Capitulo 5.

1065 Words
—¿Estas bien?— Le preguntaron a la joven, olvidando por completo a Beliel quién era quien había salido afectado. Ya se encontraban en el salón todos preocupados por Evelyne. —Al parecer fue Sasha del grado superior al de nosotros.— Comentó un chico entrando al salón. —Le diremos al profesor lo que intento hacerte, eso no puedo quedar así como si nada.— Dijo lamentando que le quisieran hacer una broma de mal gusto a una chica que no le había hecho daño a nadie. —Estoy bien, gracias a todos por preocuparse por mi.— Sonrió amable. No se sorprendió al escuchar que le querían jugar una broma ya que ella estaba enterada de todo. No era tonta sabía que así como muchas la querían otras le tenían envidia. —¡chicos a sus asientos la clase esta por comenzar!— Ordenó el profesor quien acababa de entrar al aula. Evelyne observó de reojo los asientos de los gemelos los cuales estaban vacíos. De seguro Beliel estaba intentando quitarse la pintura. Lo que más le daba gracia es que su uniforme había quedado por completo arruinado. Golpeó repetidamente su lápiz con el pupitre, el tema que estaban dando se lo sabía de memoria y si nuevo libro lo había olvidado en su casa. —Profesor— Alzo su brazo. —Me duele un poco el estómago ¿Me permite ir a la enfermería?— Preguntó. —¿Quieres que te acompañe?— —¿Es culpa de Sasha, verdad?— —Dejanos ir contigo.— Algunos compañeros empezaron a decir asustados por la salud de su amiga. —Puedes ir. ¿Quieres que alguien te acompañe?— Pregunto el profesor en el mismo estado que todos. Negó. —No hace falta, muchas gracias a todos.— Les regalo una de sus mejores sonrisas. Salió del salón. Su rostro se puso neutro. —Estúpidos—hablo en voz baja con asco. Camino por los pasillos vacíos. Sonrió al ver entrar a Sasha a los baños, amaba al maldito destino y a su buena suerte. Fue hasta ella en silencio esperando que entrara a unos de los cubículos. Cerró con seguro la puerta esperando paciente y divertida a su presa. Sasha salió dando un brinco de susto al ver a Evelyne. Intento hacerse la tonta ignorándola, pasando al lavamanos para limpiarse. —¿Qué miras?— Le pregunto al sentir su mirada intensa en ella. —Nada solo a la basura que intento bañarme de pintura.— Dijo con seriedad y un aura que podría aterrorizar a cualquiera. —No se de que me hablas.— Intentó caminar a la salida siendo sujetada por el cabello. —¿Así que no sabes de qué hablo?— Pregunto tomándola con fuerza. —Suéltame, me lastimas— Gimió de dolor la chica. —¿Estas loca?— Grito. Evelyne la aventó al suelo y con un rápido movimiento le soltó un golpe en su estómago sacándole todo el aire. —¿Qué te pasa?— Grito adolorida. —Solo fue una broma.— Se excuso temerosa, no podía creer que la amorosa, amable y carismática chica que era querida por todas al final resultará ser un monstruo. Evelyne saco de su bolso una pluma. —Fue un grave error querer meterse conmigo.— Hablo acercándose a ella. Sasha intentó levantarse pero fue imposible ya que Evelyne había sido más rápida, estaba encima suyo apretando su cuello. —¡Déjame!.— Pidió intentando quitar la mano de su agresora. —¿No te gustaría jugar?— Pregunto Evelyne acercando la punta de la pluma al ojo de Sasha. —Lo siento, lo siento mucho.— Lloro con dificultad aterrada. Pasaron segundos hasta que Evelyne soltó un suspiro. —Que llores le quita la diversión.—La soltó tomando postura recta, sacudiendo su uniforme y guardando su pluma. —No se te olvide disculparte.— Dijo. Se dio la vuelta quitando el seguro, saliendo del baño como si nada topándose a Beliel. Ahora tenía una sudadera vieja con residuos de pintura en su cabello. Lo ignoró por completo yendo a la enfermería. Una semana después. Sasha había dejado la escuela al ya no poder tolerar a toda la escuela haciéndole burla, molestándola y jugándole bromas pesadas hasta llegar al punto de llegar a golpearla después de lo que había echo y decir lo que Evelyne le hizo en el baño. Nadie le creyó todos creían que había esparcido ese rumor por la envidia que le tenía. Antes de ir se, Sasha se acercó a Beliel quién se sorprendió al verla, le había pedido disculpas por a verlo cubierto de pintura. —El trabajó que les dejaré será en equipo puede ser de dos o de tres.— Dijo el profesor. —Falta poco para terminar la clase así que pueden empezar a buscar y ponerse de acuerdo.— Comentó. —¿Quieres ser mi compañera?— —No, se la mía.— —Agamos equipo de cuatro— —¡Yo también quiero ser equipo con Evelyne!— Evelyne los miró, en realidad no quería hacer trabajo con ningúno. —Si no les molesta quiero hacer equipo con cannan y beliel.— Dijo. —¿Están de acuerdo.?— Los volteo a ver. Beliel estaba sorprendido pero asintió, mientras cannal tan solo guardo silencio. Los demás compañeros se hayaron sorprendidos por la decisión que habia tomado la dulce niña y decepcionados se alejaron diciendole que no se tenia que preocupar que para la próxima podrían hacer un trabajo juntos. Evelyne se acercó a ellos tomando lugar enfrente el cual se encuentraba vacío ya que nadie quería sentarse cerca de ellos. —Haremos la tarea en su casa.— Dijo Evelyne. —No, en nuestra casa no.— Hablo cannan. —¿Podríamos hacer la tarea en tu casa?— Pidió Beliel. Pero negó. —Quiero hacer el trabajo en su casa, así que cannan escríbeme la dirección de su casa, mañana es sábado así que puedo ir.— Dijo mirando a cannan quien traía ropa normal, había sido regañado ya un par de veces por no ir con el uniforme pero no era que no quisiera si no que le había dado el suyo a su hermano. Escribió su dirección en la hoja blanca sabiendo que estaba cometiendo un grave error. Sentia que algo malo pasaría.
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