CAPITULO 8

1827 Words
LUCIFER Los jadeos de la mujer que tengo entre mis piernas son música para mis oídos. Después de besar a esa maldita hechicera, tuve que salir a follarme a la que primero se me cruzara. Tener sus esbeltas piernas entre mis manos, sentir esa piel amarfilada, como ese puto vestido le se ceñía tan bien a sus curvas, ese blanco contrastaba con su piel, los malditos ojos azules le resaltaban, son como el cielo, ese al cual nunca podré ir, pero si quiero tocar ahora. Besarla fue como estar por unos minutos en el paraíso. Fue como un pase de prueba – Demonios, si así se siente el paraíso, quiero volver a estar en el, aunque sea por unos cortos minutos – Tengo su aroma clavado en mi nariz. Sacudo la cabeza – Tengo que concentrarme – No puedo perder la cabeza, no por ella, que es la hija del hombre que más odio en el mundo, solo puedo hacerle daño, no puedo permitirme sentir nada más que no sea odio, ira y rencor hacia el mundo. Me quitó todo lo que más he querido en mi vida, dejándome como un recipiente que solo alberga unas inmensas ganas de destruir y dejar al maldito mundo hecho cenizas. La amargura, la ira y la venganza son mis fieles amigos, siempre caminan a mi lado, son una extensión más de mi cuerpo. Muchas veces los monstruos, las bestias y los demonios no nacen, se hacen, el mundo los corrompe, los hace crueles y sádicos. Quizás unos si nacen, pero a mí, a mí me crearon, y de la peor manera, por mis manos han muertos muchos y esto apenas es el comienzo. -Eres una delicia – Musita la rubia que tengo entre mis piernas. -Lo sé – Digo airoso – Todas me lo dicen. Lástima que solo me prueben una vez. La tomo de la cabeza y la guio para que vea como quiero que me la mame. Me aferro al nacimiento de su cabello y comienzo a follármele la boca. Entro y salgo de su boca de manera salvaje. Y es que yo no sé coger de otra manera, me gusta ser rudo, dominante y fuerte. Mi cangle queda empapado de su saliva. Cierro los ojos para disfrutar del magnífico oral que me está dando. Quiero perderme en la lujuria y el deseo que me ofrece mi infierno, arder en las llamas de este es lo que me mantiene vivo, aunque en el fondo sé qué hace mucho estoy muerto por dentro. Gruño y dejo salir jadeos. Ella toma mis bolas entre sus suaves manos y da lametazos a mi polla, es una verdadera hembra. Mi mente se está sumiendo a ese poso de la perversión, cuando de repente aparecen esos cielos hecho ojos, ese cabello rojizo, esos pequeños labios que tanto ansió volver a besar, esas pequeñas manos que quisiera que tomaran mi polla y la masturbaran. Sacudo la cabeza - ¿Qué te está pasando maldita sea Lucifer? – Tengo que aterrizar. Quiero correrme, pero cuando vuelvo a cerrar mis ojos, vuelve aparecer ella, me entierro más duro en la boca de la rubia, estoy afanado, desesperado por correrme, tengo cosas que hacer, pero no puedo irme cargado, me amargaría el día. Siento como le dan arcadas a la mujer a la que me le estoy follando la boca, pero no me importa, en estos momentos quiero correrme y olvidarme de esa maldita hechicera. Me aferro más a su cabello y ella sigue chupando, lamiendo y ayudándose con las manos, pero no lo logro, me estoy frustrando. Gruño, jadeo, estoy extasiado, enceguecido, quiero llegar, pero su imagen no me deja avanzar. Me exaspero, así que me detengo. -No sabes dar una buena mamada – Le digo rabioso – Vístete y lárgate de aquí. Me subo los pantalones y salgo de la habitación dejándola sola. Tomo el casco de mi moto y me dirijo a la gran bodega donde me tengo que encargar de un asunto. Tengo la rabia y la amargura por los cielos, estoy caliente y cabreado. No puedo perder la cabeza. Ella es mi enemiga. Debo hacerla sufrir. Repito en mi cabeza, una y otra vez, no puedo perder el enfoque. Al llegar me recibe Antoni junto con Ares mi perro, es un rottweiler. n***o con manchas café, tiene los ojos negros como la noche, son como un aterrador abismo donde solo ves oscuridad, es que, en mi vida, no existe luz, todo en mi es oscuridad y maldad. -¿Tienes lo que te pedí? – Le pregunto a Antoni. Mientras me agacho a saludar a mi perro. -Si – Me dice él manteniéndose firme. -Novedades – Pregunto mientras me pongo de pie y saco los guantes de cuero que traigo en la parte de atrás de mi vaquero. -Se le hizo un largo seguimiento por semanas, se descubrió que, igual que el otro imbécil que se comieron tus nenas, le ha estado pasando información a los Parodi – comienzo a caminar, si venia amargado ahora ya estoy a punto de envenenarme con mi propia saliva – Rutas de la droga, de las armas y de todos los negocios. -Imbéciles – Digo hastiado. Todavía no entiendo ¿Cómo creen que pueden traicionarme y yo no me enteraré? Parece que no supieran quien soy. -¿Algo más? – Vuelvo a preguntar. Al ver que se quedó callado y que no sabe cómo pararse. -Se enteró