Capítulo 11

2796 Words
•Cielo• Lo veo dormir a mi lado, la luz de la Luna entra por la ventana, dejándome verlo mejor, sonrió al recordar lo que le dijo a su hermano, esa maldita rivalidad que tiene y yo soy parte de eso. Ellos me quieren, pero yo los quiero a los dos. Matalo. No, no pienso matarlo. ¡Matalo! ¡Matalo! ¡Matalo! ¡Matalo! ¡Matalo! Me levante de la cama dispuesta a irme, pero esa voz no dejaba de atormentarme. ¡Matalo! —¡NO! Mi grito despertó a Connor, caí de rodillas al suelo agarrándome la cabeza. —¿Cielo, que pasa? ¡Matalo! ¡Matalo de una vez! —¡Él es mío! ¡No! ¡Matalo! —Cielo... —¡No te acerques! Mi cabeza seguía doliendo, cada vez era mas peor, esa maldita voz seguí atormentandome una y otra vez con lo mismo. Connor es mio y nada lo apartara de mi caminó. —Mi bolso —le dije y él entendió al instaste, buscó hasta que encontró una jeringa, esa que siempre cargó. Se acercó y me inyectó, en pocos minutos ese sedante estaba haciendo efecto en mi, lentamente mi cuerpo perdía fuerzas, Connor me acercó a él, me recostó en su regazo. —¿Que te ha pasado Cielo? —En esto me has convertido Connor, si no te alejas de mi podría matarte, pero soy demasiado egoísta cómo para permitirtelo. Dejo se sentir, dejó de escucharlo, para caer en las profundidades de un sueño. [••••••] Salí de la empresa de mi hermano, no conocía muy bien este lugar, pero para eso Kennet me había contratado un chofer, pero ahora el no estaba y eso se me hizo extraño. Iba regresar adentro, pero choqué con un hombre, se acercó mas a mí, sentí algo en mi estómago, baje un poco la mirada y era un arma. —Callate y sube a la camioneta. Una camioneta se estacionó y el hombre me obligó a subir, tome aire y subí a la camioneta, aquí sólo había dos opciones, pedirían rescaté por Greicy Montecarlo o buscaban a Cielo Miller. Sentí un pinchazo en el cuello y al instaste mis ojos se cerraron. Cada vez que intentaba abrir los ojos, nuevamente sentía ese pinchazo en el cuello y me obligaba a cerrar los ojos. No se cuanto tiempo pasó, hasta que por fin pude abrir los ojos. Esto era una maldita broma ¿que mierdas hacia ahí? Estaba más que claro, Cielo Miller era su objetivó. —La princesita ha despertado. —¿Que mierdas quieres? —Algo fácil ¿Donde esta Connor? Me reí, valla, así que todo esto era por ese idiota, valla mierda, hasta después de no estar con él me sigue arruinando la vida. —No lo se. —Mientes. Mi cara se volteo al sentir un golpeé en mi mejilla, ese idiota me había golpeado. —¡¿Donde esta Connor?! —¡No lo se maldita sea! ¡Ese idiota me dejo hace mucho! —No te creó, traigan la droga. Lo veo pasarle una jeringa y sin mas me la clava en el brazo. —Bien, sabes princesita, con esta droga nos dirás todo lo que queramos, sabremos tus mas profundos secretos y con eso, sabremos donde esta Connor. Estaba alucinando, era él, veía a Connor frente a mi, él me estaba torturando, no, esto era una alucinación ¿O era real? —Connor... —Si, vamos pequeña ¿donde estoy? Dímelo. —¡Eres un maldito! ¡Me dejaste! ¡Pero te vas a arrepentir! Me sacudí en la silla tratando de desatarme, tenía que matarlo. No, no podía matarlo, tenía que torturarlo hasta que se arrepienta por todo el daño que me hizo. Me quede quita y le Sonreí. —Ven amor, ven. Lo vi acercarse hasta quedar cerca de mi rostro. —Te voy a matar. Liberé una de mis manos y sin pensarlo le enterré mis uñas en su cuello, no había nadie a nuestro alrededor, con un rodillazo en el estómago lo