No le hago caso a Rodrigo y termino nuevamente descargándome la app, pero como mi cuenta fue eliminada, mis conversaciones se borraron. Adiós chico de las Toallas, pronto seria mi cumpleaños y la verdad que me emociona cumplir 20 años pero siento que avanzo a paso de una tortuga con mi vida, mi madre se casó cuando tenía 24 años y mi padre a los 26, y yo ni novio tengo, además ellos tuvieron una relación de cinco años para conocerse y yo…
Solo me queda 4 años.
Me tiro en el sofá de mi casa y espero que alguien se digne a hablarme, pero como es costumbre termino haciendo toda mi tarea, lo cual es fácil. A las seis de la tarde comienzan a llegarme los mensajes de todos mis amigos entre ellos, Francisco.
Me escribe y veo un emoticón de esos de fueguito, comienzo a reírme, ya sé como terminara esto y sobre todo un viernes en la noche. Abro el chat.
F: Salgamos, harán una reunión en casa de un amigo y quiero que vengas conmigo *Fueguito*
Escribiendo…
Yo realmente quiero salir y distraerme, pues se que mis padres hoy regresaran demasiado tarde.
E: ire, a donde tu quieras con una condición es que me traigas a casa.
F: Esta bien, ponte cualquier cosa, no es tan elegante como a los que estas acostumbra a ir, así que ponte lo que tengas.
Subo rápido a mi habitación tomo la casaca que Héctor me presto y un buzo plomo, un top plomo y una polo transparente, me pongo mis vans negras y salgo.
F: Ven a mi casa y nos vamos en un taxi, apurate bb.
E: Ya salí de mi casa, esperame listo, no me gusta esperar mucho.
Tomo un carro hacia su casa, me bajo en el paradero más cercano a su casa y camino hacia su casa en silencio. Los vecinos me miran y saben que vengo seguido a la casa de mi amigo, toco el timbre y él sale por la ventana.
Baja rápido. Me agarra del rostro y me da un beso en la frente.
-Nos vamos de divertir.
-Le dije a mi mamá que estaría contigo, así que me dijo que regresara algo temprano.
-Tu mamá me ama, así que no me preocupo mucho, entonces vámonos.
Caminamos por el parque que está a la espalda de su casa, pedimos el taxi hacia la casa de nuestra amiga. Mientras le cuento sobre la universidad y los temas mas aburridos de mi vida y el me cuenta que conoció a una chica y le gusta mucho y así hablamos hasta que doce minutos después viene un taxi por nosotros, subimos y seguimos hablando. Las conversaciones triviales son las que mas me gustan pues las personas se expresan sin calcular nada.
Mi teléfono vibra y dice que tengo un nuevo Match pero no me importa si es que no aparece el chico de las toallas.
Llegamos a la fiesta y veo a varias personas desconocidas, apenas llego me saluda Claudia.
-Al fin la has traído, pues es difícil que venga, siempre que la invito termina poniendo excusas casi a todo.
La abrazo con fuerza y niego con la cabeza.
-Eso es mentira.
-Siempre te invito y siempre dices que estas ocupada…
-Siempre tengo temas de la universidad.
-Bueno hoy no quiero escuchar de materias, solo quiero divertirme.
Me entrega un vaso de vidrio y veo la sustancia marrón.
-Es ron con gaseosa, por favor no hagas dramas, nosotros somos pobres no como tus amigos engreídos de la universidad.
Comienzo a reírme y me llevo el vaso hacia la boca, doy el primer trago y busco donde sentarme. La reunión cada vez se pone más interesante, los muchachos hablan de cosas como construcciones, plantas de agua y ese tipo de conversaciones me gustan más que las que estoy acostumbrada a tener.
Los escuchi hablar de estructuras y de diseños graficos, en 2D y 3D, los escucho atentas.
Mi teléfono vibra y dice que acabo de recibir un nuevo me gusta, pero no se quien realmente es, guardo mi teléfono y continuo hablando con ellos, son chicos interesantes.
-¿Cómo te llamas?
-Eso no debe importarte – escucho la voz de Francisco.
Alzo la mirada molesta y él se encoje de hombros. Agarro su rodilla y aprieto para que se calle.
-Son novios por lo que veo.
-Somos amigos del colegio, nosotros solo somos amigos – le respondo al chico de lentes. Claudia me mira y con sus ojos me señala mi mano en la rodilla de Francisco. Quito mi mano de su rodilla y pongo mis codos en mis músculos.
Cambian de música y sacan a bailar a Claudia como es de esperarse ella acepta, mi mirada viaja por toda la sala y veo en una esquina aún tipo de cabello n***o, su polo n***o y lleva un short jeans, tiene tatuajes en su pierna izquierda y solo lo observo, me levanto del sofá y me acerco a ese grupo de chicos pues detrás de ellos hay una puerta que me lleva al baño del pasillo.
-Disculpa – le digo, para que me seda el paso hacia la puerta, él alza la mirada y yo también lo miro, ese rostro lo conozco.
Se me hace familiar, pero si es quien yo me imagino esto es imposible.
Él también me ha quedado mirando, paso al baño y cierro con seguro cuando y ya estoy dentro, me lavo la cara y hago lo correspondiente, salgo con la cara más limpia y más fresca. Otra notificación. Me quedo en el pasillo un rato y abro Tinder.
Me aparece su foto y quiero gritar de la emoción, de inmediato le doy un me gusta y guardo mi teléfono para ver si el destino quiere que nos volvamos ha hablar. Veo a Francisco venir a mí, lleva un cigarro en sus labios y se ve muy atractivo cuando su cabello cae por su rostro, me toma del brazo y tira de mi suavemente.
-Te pediré un taxi en una media hora ya son las doce y debes irte.
Miro a los chicos y quiero siquiera bailar con uno de ellos, después de la fiesta en la piscina que resultó ser un desastre con un Rodrigo alejando a todo el que se nos acercaba a Melanie y a mi, y ahora Francisco, jamás conseguiré novio.
Bueno no me importa tener un novio para ser sincera, pero si me agradaría conocer a alguien nuevo y quizá si fluye, pueda pasar algo más.
-Francisco me quiero quedar un rato, quizá hasta que te vallas…
-Me quedaré con Claudia.
Asiento con la cabeza, me resigno ya se que significa “me quedaré con Claudia”, me suelta el brazo y veo a alguien y quiero sacarlo a bailar. Por primera me armo de valor para ir por esa persona. Otra notificación saco mi teléfono y dice que tengo un nuevo match.
Hiciste Match con Gabriel, mi rostro se ilumina y quiero hablarle, pero esperaré a que él lo haga.
Francisco tira de mi brazo y me pide que baile con él y no me puedo negar, es mi amigo, comenzamos a bailar y los demás se nos unen. Llega las doce y media y Francisco sin avísame ya pidió mi taxi.
-Despidete ya nos vamos, te llevaré hasta tu casa y luego te regreso.
Busco a Claudia y me despido de ella, cuando volteo y quiero salir de la cocina me choco con un chico, no me molesto en levantar la cabeza.
-Disculpa. Hablamos Clau, debes venir a una de mis fiestas.
-Claro iré perrísima.
-Como siempre.
-Te amo bebe – grita, volteo y veo al muchacho de cabello n***o hablar con Claudia.
Subo al taxi y Francisco conmigo, llego a mi casa y él me deja en la puerta de mi casa
-Nos vemos en tu cumpleaños, quizá podríamos salir a la playa.
-Quiza no tenga que regresar como cenicienta ese día…
-Tu mama dijo temprano…
-Algo temprano.
-Esto es algo temprano – dice él, me da un beso en la mejilla y se va hacia el carro.
Estoy en mi habitación me quito toda la ropa y me meto en mi cama, claro antes he cerrado con llave mi habitación, como costumbre mis padres no llegan a casa.
Me llega un mensaje de Gabriel y quiero gritar pero me contengo.
“Chica de las ollas, has vuelto” – es su primer mensaje, se me quiere detener el corazón. Ve las imágenes y siento que lo vi hoy, pero también esto ebria así que no importa, comenzamos una charla interesante.
“Mejor seguimos la conversación por w******p, que es la app que mas uso” – dice él.
Le doy mi número de teléfono, cuando veo la hora ya son las dos de la mañana y quiero aguantar más pero mi cuerpo pide que descanse.
Veo en la pantalla su mensaje, guardo el número rápidamente.
“¿Qué haces chica de las toallas?” – me pregunta.
“Queriendo que mis ojos no se cierren para poder seguir hablando” – le respondo.
Cuando estoy por responder veo él mensaje de Melanie.
“Vete a dormir ahora, ¿Con quien hablas?” – leo el mensaje de mi amiga.
“ con un chico de tinder” – le escribo rápido.
“Pillina” – leo – “ Yo también, el mío tiene 25 años de edad es doctor y es guapísimo, saldremosm a comer, ¿Cómo es el tuyo?” – me pregunta.
“ pues ni idea, nuestra conversación fue de toallas” – le respondo.
Veo que me envía un audio pero mis ojos realmente me pesan, se van cerrando lentamente hasta que me quedo profundamente dormida.