VOLVERÉ

Año 1945   Edward Brown un guapo y adinerado joven de 25 años, capitán de la tropa 145 de Estados Unidos, llega a el puerto de Coral con la mitad de su tropa, él hace parte del ejército Estadounidense que lucho contra Hitler y su ejército alemán , después de una dura batalla ganaron el pasaporte de regreso a casa.   Edward no se siente bien, perdió a la mitad de su tropa, amigos caídos, muerte destrucción fue su panorama, para ningun hombre es facil soportar aquellas imagenes, pero su padre le inculco el valor por defender su patria   Su padre el General Samuel Brown mueve sus influencias para que su hijo regrese con su ejército, rearmarlo  y regresarlo a Berlín, todos saben que los días de Hitler están contados y falta poco para declarar victoriosos a los aliados.   Edward llega a un pequeño puerto costero  donde todos los barcos con soldados hacen una parada y de allí se embarcan a sus ciudades,  necesita llegar a Washington donde lo espera su padre con nuevas instrucciones, además su madre desea que en este regreso  formalice su compromiso con la bella Susana Williams, la chica ideal para el, la que su familia eligio como su futura esposa, no tienen mucho en comun y poco han hablado pero todo el mundo le felicita por su suerte.   Los barcos están atrasados debido a la gran cantidad de heridos y c*******s que se han acumulado, la tropa de Edward decide pasar esos días en Coral mientras pueden embarcarse hasta el puerto de Seattle, se hospedan en uno de los tantos sitios improvisados para hospedar a los soldados, para la gente de Coral son unos héroes y se esmeran en recibirlos y hacerles grato el ambiente, no es fácil lo que pasaron y el patriotismo está a flor de piel en la gente.   Hank un solado de la tropa y amigo de Edward lo invita a un club de la ciudad donde todos los soldados van a tomar unos tragos y oír música, pero sobretodo ver el show central del lugar, una guapa joven de melodiosa voz que se hace llamar La perla de Coral.   Edward no desea asistir, siente que al divertiste le falla a sus amigos fallecidos, que le falla a su país por tener unos segundos de alegría, su padre le enseño otro tipo de cosas como la responsabilidad.   Hank y los demás son insistentes aprecian a Edward fue un gran líder en momentos difíciles y le hacen ver que debe intentar animarse, el joven ante la presión acepta pero se siente desanimado.   Edward  se sienta en la mesa del bar y pide una cerveza, agacha la mirada fijamente a la mesa y aquellas imágenes de guerra parecen estar impresas en su cabeza, alza la mirada y ve  a su tropa disfruta de la música y el alcohol. Sabe que los chicos merecen un poco de diversión, pronto regresaran y quizás muchos de ellos morirán.   Hans le pide una botella de vino a su Capitán, que la acepta para no verse grosero con su tropa.     - ¡por el capitán Brown!- dice Hank.    Todos aplauden y silban alegres, Edward solo finge una sonrisa, toma de su copa de vino con los demás soldados tratando de olvidar, pero es difícil borrar aquellas imágenes.   - Pronto todo acabara - dice Hank dándole una palmadita en la espalda a su amigo.   - Tienes razón - Dice Edward recordando que le espera su familia y su bella prometida.   Susan es una gran chica, le da estabilidad pero no la ama, sin embargo cree es la mejor opción que puede tener, ninguna mujer lo ha cautivado del todo y su madre siente un gran aprecio por Susan al grado de darle el apoyo de su familia.   Las luces del lugar se apagan, Edward odia la oscuridad, pero pronto en improvisado y humilde escenario del bar se abre el telón.   Un fondo barato de noche estrellada y una escalera son la decoración de utilería para el gran show del que todos los hombres hablan, una luz ilumina una linda rubia que baja por las escaleras con un entallado vestido rojo.   Los hombres aplauden y silban maravillados con la mujer que sonríe tiernamente, la chica toma el micrófono, hace una seña a un viejo pianista que empieza a tocar y  ella canta con una dulce y tierna voz   “Bésame... Bésame mucho, como si fuera esta noche la última vez " (autor: Consuelito Velázquez).   Edward se maravilla ante la presencia de la chica,  suelta su copa de vino que cae al suelo,  mira a la chica de arriba abajo dejando su boca abierta y alza una ceja, jamás había visto a una mujer tan bella, tan tierna, tan especial, sus rizos dorados contrastando con aquel vestido rojo brillante y su te blanca son un lienzo precioso de admirar   La cantante coquetea un poco con los soldados y se detiene enfrente de Edward, sonríe tímida, siempre había estado rodeada de hombres pero es la primera vez que la mirada de uno la intimido y puso nerviosa. Los ojos Azules de Edward parecen penetrar su alma, su mano se pone algo temblorosa cosa extraña en ella, el ruido de los demas espectadores ya no le parece grotesco , solo escucha la musica mientras la imagen del soldado entra en sus pupilas   Le canta un poco más al soldado casi dedicándole la canción, Edward esta petrificado solo atina a tomar su mano y darle un beso en ella, la cantante sonríe y sigue con su show.   Los soldados la miran encantados por la belleza de la mujer y su hermosa voz, es de esas mujeres que puede enamorar en un segundo, que enmudece a cualquier Playboy conquistador.   Finaliza la canción subiéndose al escenario, todos la ovacionan, ella se despide con una gran sonrisa.     - ¿quién es?- le pregunta Edward a Hank que alza los hombros en señal de ignorancia.   Pero el dueño del lugar disipa sus dudas - Un gran aplauso para la reina del lugar, nuestra perla de Coral, la bellísima Laura Sanders -.