Capitulo 5.

2044 Words
Capitulo 5. Andrew se aleja con una expresión de burla, sin notar el instante en que la deja sin aliento, le rompe el corazón. Claudia no puede moverse de su lugar, no puede creer que todo esto sea parte de un show, un teatro montado por su prometido quien se burla de ella en su cara, sus lágrimas empiezan a caer por sus mejillas, Claudia se limpia sus lágrimas y se mueve corriendo a la salida sin notar que él aún seguía ahí, vio su expresión, la manera en la que se tocó el pecho y la manera en que limpio sus lágrimas, quería verlo, quería comprobar que tan sumergida en el juego de su padre está, parece que se le fue un poco la mano, lo siente en su pecho, porque lastimarla nunca ha Sido su intención. Al estar ambos en casa, los pensamientos en la mente de ambos se unifican, todo esto es por la unión de sus familias, todo el trabajo y el esfuerzo de ambas, lo que pase entre ellos no debe afectar lo sucedido, ambos está consiente de lo que está pasando, Andrew no desea realmente este compromiso y ella lo desea con todas sus fuerzas, aunque su prometido tenga el corazón de piedra, ella lo quiere, la hace sentir mariposas en el estómago, tanto que le cuesta creer que realmente todo haya Sido un teatro, quiere darle la oportunidad del beneficio de la duda y le escribe un mensaje. C: ¿Me dirás qué todo lo que pasó fue un teatro? A: Me gané el Óscar, ¿No? C: Sí, el perfecto prometido que cualquier mujer quería tener. Sus palabras nunca obtienen respuesta, Andrew ve el mensaje y hace su celular aun lado tomando su trago hasta el fondo, en su mente no puede permitir que nada lo desvíe de su objetivo principal, su herencia, sus derechos y por lo que su padre lo a sometido todo este tiempo, quiere demostrarle de que está hecho, que no lo va a manipular más a su antojo, y lo va a lograr, aunque de someta a un matrimonio que no desea, lo va a conseguir. *Una semana y media después. Ambos no han tenido comunicación desde esa vez, Claudia a estado muy ocupada con los preparativos de la boda, su suegra y su madre la ayudan en todo, mientras que Andrew batalla con su padre en las empresas, ya tienen todo listo, la casa donde vivirán, la mayoría de sus cosas la va a empezar a trasladar en pocos días. Claudia no a parado de pensar las cosas, no hace más que ver las fotografías de la cena de compromiso, es inevitable no reaccionar a todo esto, su corazón late fuerte al verla porque recuerda que todo fue un Show, nada es real, aunque sienta que algo surgió en tres ellos nada es real. Claudia no para de pensar en hablar con su padre, quizás reunirse con su suegro y que entre todos busquen una solución a todo lo que está pasando, sabe los riesgo de este rompimientos, son años de acuerdos, años de alianza con la finalidad de que ambos disfruten de esos frutos que la unión familiar persista, es su herencia la que está en juego, de ambos, ninguna de las partes desea que haya alguien más en medio, desea que la familia siga siendo una sola y que ambos sigan juntos, un solo patrimonio que los une a ambos, sabe lo que significa, aún así está aquí a punto de entrar en la oficina de su padre para hablar con él. En cuanto Claudia entra a la oficina su mirada se cruza con la de Andrew quien puede notar su expresión de incomodidad al verlo, nota lo rígida que está y puede sentir que algo pasa con ella. —Hola, cariño pasa, Andrew vino a verme para hablar sobre la luna de miel. Al escuchar esas palabras, Claudia lo enfoca. —¿De verdad? —Pregunta Claudia con ironía. —Si cariño, acabamos de reservar un increíble lugar donde la pasarán muy bien en su luna de miel. Ambos se miran y Andrew sonríe ligeramente al verla. — ¿Cómo estás Claudia? — Bien. — Responde Claudia muy sería. — Me alegro, ahora que estás aquí, ¿Si me lo permites Andrés, me gustaría llevarla a comer? — Si, si claro hijo, lo que deseen, vayan diviértanse. — Gracias. — Dice Andrew acercándose a ella. — ¿Vamos? — Pregunta mirándola fijamente. — Claudia querida, ve cariño, hablaremos en casa, vayan, diviértanse. — Lo haremos. — Dice Andrew tomando sus caderas. Sin esperar nada más, Andrew la guía a la salida y Claudia intenta alejarse de su agarre y Andrew la detiene. — ¿Qué es todo esto? ¿Parte de tu show? — Pregunta muy enojada. — Camina, tenemos que hablar. — Dice entrando ambos en el elevador. — ¿De que quieres hablar conmigo? Ya los has dicho todo en la cena de compromiso. — ¿Qué estabas pensando hacer? ¿A qué viniste? — Pregunta de igual manera Andrew. — Si quieres saberlo vine a terminar con esta farsa, quería pedirle a mi padre una reunión con tu padre para resolver esto de otra manera, esto…— El elevador se abre y varias personas entran obligándolos acomodarse. Claudia da dos pasos hacia atrás quedando muy cerca de Andrew quien la sostiene al ella creer que caerá. Ambos se paralizan, Andrew aún la sostiene y ella trata de no verlo a los ojos, están muy cerca tratando de controlar sus emociones. En cuanto el elevador se abre nuevamente, todos salen, Andrew continua tomándola de las caderas, la guía al coche dónde la ayuda a subir. — Al café junto a la torre. — Ordena Andrew y su chófer obedece. Claudia no puede entender lo que él quiere, tiene múltiples comportamiento como si fuera bipolar, la está volviendo loca. En cuanto llegan al café, Andrew la ayuda a bajar del coche, la guía hasta su mesa y ambos se sientan. — ¿Bien? ¿Por qué me has traído aquí? — Claramente porque quiero hablar contigo, no pienso permitir que arruines mis