Capítulo 9

2665 Words
(Años atrás) Dos chicos recién llegados a la ciudad, miraban todo con atención, en este lugar tendrían su vida juntos, esos eran los planes que tenia él. Ambos llegaron a la casa que estaba arreglada para ellos. —¿Te gusta amor? —le preguntó él, abrazándola de la espalda. —Si, me gusta, amo este lugar y mas si estoy contigo —dijo ella volteándolo a ver —Te amos Connor. —Yo también te amo Cielo. ¿Como le diría? Estaba cansado de que lo llamará así, pero aun no era tiempo en que ella supiera quien era él. Cárter pratt había hecho todo por estar con ella, incluso secuestrar a su hermano. Todo iba bien, el se había acercado a ella, pero su gemelo tuvo que interferir y dar su nombre. Cielo no los recordaba y eso Cárter no lo soportó, él tenia que alejarla de él, por que Cielo era suya y de nadie más. Unas horas después ya estaban instalados en su nueva casa, pero aun tenían que comprar comida, él se ofreció a ir y dejarla a ella descansar. Mientras compraba todo lo que necesitarían, su mente comenzaba a pensar en una manera para que Cielo fuera de él nada más. Su teléfono sonó y vio que era una llamada de su hermano. —¿Que pasa? —Toda esta en orden, los guardias lo tienen sedado, tardara como unos días así. —Entiendo, no creo que nos encuentre. —No lo se, pero tienes que hacer algo. Por su mente paso algo muy loco y descabellado, pero tal vez era la única manera. —Tranquilo, me encargare de todo. Su mente ya estaba creando un plan, uno donde ella sería solamente de él, hizo todos los arreglos necesarios para esa misma tarde. El ya estaba cansado del juego de su hermano, él siempre quería lo que era de él y siempre terminaba destruyéndolo. Llegó a casa y lo primero que vio fue a su chica sentada leyendo un libró, cerro la puerta y se acercó a ella, ella le sonrió, él tomó su rostro y la beso delicadamente como siempre lo hacía. Cielo era y siempre seria el amor de su vida y eso nadie lo cambiaría. Mucho menos su hermano. —Cariño, se que esto te parecerá muy loco pero ¿Te casarías conmigo esta tarde? —le preguntó, ella lo miro sorprendida, pero asintió. —Claro que me casaría contigo, entre mas rápido mejor. —Pero te pediré algo —le dijo y ella asintió —No me mencionaras nuestra boda, hasta que yo lo haga ¿Esta bien? —¿Por que no? —Sera como una boda secreta, se que no es lo apropiado, pero mas adelanté te volveré a pedir matrimonio y tendrás la boda de tus sueños. Cielo asintió emocionada y prometió no mencionar esta boda, no sabia lo que tramaba su novio, pero ella siempre confiaba en él. Cielo no podía ocultar su emoción y cada que podía lo besaba, ambos prepararon la comida, cuando terminaron se fueron a arreglar, Él le había comprado un sencillo pero hermoso vestido blanco para ese momento. La hora llegó y ambos se fueron a esa pequeña iglesia, una donde todo estaba listó, Cielo creía que estaba soñando, todo esto parecía irreal. Ambos estaban frente al padre mientras el daba sus palabras y los bendecía. Llegó la hora de decir sus votos. —Yo, tu chico Pratt, prometo amarte, respetarte y cuidarte, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza, en la tranquilidad y en la tempestad, seré tu Luz en la oscuridad, te juro fidelidad y te prometo amarte cada día más, te diría hasta que la muerte nos separé, pero se que después de esta vida, estaremos juntos. Cielo sonrió conteniendo las lágrimas, era su turno. —Yo, Cielo Miller, prometo amarte cada segundo de mi vida, estaré a tu lado en la salud y en la enfermedad, seré tu enfermera si es necesario, me quedare contigo en la riqueza y en la pobreza, en la tranquilidad y en la tempestad, caminaremos juntos por la oscuridad, te seré fiel con mi mente, con mi pensamiento, con mis ojos y con mi corazón. Estaremos juntos después de la muerte. Ambos chicos se sonrieron y se olvidaron de todo a su alrededor, hasta que llegó a la parte mas esperada. —Lo que Dios unió, que el hombre no lo separé jamás, yo los declaró, Marido y mujer, puedes besar a tu esposa. Él no perdió el tiempo y beso a su esposa, ahora si, su hermano no podría quitarse, así lo intentará. Cárter Pratt había ganado. Por ahora. Su acta de matrimonio fue enviada a un lugar seguro, uno donde Connor Pratt jamás la encontraría. Y tampoco haría nada para arruinar sus planes. (••••) Cárter miraba por la ventana y pensaba en ella, en su esposa. Al final Connor lo había separado de ella, no pudo estar con ella en la pérdida de su hijo, no pudo consolarla. Pero la iba a recuperar, cueste lo que cueste. —Aarón se reunirá con ellos mañana —dijo Edmond, Cárter asintió y se volteo para regresar a su camilla. —¿Cuando saldré de aquí? —Una semana, tal vez. Una semana, sólo una semana y la buscaría y nuevamente estarían juntos. —Cárter. Él asintió recostándose. —Ella esta con Christian —dijo haciendo que Cárter lo mirará sorprendido ¿Que mierdas hacia él con ella? —Ambos tienen una hija. Cárter sentía que no podía respirar ¿Qué había hecho Connor? ¿Que fue lo que paso? Tenía que salir de ahí mas rápido. —¿Por que el bastardo de nuestra familia esta con mi mujer? —Según la investigación es socio de Kennet y sabes que él no sabe nada de nuestros enredos familiares, ellos tiene una relación desde hace tres años. —¿Que fue lo que paso en España? Necesitó explicaciones. —Y las tendrás. (Cielo) Mi padre amaba a mi hija, mi pequeña Abby se había ganado el corazón de su abuelo, más rápido de lo que creía. Mi padre prometió estar en el cumpleaños de abby, todo lo que ella quiere lo consigue. Christian y yo le explicamos a mi padre, que Abby no era nuestra hija biológica, no le dimos mas detalles, pero aun así el entendió. El sol se iba ocultando y nosotros teníamos que irnos. Abby se despidió de mi padre y yo hice lo mismo, le prometí que mañana vendríamos nuevamente. El auto no estaba, Kennet marcó para que se acercarán a nosotros, Abby seguía y jugaba con un perrito, que no tengo idea de donde salió. —No te bajes de la banqueta Abby —le dijo Kennet y ella asintió. —Si, tío. Mi celular sonó, era un número desconocido, frunci el ceño, era un número desconocido. —¿Diga? —Hola hermosa. Reconocí esa voz al instante, me aleje de ellos para hablar cómodamente. —¿Ya me extrañas Connor? —le pregunte burlona. —Tienes una hermosa familia Cielo ¿Que serás sin ella? Un sonido llamo mi atención, y me hizo voltear. Eran motos, dos motos. —¡Chritian Cuidado! —¡Abby! Sus objetivos eran claros, Christian, Kennet. Y Abby. Dos disparos y ellos cayeron al piso, mi padre y yo tratamos de correr hacia abby... Pero era tardé, ellos se habían llevado a mi hija. —¡¡ABBY!! —¡Mami! Los autos llegaron, uno se quedo y otro se fue siguiéndolos. No esto no estaba pasando, no podía ser cierto, mi abby, mi niña. —¡¡NO!! Connor. Aun seguía en llamada con él. —¿Sorprendida? —preguntó el idiota riendo. —Escuchame muy bien Connor, si le haces algo a mi hija te voy matar y de la peor manera, no olvides que ti fuiste quien me creó y yo puedo destruirte, te mataré y no me va a importar que estemos casados, te metiste con mi hija y lo vas a lamentar. —¿Casados? Colgué y mire a los hombres que ayudaban a Christian y a Kennet levantarse, ambos tenían que ser llevados a un hospital. —Nos vamos, papá tu también vendrás. No me Arriesgaré a que algo le pasé por mi culpa. Otro auto llegó, uno completamente desconocido, esta vez no perdería el tiempo, tome el arma de un guardia y le apunté al auto. La puerta de piloto se abrió y salio un hombre. —Cielo ¿Podrías bajar el arma? —¿Quien mierdas eres? Dame una buena maldita razón para no matarte. —¿Matarías a tu cuñado? —dijo y lo mire sin cambiar de posición —Soy Aarón Pratt, la persona que te dará respuestas y te ayudará a encontrar a tu hija. (Connor) Deje el celular aun lado y tome un trago de mi bebida. ¿Casados? Reí al darme cuenta. —Asi que te casaste con ella, hermanito, que bajo caíste. Mi celular sonó, era un mensaje, estaban en caminó, saber donde estaba ella fue fácil, había estado vigilando a su padre desde hace años, pensaba matarlo, pero esta vez me sirvió de carnada y salí victorioso esta vez. Media hora después, escuche llantos y pasos hacia él despacho, los cuatro hombres entraron y uno de ellos traía a la niña, algo llamo mi atención, su brazo tenia una marca y él aun hacia presión, me acerqué y le quite a la niña, la deja en un mueble y me arrodillé a su lado. —¿Te lastimó? —le pregunte y ella asintió, suspire y asentí —En cuanto salga de aquí con ellos, tu te taparás tus oídos —le dije y ella asintió. Me levante y me acerqué a ellos, con una seña me siguieron a fuera, sin perder el tiempo y dar explicaciones, saqué mi arma y le dispare al idiota que lastimo a la niña, los otros ni se inmutaron, les pagué y se fueron. Al entrar nuevamente, la vi sentada, tapando sus oídos y los ojos cerrados. —¿Abby? Ella abrió sus ojos, parecidos a los de Cielo, pero aun así esta niña era diferente a Cielo. —¿Quien eres? —me preguntó y le Sonreí. —Soy un amigo de tus padres —le dije. Cielo tenia que venir tarde o temprano, veremos qué tan rápido puede encontrarnos, este juego se estaba poniendo cada vez mas interesante. —¿Quieres algo de comer? Tenemos tiempo antes