(AURORA IBARRA) (CONTINUCIÓN) Creí ahí que Tomas era Carlos, y me obsesioné en ese momento, pero aun así algo en mí se apoderaba para alejarme, para que continúe con mis aprendizajes, que siguiese avanzando y comience a investigar que podía hacer. Volví a crear historias en mi mente, mi obsesión por Argentina fue más fuerte, ya la tenía desde muy pequeña porque me encantaba ver programas argentinos, pero sin querer queriendo me salían esa particularidad de hablar y no es que la practicará, incluso estudié con unos argentinos que solo encendieron más mi propia obsesión. Esto nació cuando aún estaba vivo mi papá. Tendría unos siete años cuando la curiosidad por este país nació. Sabía que debía ir, que quiero ir, pero jamás entendí porque, hasta hoy. Y es que por más que antes estuviese de