Capitulo 4
Por más que Andrew lo niegue no puede dejar de pensar en Claudia, al cerrar los ojos piensa en su mano sobre su mejilla, para él fue algo nuevo, fue impresionante, en su mente no deja de pensar en lo intensa, curiosa y muy imponente que es, lo saca de quicio muy rápido, sin duda causa un gran efecto en ella, pero eso tiene que cambiar, muchas cosas cambiarán de eso está seguro.
*
Un nuevo día de sol radiante los recibe a ambos, Claudia al levantarse toma una ducha y se coloca ropa sencilla para bajar a desayunar, en cuanto está en el comedor puede notar pasar a la estilista, los maquilladores y manicuristas, todos organizando se para ella en la sala.
— Un día importante, hoy después de tanta espera, ¿Cómo se siente mi niña?
— Buen día papá.
— ¿Qué tiene mi princesa?
Claudia lo mira con ganas de decirle todo lo que está pasando, pero prefiere mantener calmada porque prometió darle el beneficio de la duda a lo que pasara hoy, así que sonríe a su padre cambiando su expresión.
— Estoy un poco cansada, casi no pude dormir a noche.
— Eso es normal, te atacaron los nervios mi pequeña, pero todo va a estar bien, no te preocupes. — Dice besando su frente.
Claudia le sonríe, puede notar lo feliz que está, su padre su ídolo, todo lo que ha hecho h sido por el bien de la familia este día no es solo su día, es el de toda su familia quien junto con ella han esperado este momento. Claudia está comiendo su confley con yogurt, cuando ve llegar a su madre igual de emocionada que su padre.
—Vamos, cariño, desayuna que ya llegó el día más importante de tu vida, el que tanto has esperado. — Dice tomando un vaso con jugo de naranja.
—Ya no sé si lo sea madre.
—¿Por qué dices eso, cariño?
—Por nada madre, termino y voy. —Responde Claudia con poco ánimo.
Tras desayunar Claudia se reúne con ella en la sala donde la empiezan a preparar, una chica le hace la manicura otra la pedicura, un joven trabaja en su cabello y ella apenas puede moverse, sin duda una mañana muy agitada.
Claudia no es la única que tiene una mañana ocupada, Andrew se a despertado muy caliente, siendo él un hombre amante al sexo se siente irritado por lo que siente y el gran día, la foto que Jimena le a enviado no ayuda, así que no lo piensa dos veces para ir por ella, necesita desestresarse.
Ambos tienen una mañana y parte de la tarde muy ocupados, piensan en todo lo que está por pasar. Claudia luce realmente deslumbrante, ese vestido resalta cada uno de sus atributos, su estilista le hizo un hermoso moño de lado que la hace ver como toda una mujer de sociedad, su padre no puede evitar sentirse conmovido al verla, Claudia ya no es una niña, es una mujer con grandes cualidades y atributos, sin duda la mujer perfecta para Andrew, ella lo tiene todo y por eso Álex está muy seguro que ella será su mejor decisión, hará que su hijo recapacite, de eso está seguro.
— Los dejaras a todos impresionados mi niña, luce hermosa. — Expresa con el corazón latente Andrés al ver a su pequeña ya toda una mujer.
— Eres nuestro pequeño rayo de luz, los vas a impresionar.
— Gracias mamá y papá, los amo.
— Nosotros a ti cariño, vamos, vamos se nos hará tarde.
Ya todos van de camino, en cuando los coches entran a la gran mansión, Claudia nota que su coche se desvía del resto, va más allá a los enormes jardines, todos en el enorme jardín de los Castillo esperan ansiosos la llegada de la pareja, mientras que Claudia es guiada por uno de los hombres de Andrew por un pasillo a un gran salón deteniéndose en una puerta que da al jardín.
— Es aquí señorita, el señor llegará en cualquier momento, esperemos aquí.
— Entiendo, gracias. — Dice Claudia un poco nerviosa.
El hombre se va y pasan varios minutos, ella espera pacientemente y al ver que no aparece se empieza a impacientar. Los nervios de Claudia aumentan cuando nota que Andrew quizás no venga, se siente humillada, su corazón se rompe y todo empeora cuando empieza a escuchar que anuncian sus nombres, su corazón se detiene, no sabe que hacer, esto la desequilibra, todas las personas allá afuera no pararan de hablar de esto hasta destruirla, muchas con la esperanza y las ganas de ser ella en este momento, poder ser la prometida de Andrew mientras que ella solo desea desaparecer.
