Tras decidir que no iba a permitir que los Kelly me volvieran loca, lleve a mis hermanos a clase para después irme a la universidad, aún me quedaba bastante tiempo para terminar la carrera, estaba estudiando una cosa que me gustaba pero no me hacía mucha gracia que tuviera, que tardar muchos años en dedicarme a lo que quería pero era lo que tocaba, estudiar y terminar las cosas antes de ponerme a trabajar y ponerme ha hacer lo que deseaba.
Cuando termine las clases, espere a Cameron para ir los dos juntos a casa.
—¿Qué tal las clases?—le pregunte a mi hermano mientras arrancaba el coche.
Mi hermano me miro.
—No llevamos ni dos semanas y me han puesto cinco exámenes—se quejo mi hermano.
Le mire.
—Es lo que suele pasar en la universidad—comente.
Mi hermano me miro.
—Que gran apoyo—se quejo mi hermano.
No dije nada, arranque el coche para conducir a su casa.
—No debo apoyar todo de forma incondicional—le comente y mi hermano me miro—Solo lo que creo que esta bien y lo que va en mis principios—comente.
Mi hermano río.
—Yo te estoy apoyando con la locura de hacerles bromas a los Kelly—comento.
Le mire de reojo.
—¿No te molesta que siempre nos tomen como idiotas?—le pregunte.
Mi hermano me miro.
—Si esa fuera la razón, no me importaría pero la verdadera razón por la que estás haciendo esto, se llaman celos—comento mi hermano.
—¿De que voy a estar celosa?—le pregunte molesta.
—De que Brian este con otras, sigues enamorada de él—me dijo.
No dije nada.
Cameron es solo dos años menor que yo por lo que fue espectador exclusivo y directo de lo que viví con Brian, no es que fuera una cosa que quisiera ocultar, no me importa que se supiera, en cierta forma fue publica, lo que no quiero es que mis sentimientos me impidan cuidar a mis hermanos, que me impidan respetar el duelo que le estoy haciendo a mi madre, quiero ser una buena hija, un buen ejemplo para mis hermanos, quiero ser el apoyo que necesitan al no tener ni a nuestra madre ni a nuestro padre, quiero darles seguridad
—No me importa lo que haga—le dije, no estaba muy convencida pero algo debía decir—Puede hacer lo que le de la gana, yo rompí con él—le deje claro a mi hermano.
Brian sabía la razón de la ruptura, se lo explique, puede que sea muchas cosas pero no soy un monstruo, el estuvo dándome apoyo en cada etapa de mal estar de mi madre, el estuvo en cada momento, no me dejo sola en un solo momento, fue mi apoyo y mi salvación en muchas ocasiones, por lo que cuando llego su funeral, le dije que no fuera, le conté los ocho años de luto que debía seguir, el prometió esperarme pero en ese momento éramos dos adolescentes que no entendían sobre el tiempo, dos idiotas que creían que el amor todo lo podía, y no es así.
El amor no lo puede con todo.
—Pues deberías saber que se va casar—me dijo mi hermano.
Pegué un frenazo de la sorpresa y le mire.
—¿Que?—le pregunte sorprendida.
Todos los coches de alrededor comenzaron a pitarnos.
—Ves como aún le quieres—bromeo mi hermano y le mire sorprendida—Arranca y te cuento—me dijo.
Le mire molesta.
Arranque el coche tras casi causar doce millones de accidentes y casi llevarme una multa enorme, que me la hubiera ganado pero la hubiera pagado mi hermano por ese susto enorme que me había dado.
—La chica que ha salido hoy de su casa—me dijo.
Le mire de reojo.
—Daniela Dunn—le aclare.
Sabía muy bien quien era esa chica, íbamos juntas al instituto, en realidad la mitad de los niños ricos de escocia iban al mismo colegio por lo que todos nos conocíamos. Su familia tenía muchas empresas de seguros médicos en estados unidos y por Europa hospitales privados, pero las dos cosas se dedicaban ha hacer lo mismo, sacar los ojos a la gente en nombre de la salud para luego dejarles tirados, era un cruel sistema, no me gustaba y nunca iba a estar de acuerpo en como llevaban ese negocio, la salud es un derecho, todos deberían tener derecho a estar vivos y decidir como vivir.
—¿La conoces?—me pregunto mi hermano.
—Por desgracia—le deje claro—Es una chica arrogante y demasiado insoportable, no la aguanto ni antes ni ahora—le deje claro.
Mi hermano rio.
—Pues se van a casar—me dijo.
Mire a mi hermano.
—¿Cuándo se han hecho novios?—le pregunte.
Mi hermano me miro.
