LUCIFER

Parece que el cielo se estuviera partiendo en pedazos, la fuerte tormenta está azotando la noche. Las gotas de lluvia pegan en la ventana como si fuera unos pequeños pedazos de piedra. Estoy dormido, pero puedo sentir cualquier ruido a mi alrededor. Siempre ha sido así, nunca puedo llegar a un sueño profundo, es como si mi cuerpo siempre se mantuviera alerta, duerme, pero no descansa y es realmente agotador, ya que al llegar la mañana siempre me siento cansado. -¡Despierta! – Siento la voz de mi madre – Hijo debes despertar. Abro los ojos, siento su voz nerviosa y desesperada. Me restriego un poco la vista, mi cuarto está oscuro, así que debo tratar de enfocar un poco, para poder ver en la oscuridad. Un rayo ilumina la habitación, eso me permite ver el rostro de mi madre, sus ojos están vidriosos, su mirada está aterrorizada, los hermosos cielos que tiene por ojos, se ven abatidos y cansados. -¿Qué pasa madre? – Pregunto tratando de entender porque me despierta a estas horas de la noche. -Debemos irnos cariño. -¿Pasa algo? – Vuelvo a preguntar. -No podemos hablar, ponte unos zapatos, algo que te abrigue y vamos ¿Si? No tenemos tiempo. Dejo de preguntar, la noto demasiado nerviosa. Sé que en ese estado no va a responder a ninguna de mis preguntas. Hago lo que digo, me levanto de la cama, busco uno zapatos, voy a mi cómoda y saco una chaqueta. Nunca quito la mirada de mi madre, es como si tuviera la sensación de que si aparto la vista por al menos unos segundos va a desaparecer. -¿Estás listo? Me pregunta en su susurro, como si solo quisiera que yo lo escuchara. Desde que entró a mi habitación y me despertó ha estado mirando la puerta, como si estuviera huyendo de algo. -Si. Da una mirada hacia el pasillo y camina hacia mí. Me toma de la mano, se lleva un dedo a su boca y me indica que haga silencio. A pesar que tengo 9 años me caracterizo porque me comporto como si tuviera más, mi padre siempre me dice que soy un adulto atrapado en un cuerpo de niño. Entiendo con todas las actitudes de mi madre que algo pasa. Caminamos por el pasillo de las habitaciones. Quiero preguntar dónde está mi padre y mi hermana, pero sé que no debo hablar, mi madre me lo indicó antes de que saliéramos, así que, guardo silencio, aun cuando toda mi cabeza está loca por saber qué es lo que está pasando y porque estamos moviéndonos por nuestra casa como si fuéramos fugitivos y estuvieran a punto de atraparnos. Caminamos tratando de no hacer ruido, bajamos las escaleras de la casa, ya que las habitaciones están en un segundo piso. Mi madre no ha dejado de mirar para todos lados, cada vez que siente un mínimo ruido me aprieta fuerte la mano, hace tanta fuerza que siento que el cualquier momento me va a quebrar los huesos, pero sigo en silencio, no es momento de quejarse. Después de unos minutos, que debo decir parecieron horas llegamos a la puerta de salida de la casa. Mi madre toma un poco de aire. -Escucha bien lo que voy a decir cariño – Me dice – Voy abrir la puerta y debes correr lo más rápido que pueda, no mires atrás, no te detengas en ningún momento, no hagas ruido y no te detengas. Corre todo lo que puedas ¿Me entendiste? -¿Qué está pasando? ¿Dónde está papá y Molly? – Me siento nervioso. -No hagas preguntas y simplemente sigue la orden que te di – Mi madre suavemente pasa un mano por mi rostro – Eres un niño bueno ¿No? Eres mi adulto atrapado en un cuerpo de niño, así que sé, que vas a ser inteligente y vas a seguir mis indicaciones. -¿A dónde se supone que debo ir? – Le digo. -Lo más lejos que puedas, no puedes dejar que te encuentren. -¿Quién? Mama no entiendo nada – Le digo ya exasperado. -No tienes que entender nada Vi solo hazlo que te digo ¿Si? Doy un suspiro, es inútil, no me va a decir más nada de lo que ya ha dicho, la conozco y sé que cuando quiere ocultar algo, por más que se le presione no va a soltar ni una sola palabra. Asiento para que pueda estar tranquila. Cuando va abrir la puerta alguien la toma del cabello y la tira al suelo, es como una sombra, grande que parece una montaña de músculos. -¿A dónde crees que vas perra? La voz suena como