Capitulo 3

1627 Words
No le hago caso a Rodrigo y termino nuevamente descargándome la app, pero como mi cuenta fue eliminada, mis conversaciones se borraron. Adiós chico de las Toallas, pronto seria mi cumpleaños y la verdad que me emociona cumplir 20 años pero siento que avanzo a paso de una tortuga con mi vida, mi madre se casó cuando tenía 24 años y mi padre a los 26, y yo ni novio tengo, además ellos tuvieron una relación de cinco años para conocerse y yo… Solo me queda 4 años. Me tiro en el sofá de mi casa y espero que alguien se digne a hablarme, pero como es costumbre termino haciendo toda mi tarea, lo cual es fácil. A las seis de la tarde comienzan a llegarme los mensajes de todos mis amigos entre ellos, Francisco. Me escribe y veo un emoticón de esos de fueguito, comienzo a reírme, ya sé como terminara esto y sobre todo un viernes en la noche. Abro el chat. F: Salgamos, harán una reunión en casa de un amigo y quiero que vengas conmigo *Fueguito* Escribiendo… Yo realmente quiero salir y distraerme, pues se que mis padres hoy regresaran demasiado tarde. E: ire, a donde tu quieras con una condición es que me traigas a casa. F: Esta bien, ponte cualquier cosa, no es tan elegante como a los que estas acostumbra a ir, así que ponte lo que tengas. Subo rápido a mi habitación tomo la casaca que Héctor me presto y un buzo plomo, un top plomo y una polo transparente, me pongo mis vans negras y salgo. F: Ven a mi casa y nos vamos en un taxi, apurate bb. E: Ya salí de mi casa, esperame listo, no me gusta esperar mucho. Tomo un carro hacia su casa, me bajo en el paradero más cercano a su casa y camino hacia su casa en silencio. Los vecinos me miran y saben que vengo seguido a la casa de mi amigo, toco el timbre y él sale por la ventana. Baja rápido. Me agarra del rostro y me da un beso en la frente. -Nos vamos de divertir. -Le dije a mi mamá que estaría contigo, así que me dijo que regresara algo temprano. -Tu mamá me ama, así que no me preocupo mucho, entonces vámonos. Caminamos por el parque que está a la espalda de su casa, pedimos el taxi hacia la casa de nuestra amiga. Mientras le cuento sobre la universidad y los temas mas aburridos de mi vida y el me cuenta que conoció a una chica y le gusta mucho y así hablamos hasta que doce minutos después viene un taxi por nosotros, subimos y seguimos hablando. Las conversaciones triviales son las que mas me gustan pues las personas se expresan sin calcular nada. Mi teléfono vibra y dice que tengo un nuevo Match pero no me importa si es que no aparece el chico de las toallas. Llegamos a la fiesta y veo a varias personas desconocidas, apenas llego me saluda Claudia. -Al fin la has traído, pues es difícil que venga, siempre que la invito termina poniendo excusas casi a todo. La abrazo con fuerza y niego con la cabeza. -Eso es mentira. -Siempre te invito y siempre dices que estas ocupada… -Siempre tengo temas de la universidad. -Bueno hoy no quiero escuchar de materias, solo quiero divertirme. Me entrega un vaso de vidrio y veo la sustancia marrón. -Es ron con gaseosa, por favor no hagas dramas, nosotros somos pobres no como tus amigos engreídos de la universidad. Comienzo a reírme y me llevo el vaso hacia la boca, doy el primer trago y busco donde sentarme. La reunión cada vez se pone más interesante, los muchachos hablan de cosas como construcciones, plantas de agua y ese tipo de conversaciones me gustan más que las que estoy acostumbrada a tener. Los escuchi hablar de estructuras y de diseños graficos, en 2D y 3D, los escucho atentas. Mi teléfono vibra y dice que acabo de recibir un nuevo me gusta, pero no se quien realmente es, guardo mi teléfono y continuo hablando con ellos, son chicos interesantes. -¿Cómo te llamas? -Eso no debe importarte – escucho la voz de Francisco. Alzo la mirada molesta y él se encoje de hombros. Agarro su rodilla y aprieto para que se calle. -Son novios por lo que veo. -Somos amigos del colegio, nosotros solo somos amigos – le respondo al chico de lentes. Claudia me mira y con sus ojos me señala mi mano en la rodilla de Francisco. Quito mi mano de su rodilla y pongo mis codos en mis músculos. Cambian de música y sacan a bailar a Claudia como es de esperarse ella acepta, mi mirada viaja por toda la sala