Esposa de un hombre de piedra

Capitulo 7.

Capitulo 7.

Pregunta con una sonrisa insinuante mientras lo abraza. Gabriela al ver la escena, no duda en intervenir, no sabe quién sea la mujer pero no permitirá que humille a su hija.

— ¿Me permites? — Dice tomando la mano de Andrew quien accede a bailar con ella.

Al igual que Gabriela, Álex levanta de su silla a Claudia y la lleva a la pista de baile, los dos se confabulan para dejarlos bailando juntos, la escena enoja a Jimena quien puede ver la cercanía de ambos. Andrew toma de las caderas a Claudia y la acerca más a él sin mencionar palabra alguna.

—¿De verdad piensas ignorarme toda la noche? — Pregunta Claudia dándole el beneficio de la duda.

—¿Qué quieres que te diga? — Pregunta Andrew arrojándole una mirada fría y aterradora que Claudia ignora.

—Puedes empezar por decirme, ¿Por qué está ella aquí?

—Es mi boda, ¿Acaso no pueden venir mis amigos?

—¿Amigos? ¿Por qué me humillas así? ¿Qué te hice yo para merecer tu odio?

—Nacer, tú eres la razón por la que me casé por obligación.— Al decir esas palabras Claudia se detiene y lo mira fijamente.

—Lo siento por no ser lo que tú querías, vete con ella, no me importa, ya me cansé de esto. — Responde Claudia alejándose para salir del salón.

Claudia camina tratando de disimular la situación hasta que llega al pasillo que da a su habitación y es ahí donde empiezan a correr, no se detiene, se siente asfixiada y necesita salir de ahí. Al llegar a la habitación Claudia intenta quitarse el vestido, trata pero no puede, y eso la enoja al verlo llegar.

—¿Qué fue todo eso de allá fuera?— dice Andrew arrojando la puerta con fuerza. — Estoy contigo, ¿Por qué te importa tanto si ella está o no? Ya estamos casados, ¿No es lo que querías?

—Quiero a un esposo que me ame, un esposo que este conmigo siempre, que sea atento y considerado, que no traiga a su amiga para humillarme en mi boda. — Expresa con seriedad enfrentándolo.

—No siempre se tiene lo que se quiere Claudia, además ella y yo no tenemos nada. Dios, no sé por qué te estoy explicando, vístete que nos vamos. Le prometí a mi padre que lo intentaría, ese fue nuestro acuerdo, ¿Lo olvidas? ahora vístete que te espero abajo. — Andrew trata de alejarse y Claudia lo detiene.

—Andrew…

—¿Qué? — Responde muy cansado.

—No puedo quitarme este estúpido vestido — Claudia intenta y no puede.

Andrew se acerca a ella de mala gana para ayudarla. Claudia se da vuelta y Andrew empieza a abajar su cierre. Ella puede sentir sus manos cálidas rozar su piel. Andrew quien está cerca de ella siente una sensación extraña, su respiración se agita de repente al ver su piel desnuda, su respiración está sobre el cuello de Claudia dejando una sensación extraña que recorre su piel. La sensación es tan intensa que su piel se eriza con su contacto y Andrew quien está hechizado, la toma del vientre acercándola a su cuerpo.

—Apúrate, me quiero ir de esta fiesta — dice en susurros a su oído.

Andrew se aleja dejándola helada en su lugar por unos segundos mientras él está muy abatido por la sensación, que al ver a Jimena se sorprende.

— Ven conmigo. — Dice Jimena llevándolo a una habitación donde lo empieza a besar, Andrew está tenso por lo sucedido antes y corresponderle se le facilita.

Jimena empieza a desvestirlo quitando su corbata y algunos botones de su camisa.

— Pará.— dice Andrew sin más.

— ¿Qué quieres decir?

— No haré esto, no aquí, no pienso arriesgar todo lo que he hecho sometiéndome a qué me descubran contigo, eso no va a pasar, vamos, salgamos.

Claudia empieza a cambiarse, primero se coloca la lencería que color n***o su madre le regaló y sobre ella su vestido color rojo corto ajustado a su cuerpo, suelta un gancho que dejó su estilista para que su peinado cambie y Ojeda dejar su cabello suelto mientras la corona aún la hace lucir como la novia más hermosa que existe.

