Capítulo 1: Quiero a mi bebé
En una pequeña cabaña en los alrededores de la Colonia Tovar, en el estado Aragua, se encontraba Sacha Miller, luego de amamantar a su bebé, una pequeña niña de 6 meses de edad, de nombre Sasy.
La orgullosa madre jugaba con su hija cuando de pronto escuchó un ruido proveniente de un vehículo automotor, se acercó a la ventana rápidamente con la bebé en brazos y divisó cuando el vehículo se estacionaba frente a su hermosa cabaña.
Del vehículo bajaron cuatro hombres uniformados pertenecientes a la inteligencia militar venezolana, a cargo del Gral. Maximiliano López. Al percatarse que la puerta de la cabaña estaba cerrada en Maximiliano abrió bruscamente la misma de una patada accediendo a su interior.
Sacha con su bebé en los brazos se encontraba aterrada al ver llegar a estos militares y entrar en su casa de esta forma. Se quedó viendo aquel militar a los ojos y entonces Sacha aterrorizada exclamó:
- !Nooo! .... No te vas a llevar a mi bebé ...! Es mi hija! -
El militar sin pronunciar palabra se abalanzó sobre ella y rapó de sus brazos la pequeña criatura que comenzaba a llorar inconsolablemente. Sacha trató de impedir que se llevara a su bebé, pero el militar la bofeteó fuertemente enviándola al suelo, luego dio la espalda, junto con sus otros subalternos regresaron a su vehículo y se retiraron
Más tarde los militares llegaron a su base y el general se dirigió a su despacho colocó la niña sobre el escritorio para consolarla y dejara de llorar, minutos después se escuchó los toques en la puerta, el militar entonces respondió:
- Adelante puede pasar -
La puerta se abrió y entró el May. Alejandro González, tomando una postura de firme exclamó
- Mi general permiso para hablar ¿Solicitó usted mi presencia? -
El general se levantó de su silla y se dirigió al mayor diciendo:
- Sí mayor, lo mandé a llamar para que me haga un favor, tomé esta bebé y deshágase de ella, no quiero saber qué pasó con ella, si la dio en adopción, si la regaló o simplemente la dejó en un hospicio, no quiero saberlo, por ningún motivo debe decirme el paradero de la criatura y esto es una orden. ¿Está claro mayor o se lo explico nuevamente? -
El mayor se acercó al general y tomó la niña en sus brazos respondiendo a la solicitud de su general:
- Entendido general, no tiene que volverlo a explicar. Yo sabré qué hacer, permiso para retirarme -
Entre tanto Sacha desesperada había recogido su abrigo y su cartera, había comenzado a caminar hacia la ciudad ya que no poseía vehículo; después de cuatro horas de caminata Sacha llegaba a la base militar donde comandaba el Gral. Maximiliano López. Se dirige al militar de guardia de la entrada de la base
- Por favor requiero hablar con el Gral. Maximiliano López, indíquele que soy Sacha Miller -
El militar en forma déspota le responde con voz autoritaria
- El general se encuentra en este momento ocupado, no tiene tiempo para recibir a pordioseras, por favor retírese del lugar o la haré arrestar -
Sacha angustiada y llorando le insiste humildemente
- Por favor señor estoy desesperada, necesito recuperar a mi hija y solo el general sabe dónde encontrarla, por favor déjeme entrar, solo dígale que soy Sacha Miller y me hará pasar -
Pero el militar de guardia se encontraba completamente opuesto a acceder a las solicitudes Sacha, cuando intentó repetirle las mismas palabras o a lo mejor palabras más hirientes Sacha lo interrumpió tocándole la mano le dijo con voz dulce:
- Mírame a los ojos por favor -
El militar de guardia automáticamente accedió a verla a los ojos, pasaron unos instantes donde ambos fijaron la mirada el uno al otro, de pronto la expresión del militar cambió y dijo:
- Claro que usted puede pasar, yo mismo la llevaré ante el general -
Aquel militar que había tenido una actitud tan agresiva y déspota con Sacha había cambiado su postura, ahora se comportaba como un hombre amable y cordial.