hice caer de rodillas, el estaba arrodillado ante su Reina. —Me dejaste. Revisé sus bolsillos y encontré una navaja. —¡Me dejaste! Lo apuñale una y otra vez, tenia que descargar todo ese coraje que traía dentro, el se fue y me abandonó, pase noches enteras llorando por él. Tenia que sentir todo lo que yo sentí. Él dejo de moverse, lo había matado, había matado a Connor, me reí tan fuerte que entraron mas hombres. —Mato al jefe. —Lo he matado, Connor ha muerto así que ya me puedo ir. Sentí un piquete en mi cuello y nuevamente perdí mis fuerzas. •••••••••• En cuánto desperté estaba en un hospital, no entendía nada, mire a mi alrededor y vi a Kennet sentado en un mueble. Después de unas horas me explicaron todo lo que había pasado, había estado cinco días desaparecida y cuando me encontraron estaba muy drogada y no reconocía a nadie. Según decían, yo gritaba que había matado a Connor, pero se que no es cierto, no les pregunté donde o como fue que me encontraron. Solo quería descansar. [•••••••] Al abrir los ojos nuevamente estaba en esa casa, donde creí que todo iría mejor. Pero desde entonces mi vida cambio demasiado, todo tomó otro rumbó, me convertí en lo que ahora soy. Veo que aun no ha amanecido, Connor sigue a mi lado, durmiendo pacíficamente. Él me quiere sólo para él, pero no esta dispuesto a quedarse, Cárter me quiere para él y él esta dispuesto a todo por mi. Pero yo estoy obsesionada con uno de ellos y a otro lo amo. ¿A quién amo? ¿Al chico romántico, al que me hacia el amor todos los días y me trataba cómo una Reina? O ¿Al chico que con cada beso me hacia delirar, me hacia pedir por más, ese que me hacía ver el mundo de diferente manera, a ese que me ve como una Diosa y quiere poner el mundo a mis píes? ¿De quien estoy enamorada? ¿De quien estoy obsesionada? —¿A quién debo elegir? —le pregunte en susurró, acariciando su cabello. —A mi, eligeme a mí. —Es muy tentador, pero aunque quiera elegir a uno, ya estoy casada con uno, eso hace complicada la situación —le digo y el suelta una risita. —Ya te dije, yo puedo ser tu amante, no tengo problema con eso —dice abriendo por fin sus ojos, se acerca a mi y me besa —Yo soy tu droga, tu lo has dicho y aún que no lo digas, se que yo soy tu obsesión, a él lo amas, pero a mi me necesitas, así como yo te necesitó, tu eres mi droga y mi Diosa, yo soy tu droga y eso él idiota de mi hermano no lo va a cambiar. —Sabes que si estas con otras las voy a matar. —Eso solo lo hace más interesante ¿Te dije cuánto me excita verte asesinar? —Si, lo recuerdo. Lo veo ponerse sobre mí, acaricia mi brazo lentamente y me sonríe. —Que él te de flores y corazones, palabras cursis y todo eso. —¿Y tú que me darás? —Yo te llevaré a la luna, cada vez que este dentro de ti, te llevaré a la Luna, haré arder el infierno por ti, si es necesario, ya lo sabes Cielo. Yo mataría por ti y moriría por mi Diosa. Eso me hizo Sonreí, pase mis brazos alrededor de su cuello y lo acerqué mas a mi, para besarlo. —Y yo, mataría y moriría por ti. Dicho eso volvió a besarme, quité la sábana que cubría mi cuerpo y le di acceso nuevamente a mi cuerpo. Bien, ya tengo a un chico Pratt conmigo, ahora solo falta él otro. Pero, aún que Connor diga todo esto, nada lo salva de este juego. [••••] Algo me molesta, trató de cubrirme la cara pero no lo consigo, siento entrar aire por la ventana, abro los ojos y me doy cuenta de tres cosas. La primera, Connor no esta a mi lado y por lo que escuchó esta