si hubiera saludo de los confines del infierno. Me quedó paralizado. -¡Corre! Ahora... Me dice mi madre, me toma unos segundos volver al planeta tierra, abro la puerta y salgo corriendo, con el corazón en la garganta. No puedo mirar atrás, eso fue lo que me dijo mi madre, no debo parar. No sé cuánto tiempo he corrido, ni si logré escarpar de mi casa, no sé qué tan lejos estoy, pero no he dejado de correr, las lágrimas se escurren por todo mi rostro. Quiero regresar y ver si mi madre está bien, quiero saber dónde está mi padre y Molly, quiero entender porque si ayer estaba sonriendo y comiendo pastas hoy estoy corriendo en medio de la noche y con el cielo casi que cayéndose a pedazos. Corre Vi, corre y no dejes que te atrapen. Eso es lo que estoy haciendo madre. No he dejado de correr. Voy tan rápido como mis piernas me lo permiten. Siento que voy en un oscuro camino, no puedo ver nada, solo veo oscuridad. Hasta que choco con algo o alguien, es como una pared. -¿Ragazzo in fuga? Ragazzo in fuga: Escapando chico. Una voz grave me despierta de aquel trance en el que entré desde que salí de mi casa. Mi cuerpo se paraliza, el corazón se me quiere salir de la caja torácica. Alzó la mirada, y veo a un hombre alto, no puedo verle bien la cara porque un sombrero cobre parte de su rostro, pero sus labios tienen una sonrisa macabra, mi cuerpo se pone en alerta, mi cerebro me dice que es momento de huir. Asi que, no me voy a detener a preguntar quién es. Intento dar la vuelta y correr hacia la dirección contraria, pero cuando lo pienso hacer, el hombre me toma del brazo y comienza arrastrarme. -Capo i'ho trovato. Capo i'ho trovato: Jefe lo he encontrado. Mi cabeza está que se parte al escuchar esas palabras - ¿Jefe lo he encontrado? ¿Jefe? ¿Qué jefe? – Intento zafarme de su agarre, lucho con todas mis fuerzas, le entierro mis uñas en su mano, lo muerdo y me muevo como si fuera un gusano. -¡Quieto niño! Su voz grave me paraliza por unos segundos, pero mi cuerpo sigue en alerta, en modo supervivencia, así que no le hago caso y sigo luchando. Veo que me está trayendo de vuelta a mi casa. Con la poca energía que me queda sigo luchando. El hombre no entra por la puerta principal, si no que toma el camino a un pequeño granero que tiene mi padre para trabajar. Yo sigo en mi lucha, no puedo defraudar a mi madre, le dije que correría y no me detendría. Ya casi nos estamos acercando a la vieja casucha, se ve una pequeña luz que ilumina el lugar, todo mi sistema nervioso está en lo máximo. Cada vez que nos acercamos más y más siento como mi sangre se calienta. Temo por lo que pueda encontrar ahí. Asi que cierro los ojos. -Ya estamos aquí. Dice el hombre y me tira a los pies de alguien, no abro los ojos, no quiero ver nada, a veces la ignorancia es la mejor solución, saber más de lo que debes siempre suele llevarte a una muerte inminente. -Apri gli occhi ragazzo. Apri gli occhi ragazzo: abre los ojos chico La voz hace que mi cuerpo se inmovilice, todo de mi grita que no lo haga, pero mis padres nunca me han enseñado a huir de los problemas, me dicen que uno siempre debe hacerles el frente y mostrarle cuan capaces somos. Poco a poco voy abriendo los ojos, mis sentidos se van agudizando y voy sintiendo voces que antes no oía, siento sollozos, el llanto incontrolado de Molly, las suplicas de mi padre y madre, mi corazón comienza a latir más fuerte, si sigue así, voy a morir de un infarto a mis 9 años. -Ya que estamos todos aquí. Toda la familia junta comencemos. Estoy a los pies de un hombre, este va vestido todo de n***o, su ropa se ve tan cara y elegante, tiene unos guantes de cuero, un reloj de oro blanco cubierto de diamante, poco a poco voy recorriéndolo con mi mirada, al llegar a su rostro, puedo ver que es blanco como la nieve, no puede tener más de 40 o 50 años pero sigue siendo atractivo para su edad, su cabello es rubio como si tuviera oro en vez de hebras de cabello, su expresión denota poderío y dominio, sus ojos azules como el cielo casi blancos se clavan en mí. Tiene una leve sonrisa que lo hace ver como si fuera un demonio. Voy recorriendo el lugar, hasta llegar a mis padres que están amarrados con las manos hacia atrás y con una mordaza en la boca, Molly está a su lado, tambien está amarrada, pero a ella la tiene acostada boca abajo. Intento moverme, pero una mano se posa en mi hombro y me detiene, su agarre, están fuerte que por más que intente zafarme me es imposible. -Qué bonita familia. Dice el tipo que está a mi lado, sentado en una silla como si fuera un trono, yo intento pelear de nuevo, pero mi madre me hace seña de que no me mueva. Asi que me quedo quieto. -No queria venir hasta aquí, pero soy de los que piensa que debes hacer las cosas tú mismo para que todo salga bien. Comienzo a hiperventilar, mi sistema quiere colapsar, mis manos sudan, las lágrimas no dejan de salir de mis ojos, por más que intente detenerlas. -¿Sabes por qué estoy aquí? – Él tipo mira a mi padre y este se estremece. Puedo ver en él, el miedo que invade su cuerpo, tengo esa capacidad, puedo ver el miedo en las personas y es algo que me ha gustado desde hace mucho tiempo, pero, no ahora, parece doble moral, pero ver el miedo en los ojos de mi padre me desagrada. -Sabes que no dejo pasar nada, así que, vengo a cobrar mi ofensa. Veo como el tipo que aún tiene su mano en mi hombro, le hace seña a uno de los hombres que tiene agarra a Molly. Mi cuerpo se tensa. Veo como camina hacia unas herramientas y saca una sierra eléctrica. -¿Qué vas hacer? Pregunto desesperado cuando veo que camina hacia mi hermana de 5 años, veo el terror en su mirada, veo como lucha por soltarse, mi madre y mi padre comienzan a gritar desesperados, yo comienzo a luchar por soltarme, debo llegar a ella. -Adelante amigo. Dice el tipo con una sonrisa en el rostro. Y el hombre que tiene la sierra eléctrica la prende, lucho y lucho, necesito soltarme de este agarre, no puedo permitir que ese objeto llegue a mi hermana. Siento un golpe en mi cabeza, algo que me deja aturdido, pero puedo ver a mi alrededor. El tipo con la sierra la acerca a la pierna de mi hermana y comienza a cortarla, los gritos de mi pequeña son ensordecedor, llorar y llorar, mi madre grita, mi padre maldice y yo sigo luchando por soltarme. Se comienza a armar un gran charco de sangre que cubre a mi pequeña hermanita, es como si estuvieran destrozando tambien a mi corazón, lo están partiendo parte por parte. -Ahora la otra y no dejes nada de ella, ni de ellos. Dice el tipo a mi lado. No sé en qué momento me amarraron a mi tambien, pero ya no puedo moverme. Ante mis ojos veo como desmiembran a mi hermana, como apagan su vida, como el brillo en esos hermosos ojos grises se apaga. Siguen con mi padre, todo lo que está pasando es como una maldita película de terror, es como si la película masacre en Texas tomara vida ante mis ojos, me siento desesperado, yo tambien quiero morir con ellos, yo tambien quiero que me desmiembren y me desaparezcan con ellos. Un niño de 9 años no debe ver como masacran a su familia. Cuando mi vida y mi corazón yacen en unas bolsas negras, todo lo que queda es un vacío caparazón. Mi cuerpo tiembla, mis lágrimas siguen rodando por mis mejillas. Con ellos se llevaron mis sentimientos y las ganas de vivir, con ellos se llevaron todo lo que fui. Una ira y una rabia invade todo mi ser. El tipo que está a mi lado se levanta de la silla y se agacha para buscar mi mirada. -Te perdonaré la vida – Le escupo la cara y recibo una bofetada que me deja ardiendo el rostro – Como decía. Te perdonaré la vida, y como pago por eso, serás mi mejor arma. -¿Por qué haría eso? – Pregunto lleno de la ira que ahora consume todo mi cuerpo. -Porque ahora la venganza es lo que te va a motivar, esa será tú razón para vivir. Dejaste de ser humano y ahora serás una bestia – Me toma de la barbilla y me hace mirarlo a los ojos – Asi que recuerda, Vincenzo Dimarco acaba de morir con sus padres y Lucifer acaba de nacer. -¿Lucifer? – Pregunto con ira, este hombre está mal de la cabeza. -Si. Lucifer... el que traerá destrucción a todos. Le doy una sonrisa de come mierda, este tipo no sabe lo que ha creado. Voy a ser su peor infierno. Hoy dejo ser humano y me convierto en el peor de los demonios.