Pero, ¿Qué había sucedido?, ¿Porque el militar cambió de actitud? Sacha había tocado el militar y le había pedido que la viera a los ojos, en ese momento ella había ejercido el don sobrenatural que la caracterizaba, la hipnosis, tenía la capacidad de leer las mentes de las personas y colocar en ellas sugestiones o escenas que solo aquel individuo veía
El militar hipnotizado había llevado a Sacha ante la presencia del general, tocó su puerta y el General respondió que podía pasar. Se encontraba firmando una cantidad de documentos, cuando alzó la mirada y vio la presencia de Sacha entonces preguntó con enojo
- ¿Qué haces aquí Sacha? Y Ud. como se le ocurre traerla hasta aquí, sin mi autorización, ¡Retírese de inmediato Cabo! -
Ella respondió con voz firme - Vine por mi hija... ! Entrégamela ahora mismo! -
- Jajaja...- se reía con ironía observando a Sacha - No sé dónde está... Puedes verificarlo leyendo mi mente –
Sacha ya estaba tratando de leer su mente, había visto imágenes del momento que le entregaba su hija al mayor y de la orden de no informarle sobre el paradero de la niña, había entendido el ardid de aquel mal hombre, para impedir que ella leyera su mente y se informara del lugar donde se encontraba la menor, entonces le preguntó:
-¿Cuál es el nombre del mayor?-
El general se acercó a ella y le respondió – Es impresionante el don que tienes, has desperdiciado tu tiempo ¿Sabes cuantas cosas podrías hacer con ese don? Podrías ganar la lotería, hacerte millonaria, llegar a la Nasa, en fin, tantas cosas que podrías hacer y solo te dedicas a cuidar a una mocosa. Nunca la volverás a ver, resígnate –
Ella enojada le responde –Jamás ni nunca me resignaré, tú lo has dicho, vivo para mi hija, sin ella la vida no tiene sentido para mí, resígnate tú y dime ¿Cuál es el nombre del mayor?-
Con sonrisa burlona le responde – Bueno, te lo diré, de todas formas, lo leerás en mi mente, pero de nada te va a servir. Se llama May. Alejandro González –
Sacha procede a retirarse cuando tomo la manilla de la puerta el General añadió:
- Sacha no tienes necesidad de nada de esto, si solo accedieras a casarte conmigo, podrías tener a tu hija, y viviríamos juntos como una familia, porque siempre te he amado. Pero, si continuas con esa actitud me encargaré que el alto mando militar te secuestre y te enfile en la milicia, para utilizar tu don, porque tú le perteneces a la Revolución Bolivariana y no volverías a ver más nunca a tu hija, tienes muy poco tiempo para decidir cuál opción tomar-
Sacha no volteo para escucharlo, solo se quedó allí parada frente a la puerta oyendo, la abrió y sin mediar palabra se retiró del despacho del General. Continúo caminando por el pasillo hasta la oficina de Recursos Humanos y se dirigió a la secretaria tomándole la mano le dijo:
-Señorita sería tan amable de indicarme en qué lugar puedo ubicar al May. Alejandro González y su dirección de habitación –
Sacha sabía que, si le preguntaba de forma normal, le dirían que esa información en confidencial, así que utilizó nuevamente su don hipnótico. La joven muy amable procede a responder
-Claro Señora, ya le doy la información que me solicita-
Se dirige a su computadora e imprime la ficha del mayor donde se indica su dirección y le informa:
-En este momento se encuentra de permiso dado por el General en su casa, puede buscarlo allí-
Sacha toma la ficha impresa y se retira, minutos después la secretaria despierta y se encuentra extraña, no entiende porque dijo eso, ni la razón de imprimir esa ficha, no recuerda a Sacha, esta confundida, tiene una laguna mental, como consecuencia de la hipnosis
Mientras esto sucedía el general después que Sacha se fue de su despacho, tomó el teléfono y llamo al Cap. Emilio Borges, preguntando:
- ¿Hiciste lo que te pedí? -
-Si mi General, está hecho- responde telefónicamente el capitán
-Bien hecho Capitán, será recompensado- responde el general finalizando la llamada
Sacha toma un taxi y se dirige rápidamente a la dirección del mayor que quedaba a una hora de allí en la ciudad de Maracay, ubica la casa y se acerca a la puerta. Pero al golpear la puerta, ésta se abrió. Sacha dice en voz alta:
-Buenas, la puerta estaba abierta ¿Hay alguien aquí que me atienda? May. Alejandro González ¿Se encuentra Ud aquí? –
Lo dice una y otra vez, pero nadie responde. Entonces se atreve a entrar, y encuentra la sala, repite nuevamente las mismas palabras, pero todo estaba en silencio, pareciera que no hay nadie en casa
Cuando pensaba retirarse escuchó un quejido de alguien y se atrevió a ingresar mas adentro, llegó a la cocina y vio el cuerpo ensangrentado de un hombre extendido en el piso, era él quien se quejaba.