Capitulo 3.
Cena de compromiso.
Claudia camina por las calles mientras las gotas de lluvia caen sobre su rostro tapando sus lágrimas, camina lo más rápido posible cuando lo siente al tomar su brazo y atraerla de manera que está vez cae entre sus brazos. Están tan cerca que ambos pueden sentirse atrapados en el momento y lo que sus miradas ocasiona. Su respiración se vuelve una misma, el perfume de ambos los distraen mientras las gotas de lluvia los cubre. Claudia sin pensarlo toma sus mejillas con ambas manos y lo acaricia un poco limpiando algunas gotas de su rostro, Andrew apenas reacciona al momento que lo envuelve.
— ¿Por qué me sigues si no te importo?
—Sube al coche —dice Andrew quitando las manos de Claudia de su mejilla.
—No quiero Andrew, está claro que esta relación, para ti, no vale nada. Hablaré con mi padre, él entenderá —Claudia camina alejándose de él.
—Haz lo que quieras, pero nos casaremos en dos semanas, le di mi palabra a mi familia y lo haremos, no perderé mi fortuna por un simple capricho tuyo, ahora sube al coche que te llevaré a tu casa —Andrew toma su mano y Claudia con enojo la quita de su tacto.
—No iré contigo, tomaré un taxi. — Expresa Claudia muy seria.
—Como quieras, no tengo tiempo para esto, te veré mañana en la cena, espero no hagas nada estúpido.
Tras esas duras palabras Andrew se sube al coche y sin mirar atrás se marcha. Claudia sin esperar nada más camina hasta una banca y se sienta en ella sin importar la lluvia, en sus pensamientos no deja de pasar la posibilidad en la que la distancia entre ambos fuera tan mínima que estuvieran obligados a besarse, está tan triste por estar enamorada de un hombre que solo existe en sus sueños, uno que creo en su mente todos estos años.
por supuesto que no imagino que fuera perfecto, pero viniendo de la familia que tiene, supone que sería un buen hombre, parece que se equivocó, todo esto pone en juego años de acuerdos entre las familias, sobre todo el acuerdo más importante, su unión y la alianza de sus grandes empresas de las que ambos se han beneficiado, todo esto apunta a ser un caos.
Claudia toma un taxi a casa mientras que por otro lado Andrew tiene una fuerte discusión con Jimena, quien nunca espero que Andrew tomara una reacción así, menos que la humillar de tal manera, esto la deja ver qué hay cosas que empiezan a molestarle.
— Basta Jimena, deja los celos. Tú sabes que ella es mi prometida.
—No tenías por qué dejarme en ese lugar sola, me humillaste delante de todos. — Expresa con enojo arrojando su abrigo al suelo. — Para colmo tuve que tomar un taxi de vuelta a casa, me moje toda por ti culpa, tratando de buscarte.
— Entonces no lo hubieras hecho.
— Dijiste que no te importaba, no entiendo en que te afecta que ella esté con alguien más, si la tildan de infiel podrías deshacerte de ella.
— Deja de decir estupideces, no pienso permitir que mi reputación se manche, menos que las cosas salgan mal cuando tengo a mi padre respirándome en la nuca por todo lo que he gastado, no olvides que lo gaste por ti, para que tuvieras este departamento y si quieres que tenga más cosas vas a tener que hacer las cosas a mi manera, tú sabías a qué te enfrentabas cuando decidiste venir aquí, ahora no me salgan con esto berrinches que sabes que los odio. Me voy. — Andrew se levanta del sofá y Jimena lo detiene.
— No, no te vayas por favor, lo siento mucho, lo arreglaré, déjame ayudarte a relajarte, ¿Si? Lo siento mucho Andrew.
Jimena empieza a besarlo como le gusta y a desvestirlo, no piensa permitir que se vaya enojado con ella, es un hombre de poca paciencia y si se enoja es difícil de controlar. Mientras que Jimena complace a Andrew, Claudia se baja del taxi notando que David la espera junto a su madre y su suegro.