Claudia siente que la volvió a dejar plantada en medio de la recepción de su compromiso, sin pensarlo más, toma la iniciativa de salir, que vean que ha Sido él quien se a negado a llegar y no ella, está cansada de esto y su corazón late cuánto apoya su mano sobre la perilla de la puerta, está lista para salir cuando de la nada siente su manos sobre la suya, su perfume abrazador la envuelve. Andrew toma sus caderas con su mano libre llevándola a voltear en su dirección quedando a solo pocos centímetros de besarse. Se miran, ambos pueden sentir su respiración agitada, el rose de sus manos envía una fuerte electricidad nerviosa a su cuerpo paralizándolos por unos segundos en el lugar.
—¿Pensabas salir sin mí? —Pregunta Andrew apretando su mano ligeramente.
—Andrew, yo… —Andrew interrumpe apoyando su dedo índice sobre sus labios carnosos.
—Shhh, no digas nada —Dice Andrew tan cerca que por unos segundos Claudia pensaba que la besaría, pero no, Andrew abre la puerta y la vista de todos recae sobre ellos motivados a aplaudir ante la hermosa pareja que deslumbra en el lugar.
Ambos se mueven saliendo al gran jardín, Claudia toma un poco de distancia de Andrew y al él notarlo la acerca nuevamente hacia él. Empiezan a saludador a los presentes mostrándose como la pareja que deben ser. Muchos halagan a Claudia, ella se aleja para saludar a algunos de los presentes y Andrew la nota, sonríe y se mantiene calmada como si realmente lo disfrutará.
— Luces hermosa cariño, y Andrew ya ha crecido…Andrew…— Dice la mujer mayor con emoción al verlo llegar, Andrew toma nuevamente la mano de Claudia y la acerca a él con fuerza. Ella de manera discreta, lo siente acomodarse para tomarla de las caderas acariciando de ella hasta el punto de hacerla estremecer. Él hombre tiene las técnicas y las cualidades, sabe cómo manejar la situación. — Son una pareja maravillosa, los felicito, sus padres no se equivocaron es el tiempo justo para esta unión.
— Gracias señora ficher. Discúlpenos.
— Si por supuesto, muchas bendiciones para su unión.
— Gracias. — Responde Claudia.
Ambos se mueven continuando su recorriendo, es la primera vez que están tan cerca uno del otro, sus caricias hacen sentir a Claudia una sensación incomoda que eriza su piel, no puede evitar sentirse incomoda ante las emociones en su cuerpo, intenta controlarse y se acerca a él para que les tomen una fotografía. Andrew la abraza llamando la atención de sus padres y los de ella, se están robando la atención de todos, realmente parece que son esa gran pareja que todos esperan, él siente como ella se inquieta, su expresión se lo dice todo y para llevarla al límite acaricia un poco su vientre al tenerla tan cerca, de manera que Claudia no puede evitar apoyar su cabeza sobre su pecho siendo él un poco más alto que ella.
—¿Qué te pone tan nerviosa, Claudia?
Claudia se acomoda de frente y Andrew la apoya sobre su pecho como si estuvieras conversando.
— ¿A que juegas? — Pregunta Claudia mirándolo fijamente.
— Reclamas un poco de atención y cuando te la doy, te hace pensar que estoy jugando contigo, realmente eres incomprensible.
Claudia por un segundo se incomoda ante su comentario, están tan cerca uno del otro, que no pueden evitar sentir esa conexión que surge entre ellos.
— Andrew, Claudia…— Una de las tías de Andrew interrumpe el momento y la sesión de fotografía en la que ambos han quedado muy impresionante, sus miradas se dejan ver en cada fotografía como si hubiera Sido amor a primera vista.
Claudia se acomoda y Andrew vuelve a tomar sus caderas, empiezan una conversación con su tía que habla del matrimonio y los bebés, algo que irrita a Andrew pero que no lo demuestra, ambos manejan la conversación lo mejor que puedan y continúan su recorriendo cuando Claudia la nota, no puede creer que la haya traído, la mujer con quién Andrew estaba ese día en el restaurante y la que no deja de míralos desde hace unos minutos. Andrew nota su mirada sobre Jimena y intenta alejarla, pero ambas se acercan poco a poco, como es de suponer, Jimena la mira con inferioridad, como si no fuera nadie importante y se enfoca en Andrew quien le hace una señal para que se aleje, señal que Jimena ignora, ya están frente a frente.
— ¡Hola! ¿Nos conocemos?
— No, en realidad no, soy Jimena.
— Jimena, ¿Qué eres de Andrew, Jimena?
—Ella es la secretaria de Andrew. Jimena es un gusto saludarte —Dice su suegra tendiéndole la mano a Jimena para saludarla de manera formal. — La conocí ayer cuando fui a la empresa. Bienvenida.
