Se busca novio para navidad

Eva No, no, no una y mil veces no. Me miró al espejo y me hago la misma pregunta, ¿Por qué mi abuelo es tan testarudo? Sí, es verdad solo faltan quince días para cumplir 30 años, quince días para navidad, quince días para que mi abuelo por fin deje de una buena vez por todas el conglomerado a mi nombre, ¿Por qué simplemente no aleja tantas ideas de su cabeza?, ¿Por qué? —¡Jefa! ¿Está bien? —Alzo mi mirada y giró, creo que llevo más de lo normal en el baño. —Sí, ¿Qué haces en el maldito baño de mujeres? —exclamó mirando fijamente a Gabriel, MI secretario. —Jefa, su abuelo… —Eva Jones, ¿Se puede saber qué diablos haces en el baño en medio de una junta tan importante? —pego un brinco al escuchar a mi abuelo detrás de Gabriel. —Abuelo por favor, desde cuándo mi vida sentimental representa una junta importante —respondo restándole importancia a su mirada. Mi abuelo siempre ha sido la persona más importante en mi vida, junto con mi hermana Emma, solo que últimamente se le ha metido en la cabeza que debo casarme o de lo contrario dejará absolutamente a cargo de quien sabe quién. —¡Gabriel, déjanos solos! —exclamó mi abuelo. —Sí señor —musito Gabriel disponiéndose para salir tal y como mi abuelo lo indico —No, tú te quedas —dije firmemente haciendo que Gabriel se detuviera. —¿Acaso estás desobedeciendo una de mis órdenes? —exclamó mi abuelo fulminado a Gabriel con la mirada. —Abuelo por favor deja a Gabriel en paz, además ya te dije, conocerás a mi novio en la cena de navidad, así que deja tanta paranoia —dije, caminé hacia él y dejé un beso en las mejillas. —Está bien, entonces preparare todo para la cena, recuerda que también es tu cumpleaños, y quiero celebrarlo. Espero que tú novio sea un buen hombre, que te ame verdaderamente. —Asentí, bajé mi cabeza para que mi abuelo dejara su dulce beso en mi frente. Dejé salir un suspiro profundo al ver que mi abuelo por fin dejó de perseguirme, solo espero que se quede tranquilo. —¡Jefa! —¿Qué quieres Gabriel? —dije caminando hacia mi escritorio —¿Ya tiene novio para la cena de navidad? —dijo Gabriel alzando una ceja, sin quitarme la mirada de encima. Llevé mis manos a la cabeza y negué, si, soy una estúpida, ¿De dónde voy a sacar un novio en menos de un mes?, definitivamente no debí decirle a mi abuelo que lo llevaría a la cena de navidad. —No Gabriel, no tengo, ¿Qué tan difícil puede ser conseguir novio? —dije rodando mis ojos, ¿Qué tan difícil puede ser? Aunque a decir verdad lo último que quiero es tener un novio, amo mi vida, amo mi soltería, amo estar sola, odio al amor, no creo en él y lo último que quiero es tener a un hombre detrás de mi, solo quiero tener de una buena vez por todas el control total del conglomerado. —El señor Mark, estaría más que dispuesto para ser su novio —vociferó Gabriel sacándome de mis pensamientos —¡Qué! ese no, debería estar loca si me meto con ese hombre —dije haciendo una mueca de desagrado —El señor Jack —dijo Gabriel, por lo visto Gabriel no sabe nada sobre Jack, definitivamente no. —Muy gordo. —Demasiado para mí gusto no me imagino con él en la cama, Eva Jones aleja los malos pensamientos de tu cabeza, aléjalos por Dios, sé que debe haber una solución, lo sé. —El señor Paterson. —Egocéntrico. —El señor Jacob. —No, de todos ese no —dije recordando la última vez que lo tuve en frente de mi, definitivamente fue tan cretino que lo último que quiero en mi vida es volver a verlo. —¡Ya basta Gabriel!, no quiero un nombre más, absolutamente todos los quiero lejos de mi. Mejor busca en una de esas páginas secretas un hombre para mí, no, mejor pon un anuncio en el periódico “BUSCO NOVIO POR UNA NOCHE” ¿Qué tan difícil puede ser? —dije abriendo mis brazos. Los ojos de Gabriel se abrieron de par en par como si yo hubiese dicho quien sabe que. En fin, creo que es lo mejor, después de mucho pensarlo he llegado a la conclusión que lo mejor es no comprometerme y llevar un novio a la cena de navidad, así mi abuelo quedará tranquilo y yo no tendría que comprometerme con nadie —Señorita Jones, ¿Está hablando en serio? —exclamó Gabriel con un poco de ironía, vaya desde cuando no hablo en serio. —Muy en serio, quiero que pongas el anuncio, ah por favor se muy discreto, no quiero que mi abuelo se entere, no creo que le guste mucho que estoy buscando un hombre para llevarlo a la cena solo para complacerlo —dije. —Señorita Eva, creo que no es buena idea —exclamó Gabriel. —Es una orden, quiero un anuncio en la sección de clasificados, y tú te encargas de escoger a los mejores prospectos —dije firmemente. —Definitivamente no creo que sea buena idea, no sabemos qué clase de hombres haya en esas páginas. Pueden ser acosadores, señorita Eva, piense mejor las cosas —vociferó Gabriel. —Te di una orden, solo espero que la cumplas, y con respecto a que si son o no acosadores, tu buscarás a los mejores, ahora déjame sola, ah, por favor quiero resultados desde mañana —dije firmemente