Andrea abrió un poco la boca de la sorpresa al saber que pasaría un rato en compañía de Elio Guinot y lo que parecía ser su nueva novia. Jessica no entendía el comportamiento que su esposo estaba teniendo con Elio, esos roces no eran normales y su hígado se volvía bilis pura, tan sólo de pensar que la causante podría ser Enith, era una pesadilla si eso fuera verdad. — Me parece bien, estamos aquí en el hotel, no creo que haya ningún problema —dijo Iñaki intentando arrancarse una uña con los dedos, al ver a Elio y a Roberto decididos a ir por un trago, por lo que se pusieron en camino hacia el establecimiento. Por otro lado Enith, no pudo evitar arrugar la frente y lanzarle una mirada de advertencia a su falso novio, quien solo le apretó con suavidad la mano, en señal de solidaridad. Elio