a bajo. La segunda, el Sol me da directo a la cara. Y la tercera, estoy completamente desnuda y la sabana esta tirada en el suelo. Suspiró rendida, ya que no podre volver a dormir, me siento en la cama y me estiró, me levantó, tomó la ropa de cambió que traje y me meto a darme un baño. En cuanto termino bajo para ver a Connor en la cocina, dejo mi bolsa en la cocina y me acercó a dónde esta él. Desayunamos como siempre lo habíamos hecho, hasta que llegó la hora en la que él tenía que irse. —Recuerda que si en dos semanas no te encuentro te salvas de tu castigo, nos veremos nuevamente aquí en dos semanas y no olvides como tienes que llamarme —le digo y el asiente sonriendo y sin soltarme —También esperó y no me decepciones Connor o te ira mucho peor. —Me portare bien nena. —Eso esperó. —Pero antes de que te vallas, le prestaré la casa a una amiga. —¿Amiga? —Si, viene con su hija, la ayude hace mucho cuándo estaba embarazada —dice y asiento. —Esta bien, me quedare para conocerla, pero cuentame ¿cómo la conociste exactamente? El se ríe y me sienta en sus piernas, me abraza y besa mi mejilla. —La primera vez que la vi, fue cuando me fui con tu hermana, ese día la deje en el sótano y salí de la casa, yo buscaba un abogado para apartar toda mi herencia de la de mis hermanos, fui a la universidad para buscar a un profesor que me ayudará o simplemente me recomendará con un abogado, un profesor me recomendó a esta chica, que es 6 años mayor que yo, su nombre es Atenea Romanov, él me dijo que era la mejor de la universidad, Creí en él y hable con ella, afortunadamente todo fue un éxito. —Es muy buena entonces. —Asi es, unos días después me entere que ella estaba embarazada y estaba sola, así que decidí apoyarla, la ayude a irse, le di dinero, un hogar y contactos para que trabajará, cuando estuve contigo y paso todo esto con mi hermano, perdí comunicación con ella, cuando volví a encontrarla, la niña ya caminaba y decía mamá, ella me devolvió cada centavo de la ayuda, que le di aunque le dije que no hacía falta pero aún así me lo devolvió y me presento a su hija ,una hermosa niña. Y se que cuándo la conozcas te agradará al igual que su pequeña. Tiene la misma edad que abby, solo es unos meses mayor que Abby. —Esta bien, ya me emocione por conocerlas. Una medio hora después ella le llamo a Connor para decirle que estaba afuera, por alguna extraña razón, no sentían Celos de ella, eso si que era extraño. Connor sale para ayudarle con las cosas y yo solo los veo desde la puerta, si bien, es mayor que nosotros, pero no lo aparenta para nada, saca del carro a la niña que se a quedado dormida. De inmediato me acercó a ella. —Dejame ayudarte —le digo pidiéndole a la niña. —Ah gracias —dice mientras me da a la nena, Connor tenia razón, es toda una hermosura de bebé, un poco mas pequeña que Abby, pero tienen casi la misma edad. Lleve adentro a la niña mientras ellos metían a la casa todas las pertenencias. Ahora entiendo por que él se levantó temprano para arreglar la casa. En cuanto terminaron, Connor nos presentó. —Nena, Ella es Atenea Romanov y su pequé se llama Melody Romanov —dice viendo como sigo cargando a la bebé —Y ella es Cielo Miller, mi novia —le dijo. —Es un gusto conocerte, me imaginó que tu eres la chica con la que él se iba a ir hace tres años. —Asi es, soy yo —le digo y miro a Connor —No eres mi Novio, después de tu castigo ya veremos —le digo haciéndolo reír, le doy la niña a su madre y veo mi