que venga tu mamá por ti. Ella asintió y se levantó, tomo mi mano y ambos salimos del despacho y fuimos a la cocina, le prepare algo ligero y se lo di. Ella comió en silenció, en cuanto término me miró sería, esa mirada si era de Cielo. —Mi mamá te hará dormir —dijo ella sorprendiéndome. —¿Por que lo haría? —Por esto —dijo ella señalando su brazo, tenía un moretón ahí —Mami durmió a mi maestra también. Sonreí al captar eso, Cielo mato a una maestra por lastimar a su hija, valla que no es la misma de hace tres años, sera muy interesante estar frente a frente con ella. —Tu Mami no me hará dormir —le dije, ella seguía mirándome sería. —Si no estoy con Mami, ella llorará, Mami llora todas las noches cuando papá me pasa a mi cama. Suspire, ella aun no superaba la muerte de el bebé, eso estaba claro. —¿Como se llama tu papá? —Christian. —¿Christian? —le pregunte y ella asintió. Bueno mi querida Cielo, llega cuando tú quieras, tu hija y yo aun tenemos mucho de que hablar. (Cielo) —No pensé que después de todo lo que te hizo Connor aun estés locamente obsesionada con él —dijo Aarón, yo solo lo ignoré mientras esperaba a que trajeran mis cosas del hotel, teniendo mi tablet, tendría la ubicación de Abby. —¿Matarás a Connor? —No puedo matar a mi esposo —le dije haciéndolo reír. —Te daré tres razones para matarlo y una razón mas para odiarlo. —Adelante. —El te engaño, estuvo con otras chicas al mismo tiempo que estaba contigo. —Eso ya lo se, yo maté a todas esas chicas. —El solo te utilizó, realmente Connor no sentía nada por ti. Me detuve y volteé a verlo, el se levantó y se acercó a mi. —Él no es tu esposo, Connor solo fue un impostor. —¿A qué te refieres? —Tu éstas casada con un Pratt, pero no con él. Mientras tu estabas en tu cita en el bosque, Connor se acostaba con tu hermana. Cárter Pratt es tu esposo y padre de tu hijo y Connor intentó matarlo. Solté un jadeo, ahora todo estaba teniendo sentido, yo estuve con los dos, unos días todo era amor, otros días todo era infidelidad. —¿Aun no es suficiente? Te diré algo y se que odiaras a Connor. —¿Que es? —Él mato a tu hijo. Sus palabras fueron directo a mi pecho. —¿Qué? —Ese asesino fue enviado por Connor para matar al hijo de Cárter, cuando Cárter fue a su casa por ropa para ti, Connor hablo con el doctor sobre tu situación mental, después secuestro a Cárter y estuvo apunto de matarlo, por suerte Edmond lo salvó, Connor fue a tu habitación y te dijo todas esas cosas y desapareció. Connor. El había asesinado a mi hijo. Él no es mi esposo, Él secuestro a mi hija. Tengo que hacerlo, tengo que matar a Connor Pratt. Él mato a mi hijo y se iba a arrepentir, de eso estaba segura. (•••) Ellos estaban fuera de peligró, Madison había llegado hace poco junto con mi padre y la abuela, mis cosas fueron traídas. Encendí la tablet y el sistema de rastreo se inició. Puse el código de abby, unos segundos después sabía donde estaba. —Esta en la cabaña. Sin perder tiempo salí del hospital, tome un auto y emprendí marcha hacia ese lugar. Oh cariño realmente no sabes donde te has metido, acababa de llegar a la boca del lobo. Estacione el auto alejado de la cabaña, baje y en mi ropa iba escondiendo mis dagas favoritas. Escuche sus voces, en cuanto estuve cerca de la puerta, lentamente abrí la puerta. La sala estaba vacía, la puerta de la cocina estaba abierta, pero ellos no estaban a la vista, a mi lado estaban las escaleras, solo subí tres escalones, mi juego empezaría. —Jugaremos en el bosque mientras el lobo no esta. La escuche correr, la vi salir de la cocina y esconderse, bien mi niña. —Jugáremos en el bosque mientras el lobo no esta y si el lobo aparece a todos nos comerá ¿Que esta haciendo el lobo? Sonreí al escucharla cantar, baje de las escaleras y camine hacia la cocina. —Va a dormir al hombre malo. Al entrar a la cocina, Connor me esperaba sonriendo. A paso lento me acerqué a él. —¿Me extrañaste cariño? “Mi Reina ” Cárter, así me decía Cárter, como no lo note antes. —Para nada. No había espacio entre nosotros, el creía que había ganado, pero no era así, mi daga estaba en la manga de mi chaqueta, aproveche la oportunidad y se la enterré en la pierna. —¡Mierda! —Juguemos, quien se desmayé primero, pierde. Otra daga fue a su otra pierna, lo que ocasionó que perdiera el equilibrio y cayera al suelo. —Y por fin, después de mucha búsqueda, muchos muertos, por fin tengo al asesinó de mi hijo. Vamos Connor quiero ver tu miedo, ahnelo ver tu miedo, lo necesitó. ¿Cuanto tardarás en rogar mi querido Connor? Ya lo veré.
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