— Ho, ahí estás, mujer, casi me sacas el corazón, ese hombre estaba furioso, tuve que mentirle a tú madre y tú suegra.
Claudia las observa y asiente.
— ¿Estás bien Claudia? — Pregunta Deivi al ver si expresión.
— No, fue horrible.
— Tranquila, cálmate, vamos a dentro.
Ambos caminan a la entrada de la casa donde su madre y su suegra la esperan, Deivi no vio más que venirse a la casa, estaba asustado y preocupado por ella, Andrew tenía una expresión aterradora, tenía miedo que algo le pasará, esperaba contando las horas y si no llegaba entonces lo contaría todo. Claudia llega frente a su madre y su suegra.
—Hola cariño, tu suegra vino a vernos para ayudarte a escoger el vestido que usarás mañana. — Dice Gabriela muy emocionada.
—Hola mamá, ¿Cómo está, señora?— La saluda formal con un beso en la mejilla.
—Excelente cariño, pero no me digas Alma, dime suegra, ahora formalmente eres mi nuera.
—Está bien, permítanme presentarles a mi mejor amigo, Deivi Whanfor.
— Es todo un placer joven.
— El placer es mío, Claudia me a contado mucho de usted.
— Entonces vienen del centro, ¿Cómo fue que te equivocas de taxi Claudia?
Claudia mira a Deivi, no se le ocurrió algo más coherente para decir. Deivi le lanza una mirada para que responda.
— Si, la lluvia, todo fue tan confundo, lo bueno fue que llegue a casa, ¿Podemos empezar?
— Si, si, mi niña, se que amarás lo que traje, ven.
Todas se levantan y Claudia se acerca a Deivi a quien golpea.
— ¿No se te ocurrió nada más?
— Niña estaba nervioso, por poco lo cuento todo.
— Vamos, o volverán por nosotros.
Claudia y Deivi se unen a las madres locas por encontrar el vestido perfecto, quieren que ella resalte ante todos, Deivi las ayuda hasta que encuentran uno color melón muy hermoso, sin duda llamara la atención de Andrew. La ayuda a probárselo y Claudia al verse al espejo por un instante siente esperanza de esto, quizás Deivi tenga razón, después del matrimonio quizás las cosas cambien, aún no han convivido y no puede juzgar un libro por su portada, debe darle una oportunidad al imbécil aunque sienta que no se lo merezca.
— Bueno, debo irme, Claudia, mañana debo buscar algunos documentos y volver, ¿Podrás perdóname que no esté presente en tu cena?
— No te preocupes Deivi, entiendo que con lo de la nueva universidad y tú trabajo apenas tengas tiempo para venir a verme, gracias por venir, te llamaré, ¿Está bien?
— Si, suerte cariño. — Ambos se dan un abrazo. — Buenas noches para todas fue un placer.
— Encantadas de conocerte Deivi, cuida ese bien gusto para la moda, vale oro.
— Gracias señora Alma, permiso.
Al Deivi retirarse Alma poco tiempo después también lo hace, eso deja a Claudia unos segundos a solas después de su largo día, está acostada en el sofá cuando siente que su celular suena, no puede créelo, siente que es mentira lo que ve, realmente es un mensaje de Andrew, es la primera vez que le escribe, está tan sorprendida que realmente tenga su número.
A: Espero que la próxima vez que me hables de esa manera, lo pienses dos veces. Te recogerá mi chófer temprano. Estate preparada.
Al leer el mensaje Claudia queda en shock, es increíble la manera en la que le habla, la deja sin ánimos al pensar que un caballero vendría por ella personalmente para que llegarán juntos, es decepcionante .
C: Feliz noche Andrew, espero que seas tú quien me recoja mañana.
Claudia responde con la esperanza de que quizás reaccione al saber que ella quiere que sea él que vaya por ella.
A: Mi chófer te recogerá.