quien eres y que estás haciendo aquí – Me dice nervioso. -Todos saben quién soy y que hago aquí – Le digo jugando con mi perro cuando se acerca a mí. -No hablo de eso. Mi cuerpo se tensa. ¡Por todos los demonios de mi maldito infierno! un día de esto mi propio organismo de tanto veneno va acabar conmigo. -No sé de qué me hablas – Me hago el desentendido - ¿Novedades sobre la nueva droga? -Si – Lo veo sacar su tablet – Se han probado a muchos y será la más letal. -¿Qué lleva? – Pregunto. Quiero saber todo con respecto a esto. -FAK así se llamaría – Dice él pelirrojo caminando hacia el cuarto donde tengo a mi próxima víctima – Son las iniciales de las drogas que se han mezclado (Fentanilo, AH-7921 y krokodil) esto hará dependiente a cualquiera en menos de una semana, por toda la toxina que contiene. -Detalles de cada droga – Digo mientras me acerco cada vez más al lugar a donde voy. -Como sabes el Fentanilo: es un potente opioide agonista sintético utilizado como analgésico. Tiene una potencia superior a la morfina – Toma aire, no le gusta hablar mucho de esto – AH-7921: es un fármaco analgésico opioide selectivo para el receptor opioide, que tiene alrededor del 90% de la potencia de la morfina cuando se administra por vía oral y el krokodil: Es un análogo de la morfina, en el cual se ha eliminado el grupo 6-hidroxilo y se ha reducido el doble enlace en la posición 7,8. ​ Posee efectos sedantes y analgésicos, siendo entre 8 a 10 veces más potente que la morfina. -Todos contienen morfina – Digo cuando me planto delante del imbécil que pretendía dañar mis planes. -Sí, sabes que la morfina es un analgésico que se utiliza para calmar los dolores fuertes, en grandes cantidades es mortal, y totalmente adictiva, eso es lo buscas ¿No? Crear algo que te permita tener el control de las víctimas a las que se les suministre. Sonrió de lado. Sabe lo que quiero hacer, y aunque no le guste mi idea, me apoya. -Ahora entiendo tu maldito apodo, realmente eres el puto diablo hecho persona – Mueve las manos de manera dramática. -Si. Y por eso este cabrón de aquí va arder en mi infierno – Le digo con una sonrisa llena de maldad. Hago seña para que le destapen el rostro. -¡Buenas noches! – Digo. Arreglándome el puño de la camisa - ¿Te han tratado bien mis hombres? -Lucifer – Arrastra las palabras en el maldito acento ruso – Sabes que no son tus hombres, son los hombres del hombre que mató a toda tu familia y te convirtió en su perro fiel. Sonrió, todos dicen lo mismo, lo que no saben es que él no me obligó a ser lo que soy, simplemente me sirvió como medio para aprender a ser lo que ahora soy y lo que quiero ser de aquí en adelante. -Debo aclarar que no soy un perro, soy una bestia y no soy fiel, simplemente estoy tranquilo, hasta el momento en el que deba atacar. Me levanto de la silla donde me había sentado, tomó un tarro lleno de gasolina y comienzo a esparcirlo por todo su cuerpo. -¿Qué información le estabas pasando a los Parodi? – Hablo con calma – Obvio lo sé, yo lo sé todo, pero quiero que me lo digas. -Yo... - Las palabras se le cortan cuando comienza a moverse – Yo... -¿Te comió la lengua la bestia? – Le digo con una sonrisa en mi rostro. Lo tengo sentado en una silla, amarrado de manos y pies. -Debo confesar que te queria matar de otra forma, pero... - Tiró a un lado el tarro que tenía en mis manos – Prefiero que ardas y ver como tu piel se calcina – Me quedo en silencio, como si estuviera pensando – Hay una frase que dice "El infierno son otros" – Miro a Antoni - ¿Quién lo dice? -Jean Paul Sartre – Me responde el pelirrojo aterrado, nunca le ha gustado. Él es mas de investigar. -Pero debo decir que en esa frase hay una equivocación – Me alejo del tipo, saco el encendedor de mi bolsillo. -Te diré todo lo que quieras saber Lucifer – Me dice el imbécil desesperado – Todo lo que quieras, y no diré nada de lo que estas creando, me iré lejos ¡Lo juro! Sacudo la cabeza. -Quiero que me digas cual es el error en esa frase – Digo calmado mientras juego con el encendedor. -¡No sé de qué hablas! Pero tengo información valiosa de los Parodi – Comienza a gritar. Vuelvo sacudir la cabeza. -Cuando lo pregunté. Te quedaste callado, ahora ya no quiero saber – Me encojo de hombros – Igual ya sé la información. Solo queria escucharte. -Me escucharas ¡Lo juro! Niego. -Ahora quiero escuchar la falla en esa frase que te dije. Veo como llora – Que marica – Hasta orinó los pantalones. -Que... Que... - No puede no modular palabra cuando dejo que la llama en el encendedor resplandezca. -Ni hablar puedes – Lanzo el encendedor – La falla es que el infierno no son otros, el infierno soy yo... Me alejó del lugar. Dejando atrás una parte del infierno, que se le viene al mundo, porque esto solo es el comienzo de la destrucción.
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