y veo en una esquina aún tipo de cabello n***o, su polo n***o y lleva un short jeans, tiene tatuajes en su pierna izquierda y solo lo observo, me levanto del sofá y me acerco a ese grupo de chicos pues detrás de ellos hay una puerta que me lleva al baño del pasillo. -Disculpa – le digo, para que me seda el paso hacia la puerta, él alza la mirada y yo también lo miro, ese rostro lo conozco. Se me hace familiar, pero si es quien yo me imagino esto es imposible. Él también me ha quedado mirando, paso al baño y cierro con seguro cuando y ya estoy dentro, me lavo la cara y hago lo correspondiente, salgo con la cara más limpia y más fresca. Otra notificación. Me quedo en el pasillo un rato y abro Tinder. Me aparece su foto y quiero gritar de la emoción, de inmediato le doy un me gusta y guardo mi teléfono para ver si el destino quiere que nos volvamos ha hablar. Veo a Francisco venir a mí, lleva un cigarro en sus labios y se ve muy atractivo cuando su cabello cae por su rostro, me toma del brazo y tira de mi suavemente. -Te pediré un taxi en una media hora ya son las doce y debes irte. Miro a los chicos y quiero siquiera bailar con uno de ellos, después de la fiesta en la piscina que resultó ser un desastre con un Rodrigo alejando a todo el que se nos acercaba a Melanie y a mi, y ahora Francisco, jamás conseguiré novio. Bueno no me importa tener un novio para ser sincera, pero si me agradaría conocer a alguien nuevo y quizá si fluye, pueda pasar algo más. -Francisco me quiero quedar un rato, quizá hasta que te vallas… -Me quedaré con Claudia. Asiento con la cabeza, me resigno ya se que significa “me quedaré con Claudia”, me suelta el brazo y veo a alguien y quiero sacarlo a bailar. Por primera me armo de valor para ir por esa persona. Otra notificación saco mi teléfono y dice que tengo un nuevo match. Hiciste Match con Gabriel, mi rostro se ilumina y quiero hablarle, pero esperaré a que él lo haga. Francisco tira de mi brazo y me pide que baile con él y no me puedo negar, es mi amigo, comenzamos a bailar y los demás se nos unen. Llega las doce y media y Francisco sin avísame ya pidió mi taxi. -Despidete ya nos vamos, te llevaré hasta tu casa y luego te regreso. Busco a Claudia y me despido de ella, cuando volteo y quiero salir de la cocina me choco con un chico, no me molesto en levantar la cabeza. -Disculpa. Hablamos Clau, debes venir a una de mis fiestas. -Claro iré perrísima. -Como siempre. -Te amo bebe – grita, volteo y veo al muchacho de cabello n***o hablar con Claudia. Subo al taxi y Francisco conmigo, llego a mi casa y él me deja en la puerta de mi casa -Nos vemos en tu cumpleaños, quizá podríamos salir a la playa. -Quiza no tenga que regresar como cenicienta ese día… -Tu mama dijo temprano… -Algo temprano. -Esto es algo temprano – dice él, me da un beso en la mejilla y se va hacia el carro. Estoy en mi habitación me quito toda la ropa y me meto en mi cama, claro antes he cerrado con llave mi habitación, como costumbre mis padres no llegan a casa. Me llega un mensaje de Gabriel y quiero gritar pero me contengo. “Chica de las ollas, has vuelto” – es su primer mensaje, se me quiere detener el corazón. Ve las imágenes y siento que lo vi hoy, pero también esto ebria así que no importa, comenzamos una charla interesante. “Mejor seguimos la conversación por w******p, que es la app que mas uso” – dice él. Le doy mi número de teléfono, cuando veo la hora ya son las dos de la mañana y quiero aguantar más pero mi cuerpo pide que descanse. Veo en la pantalla su mensaje, guardo el número rápidamente. “¿Qué haces chica de las toallas?” – me pregunta. “Queriendo que mis ojos no se cierren para poder seguir hablando” – le respondo. Cuando estoy por responder veo él mensaje de Melanie. “Vete a dormir ahora, ¿Con quien hablas?” – leo el mensaje de mi amiga. “ con un chico de tinder” – le escribo rápido. “Pillina” – leo – “ Yo también, el mío tiene 25 años de edad es doctor y es guapísimo, saldremosm a comer, ¿Cómo es el tuyo?” – me pregunta. “ pues ni idea, nuestra conversación fue de toallas” – le respondo. Veo que me envía un audio pero mis ojos realmente me pesan, se van cerrando lentamente hasta que me quedo profundamente dormida.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD