Capítulo 1: Quiero a mi bebé

1528 Words
En una pequeña cabaña en los alrededores de la Colonia Tovar, en el estado Aragua, se encontraba Sacha Miller, luego de amamantar a su bebé, una pequeña niña de 6 meses de edad, de nombre Sasy. La orgullosa madre jugaba con su hija cuando de pronto escuchó un ruido proveniente de un vehículo automotor, se acercó a la ventana rápidamente con la bebé en brazos y divisó cuando el vehículo se estacionaba frente a su hermosa cabaña. Del vehículo bajaron cuatro hombres uniformados pertenecientes a la inteligencia militar venezolana, a cargo del Gral. Maximiliano López. Al percatarse que la puerta de la cabaña estaba cerrada en Maximiliano abrió bruscamente la misma de una patada accediendo a su interior. Sacha con su bebé en los brazos se encontraba aterrada al ver llegar a estos militares y entrar en su casa de esta forma. Se quedó viendo aquel militar a los ojos y entonces Sacha aterrorizada exclamó: - !Nooo! .... No te vas a llevar a mi bebé ...! Es mi hija! - El militar sin pronunciar palabra se abalanzó sobre ella y rapó de sus brazos la pequeña criatura que comenzaba a llorar inconsolablemente. Sacha trató de impedir que se llevara a su bebé, pero el militar la bofeteó fuertemente enviándola al suelo, luego dio la espalda, junto con sus otros subalternos regresaron a su vehículo y se retiraron Más tarde los militares llegaron a su base y el general se dirigió a su despacho colocó la niña sobre el escritorio para consolarla y dejara de llorar, minutos después se escuchó los toques en la puerta, el militar entonces respondió: - Adelante puede pasar - La puerta se abrió y entró el May. Alejandro González, tomando una postura de firme exclamó - Mi general permiso para hablar ¿Solicitó usted mi presencia? - El general se levantó de su silla y se dirigió al mayor diciendo: - Sí mayor, lo mandé a llamar para que me haga un favor, tomé esta bebé y deshágase de ella, no quiero saber qué pasó con ella, si la dio en adopción, si la regaló o simplemente la dejó en un hospicio, no quiero saberlo, por ningún motivo debe decirme el paradero de la criatura y esto es una orden. ¿Está claro mayor o se lo explico nuevamente? - El mayor se acercó al general y tomó la niña en sus brazos respondiendo a la solicitud de su general: - Entendido general, no tiene que volverlo a explicar. Yo sabré qué hacer, permiso para retirarme - Entre tanto Sacha desesperada había recogido su abrigo y su cartera, había comenzado a caminar hacia la ciudad ya que no poseía vehículo; después de cuatro horas de caminata Sacha llegaba a la base militar donde comandaba el Gral. Maximiliano López. Se dirige al militar de guardia de la entrada de la base - Por favor requiero hablar con el Gral. Maximiliano López, indíquele que soy Sacha Miller - El militar en forma déspota le responde con voz autoritaria - El general se encuentra en este momento ocupado, no tiene tiempo para recibir a pordioseras, por favor retírese del lugar o la haré arrestar - Sacha angustiada y llorando le insiste humildemente - Por favor señor estoy desesperada, necesito recuperar a mi hija y solo el general sabe dónde encontrarla, por favor déjeme entrar, solo dígale que soy Sacha Miller y me hará pasar - Pero el militar de guardia se encontraba completamente opuesto a acceder a las solicitudes Sacha, cuando intentó repetirle las mismas palabras o a lo mejor palabras más hirientes Sacha lo interrumpió tocándole la mano le dijo con voz dulce: - Mírame a los ojos por favor - El militar de guardia automáticamente accedió a verla a los ojos, pasaron unos instantes donde ambos fijaron la mirada el uno al otro, de pronto la expresión del militar cambió y dijo: - Claro que usted puede pasar, yo mismo la llevaré ante el general - Aquel militar que había tenido una actitud tan agresiva y déspota con Sacha había cambiado su postura, ahora se comportaba como un hombre amable y cordial. Pero, ¿Qué había sucedido?, ¿Porque el militar cambió de actitud? Sacha había tocado el militar y le había pedido que la viera a los ojos, en ese momento ella había ejercido el don sobrenatural que la caracterizaba, la hipnosis, tenía la capacidad de leer las mentes de las personas y colocar en ellas sugestiones o escenas que solo aquel individuo veía El militar hipnotizado había llevado a Sacha ante la presencia del general, tocó su puerta y el General respondió que podía pasar. Se encontraba firmando una cantidad de documentos, cuando alzó la mirada y vio la presencia de Sacha entonces preguntó con enojo - ¿Qué haces aquí Sacha? Y Ud. como se le ocurre traerla hasta aquí, sin mi autorización, ¡Retírese de inmediato Cabo! - Ella respondió con voz firme - Vine por mi hija... ! Entrégamela ahora mismo! - - Jajaja...- se reía con ironía observando a Sacha - No sé dónde está... Puedes verificarlo leyendo mi mente – Sacha ya estaba tratando de leer su mente, había visto imágenes del momento que le entregaba su hija al mayor y de la orden de no informarle sobre el paradero de la niña, había entendido el ardid de aquel mal hombre, para impedir que ella leyera su mente y se informara del lugar donde se encontraba la menor, entonces le preguntó: -¿Cuál es el nombre del mayor?- El general se acercó a ella y le respondió – Es impresionante el don que tienes, has desperdiciado tu tiempo ¿Sabes cuantas cosas podrías hacer con ese don? Podrías ganar la lotería, hacerte millonaria, llegar a la Nasa, en fin, tantas cosas que podrías hacer y solo te dedicas a cuidar a una mocosa. Nunca la volverás a ver, resígnate – Ella enojada le responde –Jamás ni nunca me resignaré, tú lo has dicho, vivo para mi hija, sin ella la vida no tiene sentido para mí, resígnate tú y dime ¿Cuál es el nombre del mayor?- Con sonrisa burlona le responde – Bueno, te lo diré, de todas formas, lo leerás en mi mente, pero de nada te va a servir. Se llama May. Alejandro González – Sacha procede a retirarse cuando tomo la manilla de la puerta el General añadió: - Sacha no tienes necesidad de nada de esto, si solo accedieras a casarte conmigo, podrías tener a tu hija, y viviríamos juntos como una familia, porque siempre te he amado. Pero, si continuas con esa actitud me encargaré que el alto mando militar te secuestre y te enfile en la milicia, para utilizar tu don, porque tú le perteneces a la Revolución Bolivariana y no volverías a ver más nunca a tu hija, tienes muy poco tiempo para decidir cuál opción tomar- Sacha no volteo para escucharlo, solo se quedó allí parada frente a la puerta oyendo, la abrió y sin mediar palabra se retiró del despacho del General. Continúo caminando por el pasillo hasta la oficina de Recursos Humanos y se dirigió a la secretaria tomándole la mano le dijo: -Señorita sería tan amable de indicarme en qué lugar puedo ubicar al May. Alejandro González y su dirección de habitación – Sacha sabía que, si le preguntaba de forma normal, le dirían que esa información en confidencial, así que utilizó nuevamente su don hipnótico. La joven muy amable procede a responder -Claro Señora, ya le doy la información que me solicita- Se dirige a su computadora e imprime la ficha del mayor donde se indica su dirección y le informa: -En este momento se encuentra de permiso dado por el General en su casa, puede buscarlo allí- Sacha toma la ficha impresa y se retira, minutos después la secretaria despierta y se encuentra extraña, no entiende porque dijo eso, ni la razón de imprimir esa ficha, no recuerda a Sacha, esta confundida, tiene una laguna mental, como consecuencia de la hipnosis Mientras esto sucedía el general después que Sacha se fue de su despacho, tomó el teléfono y llamo al Cap. Emilio Borges, preguntando: - ¿Hiciste lo que te pedí? - -Si mi General, está hecho- responde telefónicamente el capitán -Bien hecho Capitán, será recompensado- responde el general finalizando la llamada Sacha toma un taxi y se dirige rápidamente a la dirección del mayor que quedaba a una hora de allí en la ciudad de Maracay, ubica la casa y se acerca a la puerta. Pero al golpear la puerta, ésta se abrió. Sacha dice en voz alta: -Buenas, la puerta estaba abierta ¿Hay alguien aquí que me atienda? May. Alejandro González ¿Se encuentra Ud aquí? – Lo dice una y otra vez, pero nadie responde. Entonces se atreve a entrar, y encuentra la sala, repite nuevamente las mismas palabras, pero todo estaba en silencio, pareciera que no hay nadie en casa Cuando pensaba retirarse escuchó un quejido de alguien y se atrevió a ingresar mas adentro, llegó a la cocina y vio el cuerpo ensangrentado de un hombre extendido en el piso, era él quien se quejaba.
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