes de los aspirantes. Carlos las recibió e inmediatamente comenzó a revisarlas. Podía ver una sombra en frente de él. ─Tome asiento─ Krystal automáticamente lo hizo. ─Seleccioné a los que fueran apropiados al puesto, pero necesito su opinión. Un silencio se hizo en la gran oficina de Carlos. Revisaba uno por uno las solicitudes, pero su mente estaba en otra parte. Estaba ideando. Formando un plan, para tenerla sólo para él... y ahora sabia como seria suya. ─Ninguno me convence señorita Krystal. ─L-lo siento señor... ─No quiere decir que hubieras hecho mal tu trabajo, pero siento que ninguno es apto para el puesto. ─Entonces... ─He estado revisando las solicitudes de los empleados y me ha llamado la atención Está persona─ Carlos tomó la carpeta de la morena y se la extendió a su secretaria. ─He visto que esta señorita es buena en su trabajo, y que en sus anteriores trabajos obtuvo puestos altos. ¿Tiene más referencias de ella? ─Se que su nombre es Isabelle, supongo que leyó su solicitud, en cuanto a lo laboral, ha estado tres años en la empresa, cualquier cosa que se le asigna lo hace y como se pide, habla varios idiomas. Eso es todo lo que conozco de ella. ─La quiero ─pronunció el millonario. ─ ¿A qué se refiere? ¿Al puesto? ─Si, la señorita D'angelo va a ser la nueva secretaria. Lamento que hicieras trabajo de más, pero es mi última palabra. ─No es ningún, problema señor, de todas maneras, no me sentía muy confiada con los aspirantes. Fue una buena elección señor, ella es muy trabajadora y buena, así que me ocuparé de hacerle llegar la noticia e inmediatamente comenzaré a orientarla en lo que debe hacer. ─Espero y sea capacitada como debe ser, ella ahora está en sus manos. Recuerde es su última tarea. ─Lo haré bien señor, si me disculpa. Krystal abandono el despacho, Carlos se acomodó en su silla y paso sus manos por su cabello. Una sonrisa ladina salió de sus labios. Todo estaba saliendo a la perfección, faltaba menos para tenerla cerca, para sentirla y poderle enseñar las delicias que el sexo les ofrecía.
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