Claudia toma su bolso y camina de vuelta al salón, las miradas de todos están puestas sobre ella llamando la atención de Andrew quien habla con Jimena tratando de calmar su escena de celos. Andrew se paraliza al verla, su mirada se posa sobre Claudia, ignorando a Jimena Andrew se acerca poco a poco a Claudia quien lo espera, al tenerlo cerca Claudia lo toma de la mano dándole una pequeña sonrisa. Todos en el salón aclaman un beso, por lo que está vez Claudia toma la iniciativa y se acerca a Andrew dándole un beso apasionado que les roba el aliento ambos, Andrew no puede contenerse y le corresponde tomándola de las caderas.

Ese beso causa en Jimena un fuerte impacto, su enojo va en aumento, al ver que ambos empiezan a bailar muy unidos, tan cercanos. Para Claudia es un gran momento, el que ha estado esperando toda la noche al igual que sus padres, quienes los miran maravillados ante la escena que están dando. Claudia se siente tan feliz, que se deja llevar por las emociones del momento y empieza a tocarlo, su mano se posa sobre el pecho de Andrew el cual acaricia, eso lo tensa, lo quiera he irrita, dejándose saber cuando su mano acaricia su mejilla que se tensa ante ese simple toque.

Andrew no soporta más y se detiene tomándola de la mano para llevarla a la mesa donde pican el pastel dejándole saber a Claudia que quiere irse. Un gran momento para todos, al picar el pastel Claudia le da de comer a Andrew y él a ella, eso representa el compromiso de cuidarse el uno al otro, tradición de la familia. La noche continua y Gabriela no se espera, trae para Claudia el ramo de rosas para que lo arroje a las damas presentes que la alejan de Andrew llevándola al centro del lugar donde Claudia se sube sobre una banqueta para arrojar el ramo que cae en los brazos de Jimena quien sonríe orgullosa fijando una mirada seductora a Andrew incomodando a Claudia quien se baja de la banca con ayuda de su padre quien la atrae para despedirse de ella junto a Gabriela.

—No llores más, madre, o no podré irme —Le dice dándole un fuerte abrazo a su madre.

—Tonterías, ahora más que nunca deberías irte ya con tu esposo. Puede notar su gran conexión, ya no me siento tan preocupada como lo estaba antes de que te casarás, sé que serán muy felices —Expresa con alegría Gabriela, sacándole una pequeña sonrisa a Claudia.

—¿De verdad crees eso, madre?

—Así es hija, se le notaba en la mirada cuando te vio salir con ese vestido rojo.

—Espero tengas razón madre, de verdad quiero que funcione, realmente me importa. — Expresa con algo de tristeza Claudia quien fija una mirada hacia Andrew quien está a lo lejos con sus padres.

—¿De qué están hablando las mujeres de mi vida? —Pregunta Andrés sujetando de las caderas a Claudia quien lo abraza. —Hija, tu esposo está esperando por ti. No deberías hacerlo esperar más. — Dice y Claudia asiente.

—Los amo, son los mejores padres del mundo, a pesar de que me obligaron a hacer esta locura, no podría no amarlos —Expresa dándoles un fuerte abrazo a ambos y un beso.

—Todo saldrá bien, ya verás —Le dice Gabriela al oído.

Claudia se prepara para ir al encuentro, quizás después de que salgan de aquí dejara de fingir y ella deberá hacer lo correcto. Claudia camina ante la multitud que empieza a aglomerarse, ella puede verlo llegar de repente y del otro lado ve aparecer a Jimena, ¿Acaso estaban juntos? La duda se acumula en su mente y la tristeza en su corazón se siente más intensa.

Andrew tiende su mano para ella, Claudia la toma para salir juntos al coche que ya espera por ellos. Se despiden por última vez de los Castillos y los Hernández, quienes le dan su bendición. En cuanto se suben al coche todos se reúnen ante su partida, en especial Jimena quien no piensa quedarse más tiempo ante sus intentos fallidos para convencer a Andrew que se escapara con ella, no esperaba que él realmente pensará irse a esa luna de miel, eso marco entre los dos una brecha, la discusión antes de irse la desequilibra ante todo y no ve más salida que pedir ayuda.

J: Te necesito.

E: Es muy raro saber de ti, debe ser importante.

J: Lo es, puedo beneficiarte mucho, te envié una información, léela y si aceptas te aseguro que tendrán muy buen dinero.

E: Suena interesante, sabrás más de mí, no te preocupes.

