Embarazada y abandonada

Estaba sentada en mi pequeño apartamento, el reloj marcaba las 11 de la noche y el silencio me envolvía. La prueba de embarazo en mis manos parecía un mensaje del destino que no podía ignorar. Las dos líneas rosadas parpadeaban como una advertencia, confirmándome que mi vida estaba a punto de cambiar de una forma que jamás habría imaginado. Justo una semana atrás, Jake, mi ex novio, había decidido que nuestra relación debía llegar a su fin. No sabía cómo iba a reaccionar ante esta noticia. Las lágrimas comenzaron a empañar mis ojos mientras mi mente se llenaba de preguntas. ¿Cómo podría enfrentar a Jake con esto? ¿Cómo podía contarle que estaba esperando su hijo después de que él había decidido abandonarme? Había jurado que superaría la ruptura, pero esta noticia sacudió mi mundo de una manera que no estaba preparada para manejar. Decidí que no podía evitarlo más. Tomé mi teléfono y marqué su número. Escuché el timbre, una, dos veces, hasta que finalmente respondió. "¿Hola?" Su voz sonó sorprendida. "Jake, necesitamos hablar," dije, con la voz temblorosa. "¿Qué pasa?" Jake preguntó con una nota de preocupación en su voz. "Estoy en tu edificio, ¿puedo subir?" pedí, sintiendo la necesidad de estar cara a cara con él para explicar la situación. Unos minutos después, estaba parada frente a la puerta de su apartamento, con la prueba de embarazo en mi bolso. Jake abrió la puerta, y sus ojos se encontraron con los míos. La tensión en la habitación era palpable. "¿Qué estás haciendo aquí?" preguntó Jake, claramente sorprendido por mi visita. "No es algo que pueda decir por teléfono. Necesito hablar contigo," respondí, evitando su mirada. Jake me invitó a entrar, y nos sentamos en su sala de estar. El silencio se hizo incómodo mientras ambos evitábamos el tema. Finalmente, reuní el coraje para hablar. "Jake, necesito decirte algo importante. Algo que ha sucedido desde que terminamos," murmuré, sin atreverme a mirarlo. Jake frunció el ceño. "¿Qué es?" Respiré profundamente y saqué la prueba de embarazo de mi bolso. Lo coloqué en la mesa de café entre nosotros, con las dos líneas rosadas claramente visibles. Jake la miró, sus ojos se abrieron como platos. Estaba en estado de shock, incapaz de decir una palabra. Finalmente, después de un incómodo silencio, habló. "¿Es esto lo que creo que es?" Asentí con la cabeza, las lágrimas ahora rodaban por mis mejillas. "Sí, Jake. Estoy embarazada." Jake seguía sin palabras, su mirada fija en la prueba de embarazo. Finalmente, sus ojos se encontraron con los míos. "¿Cómo... cómo pasó esto?" Comencé a explicarle todo, desde el momento en que decidió romper conmigo hasta el descubrimiento de mi embarazo. Jake asintió lentamente, como si estuviera tratando de procesar la información. "Jake, entiendo que esto es abrumador, y que no esperabas esto, pero necesito que estés en esto conmigo," le dije con voz suplicante. Jake pareció perdido en sus pensamientos por un momento antes de responder. "No esperaba esto en absoluto, pero... sí, estaré aquí. No puedo simplemente alejarme de esto." Un alivio inmenso llenó mi pecho. A pesar de la sorpresa y el shock, Jake estaba dispuesto a enfrentar esta nueva realidad conmigo. Jake me miró con determinación. "Vamos a enfrentar esto juntos, sin importar qué." Mis lágrimas ahora eran de alegría. Estábamos en esto juntos, y eso era lo que más necesitaba en ese momento. La vida había tomado un giro inesperado, pero estábamos decididos a hacerlo funcionar.