— Gracias señora, para mí es un placer conocerla, Andrew habla mucho de usted.
— Espero que sean cosas buenas.
— Si, por supuesto, que si.
Claudia nota la mirada que ella le da a Andrew y se suelta de su agarre.
— Disculpen. — Dice Claudia retirándose de la escena que le revuelve el estómago, no la pasa y ahora resulta que es su secretaria.
¿Qué secretaria se toma el derecho de mirarla de esa manera? ¿Quién se cree que es? Su mirada retadora, coqueteándole a Andrew su vestido rojo sin escrúpulos. ¿Cómo es posible que él lo permita? Se supone que los invitados serían familiares y amigos, ¿Por qué esa mujer está aquí?
Claudia camina en dirección del baño sin detenerse, salida a varios invitados mientras se aleja para no llamar la atención, está bastante irritada, molesta por lo que acaba de pasar que no puede controlarse, al entrar al baño su corazón late muy fuerte, no sabe que sentir, es como si jugará con su mente, la está sacando de su zona de confort, no es tonta y siente que algo pasa, lo siente.
Mientras que Claudia está en un trance, su madre la busca y Andrew trata de sobrellevar la situación, la veía de reojo mientras se alejaba, no pensaba seguirla, claramente la situación se a salido un poco de las manos y en cuanto su madre lo deja solo con Jimena la enfrenta.
— ¿Qué crees que estás haciendo? ¿Quieres ponerme en evidencia delante de todos? Si mi madre hubiera llegado antes tú y yo no tendríamos está conversación ahora.
— ¿Qué quieres decir? Es curiosa, quiere saber, no la tolero, ¿Que quieres que haga?
— Que te comportes, no me hagas arrepentirme de haberte traído aquí.
— Andrew…— Andrew se aleja dejándola con la palabra en la boca, Jimena pasa su trago amargo tomando de su copa hasta el fondo y toma otra.
En el baño Gabriela va por Claudia.
—Vamos, hija, llegó el momento de anunciar la fecha de la boda.
—Dame un minuto mamá, ya voy.
Gabriela no le da respuesta, se aleja cuando ve a Andrew llegar. En cuanto Claudia sale del baño busca a su madre, por su madre está Andrew a quien ella no quiere ver.
— Nos esperan. — Dice de manera calmada.
— No me toques, puedo caminar sola.
Andrew no la escucha, toma su mano y la guía a la tarima, ambos están muy enojados y lo notan, sin embargo en cuanto llegan ante los invitados sus expresiones cambian. Andrew camina directamente a tomar el micrófono.
—Les agradezco a todos los presentes por asistir a esta muy importante celebración, mi compromiso con Claudia, con quién he estado comprometido a casarme desde que tengo memoria y hoy puedo decir que es un gusto poder compartir junto con ella, esta ocasión, y junto con ustedes poder anunciar que nos casaremos en dos semanas. Sus invitaciones serán enviadas en pocos días para que sigan compartiendo con nosotros esta unión, gracias por venir. — Andrew levanta su copa y todos empiezan a aplaudir.
De la nada tensión se empieza a sentir cuando los invitados empiezan a aclamar un beso.
—Beso, beso, que se besen, que se besen — Aclaman todos los presentes.
Los nervios de Claudia se hacen presente, la tensión de hace un momento se calma. Andrew se acerca tomando la iniciativa, la toma de las caderas y le da un beso corto, un beso sin ánimos que claramente se sintió forzado, aún así los hizo sentir esa conexión que comparten y que los inquieta a ambos en cada acercamiento.
Para ellos un momento incómodo, pero para Jimena la imagen que la saca de quicio. Todos se reúnen para tomarse fotos con ellos, en la cena al tener que contar la historia de su relación, Andrew permite que Claudia la cuente, ella tiene una perspectiva muy diferente de las cosas, claramente agrega cosas para que los invitados se sientan conforme con lo que dice, sus padres intervienen, cuentan su parte y así la conversación se hace menos intensa para todos, sin duda una celebración memorable en la que poco tiempo después de la cena muchos empiezan a retirarse, ya no hay mucho que hacer y mientras la pareja se mantiene unida conversando con los pocos que van quedando la paciencia de Andrew se va al límite. Al ver que todos se marchan y sus padres se reúnen para platicar dejándolos solos, Andrew por fin se aleja de Claudia y ella puede notar el cambio en su expresión.
— Adiós Claudia. — Dice moviéndose a la salida.
— ¿Qué dices? ¿A dónde vas?
—¿Querían un teatro? Pues ya les di uno, aquí no hay más nada que hacer, cuídate Claudia , espero te haya divertido tanto como yo.