Andrew no demora en escribirle, quiere dejar su punto claro y quien manda, no hay mujer que logre doblegarlo y ella no será la excepción.
C: ¿Por qué no lo haces tú? Se supone que eres mi prometido.
…
Sin respuesta.
Claudia suspira con frustración, es increíble que ni por mensaje quisiera hablar con ella. Claudia se siente inquieta, los recuerdos de Jimena vienen a su mente, no hace más que preguntarse si realmente tienen una relación, tiene tantas preguntas en su mente sin respuesta, no podría, es un hombre de honor a pesar de ser un imbécil, su nombre está en juego, lo que pasaría y algo así se descubriera, sería falta para todos, dos grandes elites envueltas en la burla no puede ni siquiera imaginarlo.
Por otro lado Andrew está de vuelta en casa, como de costumbre no se queda a dormir con Jimena, él es un hombre que no duerme con nadie, tiene reglas y las sigue al pie de la letra como la regla número uno, usar siempre protección, no quiere hijo, no desea tener hijos y no piensa dar hijos a nadie, es algo que tiene muy claro y no piensa cambiarlo. Andrew sale lo que le espera al cruzar la puerta, ayer logro salvarse, pero hoy no cuenta con la misma suerte y lo confirma al ver a su madre sentada en el sofá de la sala esperándolo.
—Buenas mamá, ¿Cómo estás? — Dice Andrew acercándose para darle un beso en la mejilla.
—Hola hijo, bien. Ven siéntate, quería conversar contigo, hoy fui a casa de Claudia para ayudarla con su vestido.
Lucia tan hermosa, aunque la he visto muy triste estos días y debo suponer que se debe a su cita contigo. Hijo, te pido que trates de aceptar a Claudia, ella ha hecho todo para que este matrimonio acordado salga bien, dale la oportunidad, mañana estarán todos nuestros amigos y familiares, deberás comportarte con ella, trata de ser amoroso y cordial, Por favor.
Andrew se levanta ante sus palabras.
—Lo siento mamá, no me pidas cosas que sabes que no puedo cumplir. No soy de expresar sentimientos y no lo haré con ella. — Dice sirviéndose un trago de whisky.
—Vamos hijo, tu padre está muy enfermo y desea con todo su corazón que tú aceptes por fin a Claudia y nos den nietos, él la quiere mucho como si fuera su propia hija y quiere que estén juntos.
—Lo voy a intentar madre, pero lo de los nietos debes saber que no pasará, no la pienso tocar, ella no tendrá no la más mínima posibilidad de enredarme en su juego que ella y mi padre tienen contra mi, la adora porque es la única que lo soporta, quieren obligar hacer lo que él diga y eso no se lo pienso permitir, ya basta con que ahora quiera controlar con quién trabajo y con quién no, además de que me vigila constantemente para saber cuánto gasto, la envuelve y manipula a su antojo para lograr sacar de mi el heredero digno que tanto quiere, pero no les haré el juego tan fácil.
—Hijo, debes consumar tu matrimonio para que sea válido, no seas orgulloso y hazlo por tu familia. Claudia es una buena muchacha y sé que con el tiempo ambos podrán ser felices.
—Y también una respondona, sabes que no me gusta que me desobedezcan y ella tiene una mala actitud.
—Cambiará hijo, lo hará por ti, te lo prometo, hablaré con ella, pero tú debes prometer que mañana se verán como una hermosa pareja o todos en la sociedad empezarán a criticarte y eso no nos vendría bien.
—Ok, madre, lo intentaré, buenas noches —Dice acercándose para darle un beso en la frente, Alma siente que intenta huir de ella, con simples palabras para calmarla.
Andrew se aleja caminando con una sonrisa llena de maldad, ¿Quieren un espectáculo? Pues él les dará un espectáculo que hasta Claudia quedará sin palabras, nadie en esa fiesta dudará de su amor sincero, de eso está muy seguro.