planes, estamos muy consientes de que esté arreglo nos unirá a todos, sabes todos los beneficios que ambas familias han adquirido, todos los logros que han obtenido juntos, tienes muy claras las cosas, y por ello yo quiero proponerte un trato, algo simple Claudia, estamos en esto por conveniencia, no estoy interesado en el romance, me uno a ti por un bien propio, por el bien de todos y la formación de esta gran elite, no hagas que arruine los planes que ya están por concluirse, no seas egoísta y piensa en el resto, en tú familia, en lo que quedarían ante un gran escándalo, solo piensas que haces lo correcto por todos. Claudia se queda en silencio y mira hacia otro lado. — ¿Me pides que siga fingiendo? — Llámalo como tú quieras. —Claudia se remoja los labios incomoda, aunque no se lo demuestra, él le está pidiendo que vivan en una relación sin ser una pareja real, cuando ella realmente lo quiere, y quiere que esto funcione. — No le des más vueltas a las cosas, sabes que es lo mejor para todos. — Entiendo, está bien Andrew, lo haré. Claudia siente que quizás pueda funcionar, que un matrimonio sin amor puede llegar a ser el más duradero, tiene la esperanza de conquistar su duro corazón, lo quiere, solo verlo a los ojos la hace sentir, es algo inevitable. Cuando sus padres se unieron ni siquiera se conocían, su abuelo llevo a su madre frente a su padre el día de la boda, solo se habían visto por fotografía, él vivía en el extranjero y ella aquí en Nueva York cuando las grandes familias se hicieron una sola, quizás con el paso del tiempo ellos puedan a llegar a quererse. — Bien, debo ir a una reunión, ¿Deseas que te lleve a tú casa? — No, estoy bien gracias. — Bien, cuídate Claudia. Claudia se queda en la cafetería a tomar un poco de café, no hace más que pensar en todo lo ocurrido, se centra en lo importante de la situación y sin esperar más se levanta para marchar a casa. Al llegar Claudia nota varios coches en la entrada, muy sorprendida entra a la casa para notar a su madre y su suegra organizando los carritos con los vestidos de novia que han traído para ella. —Bienvenida querida, te estábamos esperando, el gran día se acerca y aún no tienes tu vestido — Dice Alma al verla con mucha emoción. Gabriela sin esperar respuesta la toma de la mano guiándola por el gran salón para que ella escoja el vestido que desea, haciéndola sentir mucha emoción ante los muchos vestidos que hay para ella. Claudia empieza a probarse vestido tras vestido, su madre y su suegra no dejan de aplaudir a los que les gusta y a los que no simplemente los rechaza llevándolos a una canasta, están agotadas, son mucho y aún no encuentran ese que uno dice es el indicado, aquel vestido que cuando lo ves sabes que es para ti por qué te llena de muchas emociones al escogerlo. Claudia empezaba a perder las esperanzas cuando lo ve, un vestido envuelto en papel, al abrirlo sus ojos se humedecen, siente que es el vestido más hermoso que haya visto jamás, su corazón late muy fuerte. El vestido es de tela fina brillante, es ajustado al cuerpo con un corte en v en el pecho, adornado con pequeños diamantes, sin mangas, de contextura ondulada hasta la cola, parece una princesa. En cuanto Claudia aparece su madre y su suegra empiezan a llorar, se ve realmente como una novia, las chicas la ayudan a colocarse el velo y los accesorios. —Oh, cariño, qué hermosa eres. Estás hecha toda una princesa, nuera. Eres la mejor elección para mi hijo. —Hija, Dios mío, no tengo palabras para expresar mis emociones, verte con ese vestido me hace llorar, estoy muy feliz. Eres toda una reina, tu belleza no tiene comparación —Gabriela se levanta para abrazarla. Claudia se ve al espejo y sin poder evitarlo llora de felicidad. — Es perfecto. — Dice sin dudar. * Un nuevo día y todos pasan el día ayudándola a empezar, todos están corriendo de un lado al otro, mañana será el gran día y las emociones en cada hogar están a flor de piel. Claudia no tiene despedida de soltera, ella prefiere quedarse a terminar de empacar las cosas que le faltan para enviarlas a su mansión, mientras que Jimena le da a Andrew su gran despedida, una que él no podrá olvidar. Claudia aún no puede creer que realmente en pocas horas será la esposa del hombre a quién le ha dedicado su vida entera, su crianza, sus costumbres, todo amoldado a él. Ruega en su mente que él algún día pueda quererla como ella lo quiere a él, no puede evitar sentirse conmovida, está noche es muy especial para ella, aunque desearía que Deivi estuviera presente con ella, no tiene amigas, siente que su entorno es muy diferente al resto de las chicas, para ella los buenos momentos en familia son más agradables y con eso en mente va a la habitación de sus padres para dormir con ellos. —Los amo mucho, mamá y papá. —Te amamos, cariño, y queremos lo mejor para ti. Cuídate y cuida a tu prometido. —Lo intentaré —Responde un poco decepcionada. —Cariño, las cosas a veces no son como las queremos, pero tienes que ser perseverante, sé que tú y Andrew podrán encontrar la felicidad el uno en el otro y serán una gran familia. —Dice Andrés tomando su mano. —¿Y si no funciona? —Funcionará, ya lo verás. Al principio será difícil, pero luego podrán salir adelante. —Lo amo papá, pero no lo obligaré a nada que no quiera. — Claudia mi niña, no te preocupes, ustedes son el uno para el otro, ya lo verás, mañana serás la señora Castillo Hernández. Y todos los verán brillar como la pareja que son.
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