No estaba bien, estaba demasiado perdida, por mucho que me hubiera sentado y me hubiera puesto a desayunar, todo mi ser estaba pensando en mis hermanos, había algo de mi que no podía dejarme disfrutar del echo de que me iba casar con quien amaba, de que iba ser libre, no podía pensar en ello y menos cuando mis hermanos estaban en una cárcel, cuando había mandado al infierno a mis hermanos sin protección, me sentía la peor hermana del mundo, un asco de persona y ni siquiera sabía como hacerlo. —Voy yo—escuche decir a Brian. Pero no sabía a que se refería, podía ser que estuviera en la mesa pero no estaba en la conversación, mi cuerpo estaba aquí presente pero ni siquiera sabía que hacer o que decir, estaba intentando recordar lo que mis padres me enseñaron, demostrar siempre la gran educa