Jimena sonríe, sabe que así será, en cuanto se trata de dinero y placeres, él siempre está dispuesto, sus planes han cambiado, desde que vio la carpeta con los boletos y el lugar acordado para la luna de miel, Jimena a estado pensado en ello, tanto que alquilo la cabaña cerca de ellos, pensaba ir, pero eso la haría ver cómo una loca, no piensa exponerse de esa manera, por lo menos no ella.

Un gran plan se lleva a cabo ante una mente maestra, mientras que los recién casados, van en silencio, cada uno en su lado del asiento, Andrew trata de responder a Jimena, mientras que Claudia permanece en silencio pensando en lo que ha hecho. Sus movimientos al cruzar las piernas son notados por Andrew quien no deja de notar lo sensual que le queda ese vestido.

Claudia ajena a su mirada y sus pensamientos, no hace más que preguntarse, ¿Dónde será la luna de miel? Quizás este silencio incómodo se rompa al llegar, no sabe que sentir, son como dos extraños, ya no están fingiendo, estar solos es una tortura. Ella se mueve en cuanto llegan al aeropuerto los hombres de seguridad les abren la puerta, Claudia toma su bolso y camina un poco alejada de Andrew al jet privado que los espera. Clase estremece ante el frío abrazador que hay, Andrew quien lo nota se quita su chaqueta y se la pone sorprendiéndola.

— Gracias.— Le dice sin recibir respuesta alguna.

La guía al jet dónde ella sube mientras él le da instrucciones a sus hombres de seguridad. En ese momento Claudia toma asiente provechado los pocos minutos para responder un mensaje de Deivid quien le ha escrito felicitándola, no puede evitar responder con tristeza fingiendo que todo está bien.

Andrew nota que ella le escribe a alguien, no sabe quién y sin tomarse la molestia de preguntar toma su asiento frente a ella. Ambos se miran por unos segundos y Andrew responde su último mensaje a Jimena.

El avión despega, eso le da a Andrew la entrada a la barra de licores dónde se sienta a tomar. Claudia cierra los ojos, se siente inquieta ante la soledad que siente, no era esto lo que esperaba de su luna de miel, se siente agobiada, pero esto ha sido lo que a elegido, ya no hay vuelta atrás, ella decidió continuar cuando tenía la oportunidad de quizás parar la situación, ahora no puede cambiar las cosas, la idea de ganarse el corazón de piedra de su esposo viene a su mente, una batalla dura que debe enfrentar.

Claudia va al baño, Andrew la nota pasar, se demora algunos minutos y vuelve, va caminando cuando una pequeña turbulencia la hace tambalearse. Andrew quien la nota se levanta y la sujeta tomando la barra de la cabina en la espera de que el temblor pase. Ambos están tan cerca que sus miradas se unen, ella sostiene su pecho como antes y él no puede controlar su impulso. La toma de los muslos y la aprieta contra su cuerpo, le saca un fuerte jadeo que lo detiene ante la escena que hace. Andrew se aleja, juega al juego de contenerse y se está volviendo loco porque ella no se lo pone fácil.

Claudia al verlo alejarse se incomoda volviendo a su asiento, está tan agitada que puede notar la marca de su mano sobre su muslo, no sabe que fue todo eso, pero la sensación es impactante, fascinante, su corazón no deja de latir con frenesí y trata de calmarse ante su presencia, no puede verlo, está tan sonrojada que tal efecto es notable a simple vista por Andrew quien toma de su trago, la observa y puede notar que cada contacto con ella es un detonante ante su hombría.

Andrew se suelta algunos botones de su camisa dejando a simple vista sus tatuajes que Claudia nota al verlo apoyado del asiento con su cabeza inclinada, es muy guapo, sus facciones son perfectas, siempre huele rico, bien arreglado, dejando ver su imponencia ante todos, sin duda a pesar de todo causa un gran efecto en ella, uno que la hace sentir como nunca antes, lo quiere y siente la esperanza de que quizás él llegue amarla como ella a él, no se lo ha dicho, pero lo quiere tanto, se enamoro, pensó que abrir su corazón a esa ilusión de su esposo sería lo mejor y ahora que lo tiene de frente, no se equivoco, siente la necesidad de ver en él más allá de lo que simplemente muestra, lo que hizo con el saco se lo demuestra y quiere intentar sacar por completo a ese hombre que lleva guardado.