—Ni idea—me dijo, entre al garaje de nuestro edificio para dejar el coche en nuestra parcela—Es un rumor de todas formas, salió la noticia de que sus padres les habían comprometido por dinero, parece que los Dunn deben demasiado dinero y por eso se aliaron con los Kelly—me conto mi hermano.
Negué.
—Como odio los matrimonios arreglados—comente.
—Al menos ellos se conocen—me dijo mi hermano.
Le mire.
—¿Lo dices por Joshua Campbell?—le pregunte a mi hermano.
Mi hermano me miro.
—No se como puede gustarte alguien a quien no conoces—me dijo mi hermano.
Le mire.
—Spoiler, es un matrimonio arreglado, yo no quiero hacerlo—le dije saliendo del coche y caminando hacía el ascensor para subir a casa.
Era así, mi padre en uno de sus enormes viajes tras la muerte de su madre y ver que no superaba a Brian creyó que la mejor forma de hacerlo era que me casara con otra persona, por suerte, los dos llegaron al acuerdo de dejarme terminar los estudios antes de nada, porque Joshua era siete años mayor que yo, era una idea demasiado horrible, iba querer herederos y responsabilidad nada más casarnos, me iba cortar las alas de mi juventud, pero creo que por eso mismo lo hizo mi padre, para que me formalizara nada más terminar el duelo. Era una maldita locura, lo único que sabía de ese chico era lo que había visto en internet, las fotos de unas entrevistas cosas que no servían para conectar, porque si alguien cree que me ha enviado algo, no, ni siquiera se ha esforzado en enamorarme ni venir a verme.
—¿Que?—pregunto mi hermano demasiado sorprendido.
Cameron corrió detrás de mi para subirse conmigo y obviamente preguntar. Por mucho que mi hermano tuviera la capacidad de apoyarme y entender muchas cosas, no debemos darle esa gran responsabilidad, Cameron debe vivir la vida, yo soy la heredera y todas las responsabilidades son mías por ello, ellos, mis hermanos deben vivir ajenos a los problemas y disfrutar de cada buen momento que tengan en su vida, olvidarse de los problemas y pasarlo bien que para algo son más pequeños.
—¿Por que no me lo has contado antes?—me pregunto mi hermano.
Le mire.
—Cameron, siempre serás mi niño pequeño—le dije y él me miro molesto—No debes preocuparte por estas cosas, por algo soy la mayor—le deje claro.
Mi hermano me miro.
—Los hermanos están para apoyarse, debes decirme las cosas—se quejo.
Le mire.
—Prometo no tener más secretos—le deje claro.
Cameron negó, tanto él como yo sabíamos que iba tener secretos que iba a ver muchas cosas que no le iba a contar, no porque no quisiera sino porque quería protegerle. Ser la mayor de una familia importante es como ser la heredera a un trono, te da muchas responsabilidades aunque no quieras, debes dar una bonita imagen y aunque tus posteriores también deban cuidar lo que hacen, sus acciones no son analizadas con lupa, la ropa que llevan no es tan importante, todo tiene sus cosas buenas y malas, ser la heredera esta bien porque tienes todo el poder, no debes discutir con nadie pero las responsabilidades que con ello traía, era una tortura.
—No me parece bien que debas lidiar con todo eso sola—se quejo mi hermano
Llegamos a nuestra planta y en lugar de ir a mi puerta fui a la de los Kelly.
—¿Qué haces?—me pregunto sorprendido.
—Tú vigila que no venga nadie—le ordene.
Por suerte los Kelly tenían una llave de seguridad bajo el felpudo, solo tuve que cogerla y entrar, la casa estaba en pleno silencio, me sabía demasiado bien el horario de los Kelly y los lunes había una hora en la que nosotros estábamos y ellos no, era el momento de dejar claro que no éramos unos niños buenos con los que se pudiera jugar, es que no lo éramos. Me recorrí toda la casa para bloquear todos los aparatos de música y hacer que sonaran a todo volumen, desde los cascos a los altavoces, era algo que me iba molestar pero no iban a poder solucionarlo a menos que los rompieran o apagaran por un tiempo, y eso no iba ser lo único, obviamente hice que solo sonara un tipo de música, heavy metal, que aunque no tengo nada en contra de ese tipo de música, se que es mucho más ruido que otra cosa, que molesta demasiado por lo que iba ser lo mejor para que los Kelly dejaran de molestar, sabía que esto podía caer en mi contra haciendo que la dejaran puesta pero tendrían quejas de los vecinos y yo había comprado tapones.
Salí de la casa de los Kelly y deje las cosas y la llave en su sitio, todo como estaba, como si nada ni nadie hubiera pasado.
—No se que has hecho pero empezar una guerra no es una gran idea—me comento mi hermano.
Le mire.
—¿Cuándo fue la ultima vez que nos divertimos?—le pregunte.
Mi hermano me miro.
—Las ultimas navidades con mama—contesto con tristeza.
Le mire.
—Tu y yo sabemos que mama no quería esto para nosotros, quería felicidad y sonrisas, dejemos de tener miedo—le dije.
Mi hermano me miro.
—Vale, pero a la primera que nos la líen con papa, me desentiendo—me aviso mi hermano.
—Cargaré con todas las culpas—le deje claro.
Mi hermano me miro no muy convencido pero asintió, los dos caminamos a dentro de la casa para que cada uno fuera a su zona ha trabajar. Yo por mi lado me fui a la biblioteca para estudiar y leer un poco, me gustaba hacer dos cosas al mismo tiempo, me calmaba demasiado, y mi hermano seguramente se fue a la terraza ya que le agobia estudiar en espacios cerrados.
—Empecemos—me dije a mi misma sacando los libros de la universidad, aparte de estudiar empresariales y relaciones internacionales, estudiaba varios idiomas para que mi forma de comunicarme fuera lo más completa posible y quien haya dicho que se puede estudiar dos cosas a la vez, cuidar de niños y trabajar, mientras practicas alguna otra actividad, estaba loco o borracho. Pero bueno, eso no importaba, respire hondo y me puse con mis tareas.
Tras estar un rato estudiando, escuche que la música heavy retumbaba en todo el edificio, escuche algunos golpes y la cosa paro, de un momento a otro la música dejo de sonar, estaba claro que quien hubiera venido había tirado el reproductor de música o el altavoz por donde fuera para que la música parara, por mucho que a los Kelly les gustara la música, no les gustaba todo tipo de música.
Unos segundos después, escuche el timbre de mi casa, me quede demasiado sorprendida, nadie podía suponer que nosotros habíamos hecho algo por lo que me sorprendía que alguien tocara el timbre.
Me levante de mi asiento y camine a la puerta para abrirla, y obviamente encontrarme a Brian Kelly ante mi.
—Buenos días ¿Qué necesitas?—le dije intentando actuar con normalidad.
Podía ser muchas cosas pero no soy idiota, se como actuar ante estos problemas, sobre todo con Brian, le conocía de todo la vida por lo que sabía algo de como tratarle, aunque fuera un poco.
—No te hagas la buena—me dijo y le mire.
—Soy buena—me queje algo molesta.
Brian me miro.
—Eres buena en volverme loco porque otra cosa lo dudo—me dejo claro y le mire.
Pestañee sorprendida.
—¿Qué quieres?—volví a preguntar algo más cansada y alterada.
—Has entrado en mi casa y hecho algo con los altavoces—comento.
Le mire, no solo habían sido los altavoces pero eso no importaba y obviamente no era algo que iba a admitir, no soy tonta.
—No—respondí intentando mantener la calma.
Si algo bueno traía ser la mayor era que mi padre y mi madre me dieron muchas clases de saber como hablar sin expresas emociones, eso de la cara póker, que no solía usar mucho pero en este caso me venía mejor que nunca porque las cosas eran realmente complicadas.
—Antes de que intentes decirme alguna mentira—me aviso serio y le mire demasiado sorprendida—Se que has sido tú, eres la única persona que sabe donde guardamos la llave de seguridad—me dijo.
´Le mire.
Creo que estaba doblemente sorprendida, primero porque hubiera tenido la suficiente rapidez mental para unir puntos y porque no hubiera confiado en nadie más para decirle donde guardaba las llaves de seguridad, obviamente no era una cosa que iba a ir contando por ahí. si lo hacía cualquiera podía ir y robarle pero al menos a su nueva novia se lo podía haber contado.
—¿Estás seguro que no se lo has dicho a nadie más?—le pregunte, vamos a ver, ser sincera, esta pregunta tenía dos intenciones, intentar no culparme pero creo que la segunda era la más importante, él descubrir si era la única con esa información, porque sería demasiado tierno.
Los Kelly eran personas que tenían mucho cuidado con la información que daban sobre su intimidad por lo que si no se lo había contado a ella había una rara esperanza de que las cosas aún estuvieran bajo mi poder, al menos en lo que al corazón de Brian se decía, aunque todo podía ser una ilusión, no lo negaba pero cuanta más información hubiera mejor.
Brian me miro.
—La única persona que me interesa que entre a mi casa a escondidas, eres tú—me dijo.
Dejándome bastante impresionada, no sabía que responder ante esa cosa, me había preparado para eso pero no de una forma real, pensaba que me diría cualquier otra cosa, esto me dejaba demasiado sorprendida, demasiado confundida, demasiado sorprendida, podía saber con mucha certeza que Brian era un encantador de personas sabía como hacer que la gente se volviera loca pero conmigo, no iba a funcionar, ya le conocía demasiado bien.
—Por cierto, felicidades por tu compromiso—le dije, la única forma que tenía de no derrumbarme en estos momentos era callarme y cambiar de tema, y no me iba callar para dejarle decir cualquier cosa, era una persona demasiado orgullosa, demasiado fuerte y lo debía demostrar—Espero estar invitada a la boda—añadí.
La cara del chico frente a mi cambio de la diversión a la sorpresa, creo que no se esperaba que le dijera eso pero no me iba quedar callada, puede que una parte de mi, por pequeña que fuera, siempre tuviera la esperanza de que me esperara.
—¿De que hablas?—me pregunto sorprendido.
Le mire.
—¿No estás comprometido con Daniela Dunn?—le pregunte.
Me miro.
—¿Quién te ha dicho eso?—me pregunto divertido.
Le mire sorprendida, me debía estar tomando el pelo al tomarse las cosas así porque no comprendía la dificultad de responder a una felicitación diciendo un simple gracias, sin complicarse pero estaba claro que las cosas con Brian Kelly eran demasiado complicadas.
—Las noticias y que saliera esta mañana de tu casa—le deje claro.
Brian se acerco peligrosamente a mi pero yo no me iba a alterar, me mantuve sería y con la cabeza alta, no pensaba permitir que supiera o que oliera que me podía poner nerviosa.
—Daniela vino a mi casa con tonterías de que estaba enfadada con sus padres, durmió con Sarah porque en mi cama no se mete cualquiera—me dijo—Soy un caballero, no dejo a las damas en peligro solas—me dijo.
Le mire.
—Creo que eres todo menos un caballero, Kelly—le deje claro.
Brian me miro.
—Solo le di apoyo, como quisiera que alguien lo hiciera con mis hermanas, respeto y cuidado—explico.
Le mire.
—No debes darme explicaciones, no somos nada—le deje claro.
Brian me miro.
—Te las debo, prometí esperarte y cumplo mis promesas—me dijo dejándome demasiado sorprendida—Que mis padres pretendan que me case con cualquiera, no significa que lo vaya ha hacer—me dejo claro.
Me quede en blanco, le mire demasiado nerviosa, sin saber que hacer o que decir, sin comprender como podía actuar ante esto, sin comprender que hacer o como sentirme ante que me dijera que me estaba esperando, que casi cinco años después de romper con él, me seguía esperando, seguía manteniendo su promesa, seguía esperándome como el primer día.
—Puedes hacernos todas las bromas que quieras, me gusta que los Dawson se diviertan un poco—comento Brian, se acerco a mi, me agarro de la cintura y beso mi mejilla—Ten claro que me vengare—me aviso.
Le mire.
—No esperaba menos de ti—comente.
Brian me miro, quizás con eso estaba afirmando que yo había sido la de la broma o la de estropear sus cosas pero no me importaba, me molestaba que todas las mañanas pusieran la música alta para hacer saber a todo el mundo que estaban ahí.
—Pero ten claro que a cada paso que des, yo daré dos más—le avise.
Brian me miro.
—Mi querida madalena, hazme lo que quieras, menos dejar de amarme—me susurro en el oído antes de separarse de mi e irse a su casa.
Hacía mucho que no me llamaba madalena, de niños no le salía pronunciar mi nombre por lo que me llamaba como podía madalena era lo más típico y al final se me quedo ese apodo, solo para el, mientras los demás me llamaban Mads o acrónimos parecidos, él me llamaba madalena, siempre tenía que ser único y diferente. Era una habilidad que tenía en mi vida, marcar cada cosa que hacía en mi vida de formas demasiado diferentes, de las formas que nunca pensé que pasarían, me alteraba y me daba miedo de la misma forma, era algo demasiado complicado pero me gustaba tanto aunque eso no quitaba los nervios que me provocaba.
Me quede en blanco sin saber que hacer, sin saber si cerrar la puerta, ir corriendo tras de él, llorar o caerme al suelo, que Brian provocara tantas cosas en mi era la consecuencia a que no supiera que hacer, siempre me pasaba cuando se trataba de él y sus comentarios, me dejaba en blanco pero en otras ocasiones, me besaba y dejaba de sentirme así pero ahora eso no me estaba permitido, ni siquiera debería poder pensar en él por el respeto a mi madre, pero no lo podía evitar y menos ahora que se que me espera, que aún me quiere como el primer día.
—Eso ha sido demasiado intenso—comento mi hermano detrás de mi.
Me gire y le mire.
—Ni una sola palabra—le avise.
Mi hermano me miro riendo, pero esto no era nada gracioso, Brian acababa de romper todas mis fuerzas.