teléfono, tengo que irme ya. —¿Te vas? —me pregunta ella y yo asiento. —Si, tengo que ir a ver a mi hija, pero mas tarde vendré con mi niña, se que eres abogada y me gustaría hablar contigo de unas cosas —le digo y ella asiente, miro a Connor y él sonríe. —Dos semanas. Salgo de la casa y tomo caminó hacia el Hotel, al subir recibo un mensaje de Connor donde dice que ya va para el aeropuerto. Muy bien chico. Llego al hotel y subo al elevador y aprovecha para hacer una llamada. —¿Si? —Pasame a Cárter, tengo que hablar con él. Escuchó susurros, no se que dicen pero mas o menos me sospechó. —¿Cielo? —Soy yo, necesitó decirte algo, pero nadie tiene que estar en la habitación. —No hay nadie. —No me mientas Cárter, sabes que yo me doy cuenta de todo y se que en este maldito momento Edmond esta ahí, si se que mi cuñado esta ahí, dile que no busqué cámaras que no encontrará nada. —Sonaste muy Psicópata. —Oh no querido, soy mucho peor. —Listó nena, ya se fue. —Bien, mañana me iré a Las vegas, quiero verte, pero quiero que vallas tu sólo, sin Aarón, sin Edmond, solo tu y yo y bueno, unas Amigas ¿Esta bien? —¿Y Connor? —¿Celoso mi amor? Olvidate de él, en este momento esta muy lejos o eso quiero creer, de lo contrario se arrepentirá. —¿Que tramas Cielo? —Nada, solo quería pasar tiempo con mi esposo, no te preocupes ya entendí que no me quieres ver, adiós Cárter. Mi voz se quebraba, como si fuera a llorar. —No, espera Cielo, lo siento por desconfiar de ti, si quiero verte, te veré allá mi Reina. —Tienes que ir sólo. —Te lo prometo mi Reina. Colgué la llamada y Sonreí, con él siempre era fácil chantajearlo, si me veía apuntó de llorar él haría todo para que no lo hiciera. Entre a la habitación y a la primera que vi fue a mi niña. —¡Mami! [•••••] Pase la mayor parte del tiempo con mi hija, después fuimos al hospital para ver a los chicos y ya estaban bien, por lo que mañana mismo nos iríamos a Las vegas. Llegó la hora de ir con Atenea, hablamos de todo los tramites que quería hacer, le explique la situación o el problema y ella asintió y me prometió que se encargaría de todo. Mañana ella también iría a las vegas conmigo, una lastima que su pequeña no pueda viajar, ya que se quedaría con su hermano y su abuela. Madison estaba extrañada por el repentino viaje. —¿A donde vamos? —A Las vegas, ya te lo dije —le digo haciendo que ella me vea desconfiada —Bien, me veré con Cárter allá —le digo haciendo que me vea sorprendida. —Por fin podrás contestar mis dudas. —¿Cuales? —¿Con cuál llegas al clímax mas rápido? —Eso es fácil, pero no te lo diré —le dijo riendo, dejando mi maleta aun lado. —Eso no es justo ¡Mala amiga! —Después te lo diré, por el momento sigue el rastro de Connor y no lo pierdas, veré si puedo confiar nuevamente en él. —Esta bien, pero ¿Hay otra razón por lo que vallamos a Las Vegas? Por que no creo que vallas solamente para ver a Cárter —dice y sonrió, a ella difícilmente se le pasa algo. —Tienes razón, Vamos a Conocer a Victoria Carson, mejor conocida como La Coleccionista. ------------- •Desconocido• Miro nuevamente sus fotos, siempre luciendo tan bellísima, toda una Diosa, una Deidad. —Señor, según los informantes, escucharon que la señorita irá a Las vegas con sus amigas, obviamente los demás se van con ella. —Bien, Cuidenlas, que nada le pase a ella o a su hija. —Si, señor. —Polý sýntoma, polý sýntoma tha eísai i gynaíka mou, i agápi mou.*
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD