Capitulo 6
– ¿Qué hiciste que? – me pregunta Greg riéndose de lo que le acabo de contar
– ¿Cuál de las cosas? Porque termine dándome una ducha de agua fría por jugar con ella así, a mi también me afecta
– ¿entonces por que no le dices que la recuerdas y te la llevas a la cama?
– Porque tengo orgullo, no va a librarse tan rápido por dejarme durmiendo en la habitación del hotel e irse como si no hubiese pasado nada
– Eres un hipócrita – suspiro con desgana. Se por que lo dice, y no me interesa si hice eso mil o un millón de veces, ella no podía hacerlo, quería verla en mas ocasiones, todavía quiero hacerla mía.
– Solo lárgate de mi oficina – señala fuera del cristal por el que puedo ver a Gia, esta hablando con el idiota de recursos humanos, se esta riendo justo como se rio conmigo esa noche, una risa que no he visto en ella desde que la vi en la empresa. Aprieto los dientes – cuando salgas dile a ella que entre aquí – sigo apretando los dientes hasta sentir que l mandíbula se me va a romper en cualquier momento.
Greg sale de la oficina riendo, Gia entra un par de minutos después. Mi paciencia esta llegando al limite con esta mujer.
– ¿Qué hacías hace un momento? – le pregunto todo lo calmado de lo que soy capaz
– ¿a que se refiere? – me pregunta, tal pareciera que no tiene idea de lo que hablo.
– Se veía cariñosa con el idiota de recursos humanos
– Se que no me toca decir esto, pero llamar idiota a uno de sus empleados no es algo que se vea bien, no debería de hacerlo delante de nadie mas – ahora se atreve a darme lecciones, camino a ella con paso amenazante y dejo mis ojos fijos en los suyos
– Creí que no se acostaba con cualquiera
– Esa es mi vida privada, hace un momento solo estaba hablando con un compañero de trabajo, y aunque me quiera acostar con el no es de su incumbencia, en la empresa no hay ninguna regla contra eso – así que incluso sabe eso – y puede que no sea que no me acuesto con cualquiera, a lo mejor no me interesa acostarme con un tipo como usted – me da la espalda para marcharse y la detengo golpeando la puerta semi abierta con mi mano haciendo que se sierre con un estruendo y que ella quede atrapada entre mi cuerpo y la madera, se gira en mi dirección. Su boca esta cerca, tan cerca que solo tendría que acercarme un poco para besarla.
– ¿normalmente es tan valiente señorita Donovan? – veo que traga con dificultad, puede decir lo que quiera, pero su cuerpo reacciona a mi de forma inmediata, y es todo lo que necesito.
– Me recuerdas ¿cierto? – me pregunta, mi plan de atormentarla queda estropeado, pero ahora esta bien que ponga mis manos en ella, y no pierdo tiempo para hacerlo
– Tan bien como tu a mi – le digo, hablo cerca de su oído y la siento tensarse
– ¿entonces por que actuaste como si no lo hicieras?
– Tu comenzaste con esto – pone ambas manos en mi pecho y me empuja, sin fuerza pero de forma insistente
– ¿Qué haces? – le pregunto sin ceder ante la presión, la tengo donde quiero, he pensado en esto bastante asi que no pienso retractarme tan fácil
– ¿Qué hubieras hecho en mi lugar? El hombre al que no pensé ver nunca mas en mi vida aparece ante mi y nada mas y nada menos que como mi jefe.
– ¿ya sabias que iba a ser tu jefe cuando me dejaste en la habitación del hotel solo? Porque desde ahí comenzaron mis problemas contigo
– Lo siento por eso, se que debes de sentirte incomodo conmigo por lo que sucedió – me empuja con mas fuerza y no me queda mas que apartarme – fue muy descarado de mi parte querer quedarme después de hacer algo como eso, ahora mismo voy a presentar mi renuncia – se va a dar la vuelta y la tomo de la mano.
– ¿Qué dices?
– Que voy a renunciar, vine aquí para hacer mi mejor esfuerzo y mantener el trabajo, pero no creo que podamos tener una relación profesional.
– ¿así que estas escapando de nuevo? – se queda en silencio – no tienes que presentar tu renuncia, si quieres una relación profesional hagámoslo, demos por aclarado el incidente del fin de semana, a partir de ahora vamos a olvidarnos de que sucedió alfo como eso ¿feliz? Puedes irte – no fue así como me imagine que seria, creí que cuando la desenmascarara terminaría entre mis brazos, con mi cuerpo sobre el suyo y jadeando desesperada esperando por mas. Pero nada mas lejos de la realidad.
El resto del día es una tortura, cada vez que la veo mi ego se lastima seriamente, termino el papeleo para la llegada del nuevo cargamento de autos y me dispongo a irme.
– Sígame señorita Donovan – le pido pasando por su lado y evitando mirarla, ella obedientemente toma su bolsa y me sigue, le abro la puerta del auto y la hago entrar, subo a su lado – lléveme al hotel Santa Marta – le pido al conductor, ella me mira asustada – deja de mirarme así Gia – estoy fuera de la empresa así que no necesito utilizar su apellido – después de dejarme allí lleve a la señorita a su casa, hoy tuvo un día difícil.
Me bajo del auto, antes de cerrar la puerta veo que se queda desconcertada. Se muy bien en lo que estaba pensando cuando pedí que nos llevaran al hotel, entro con calma sintiéndome malvado como un niño pequeño. La reacción que tuvo al saber que yo la recordaba no era lo que estaba esperando en absoluto. Entro en el salón de masajes de mi hermana que se encuentra en el tercer piso del hotel, ella me esta esperando y me saluda con una sonrisa.
– Pensé que no vendrías, por como me hablaste en la mañana creí que intentabas molestar a alguien.
– Lo hacia, pero también necesito con urgencia sacarme todo el estrés acumulado que tengo en mi cuerpo.