El Rey y la doncella.

El Rey de Inglaterra habia reunido a su consejo para decidir que hacian con los suministros que se dirigían hacia Irlanda, los tenía preparados y embarcados desde hace una semana y no los habia mandado por todas las disputas de dinero que habían generado sus consejeros. - Mi señor, el consejo lo espera en la sala del consejo, el Rey no dijo nada, se levantó de la gran mesa donde desayunaba y se dirigió hacia allí. Cuando el rey entró en la estancia todos los consejeros se levantaron para recibirlo, el Rey ya estaba cansado de esta situación, llevaban una semana así, - ¿Que sucede ahora? - dijo el Rey sentado observando como los demás lo siguen, ante la pregunta del Rey se miraron entre ellos, sabian que caerian castigos pronto si esto no se solucionaba hoy. El portavoz del consejo, se aclaró la garganta para comenzar a hablar, lo hacia captando la atención del rey, así que con miedo hablo. - Mi señor, nos hemos reunido aquí para finalizar esta disputa después de una semana de debate, hemos pensado que Irlanda, es un país fuerte, tiene riquezas, está al corriente de pago con los víveres que mandamos, otros países acechan inglaterra, lo conveniente sería un matrimonio de conveniencia, el rey es viudo. Si conseguimos una alianza tendremos más flota y muchos más hombres por si una futura guerra nos acechara.- El Rey no le quitaba la vista a aquel muchacho, era uno de los caballeros reales y fiel a la corona, era el más joven de la mesa, era una buena idea. - Bien, es una buena idea, sabéis perfectamente que el Rey de Irlanda perdió a su mujer contra la voluntad de ambos, una enfermedad se la llevó y él estaba enamorado han pasado solo tres años de ello y tengo constancia de que dijo que no desposaría a otra dama, nunca. - El rey los observaba con cansancio. - Lo sabemos señor pero si no le llegan suministros empezaran a pasar hambre y el no cuenta con mas apoyos de suministros, no le quedara otra opcion. - Esta bien, intentadlo, que zarpe el barco con los suministros. - El rey se levantó para marcharse pero otro de ellos saltó de inmediato. - Pero señor, si le envía los suministros, no accedera... - El rey se acercó a el lentamente, este se cayó inmediatamente y trago duro. - El a pagado por esto, hace una semana, le hare llegar una carta contandole la decision que he tomado, informando que tendré que suspender los próximos víveres. -El rey se acercó tanto que quedaban a pocos centímetros. - ¿Crees que soy un rey injusto? - Pregunto con molestia. - No mi señor, ante este acto y muchos más, claro que no. - Todos observaban con atención, el rey no dijo nada mas y salio de la estancia, haciendo que los demás también se relajaran y se miraran entre ellos. Irlanda - ¡Ha pasado una semana y todavía no ha llegado nada! - Ivar gritaba enfurecido a su consejo. - Mi señor quizá el barco tuvo algún problema, pueden haber retrasos por el temporal. - Uno de ellos intentaba tranquilizarlo pero sin éxito alguno. - Nuestro barco con las monedas está de regreso, como me explicas eso ¡eh! - El rey tenía razón algo estaba pasando. - Solucionadlo. - Ivar salió de la estancia mas calmado poniéndose así no conseguiría nada, asi que decidio ir al sitio preferido en estos ultimos años, entró en una amplia habitación de paredes turquesa y decorados en Oro, todo estaba intacto y limpio, nada se habia movido de su sitio, hacia que Leyla la que habia sido doncella de su esposa, tuviera todo limpio y perfecto, como si ella nunca se hubiera marchado de su lado.  Cogio el cepillo de plata, recordando como su mujer se cepillaba su largo cabello castaño, aun podía recordar su olor a rosas, que quedaba en toda la habitación y entre las sabanas, fueron los años más felices de su vida, se habia casado con la mujer que amaba y ahora ella no estaba, el siempre se habia sentido culpable de su muerte, sabía que el tenia algo de culpa, todos creyeron que habia muerto de una enfermedad pero cosa que no era así. Dejo el cepillo donde estaba, perfectamente colocado y salió hacia la biblioteca, la lectura era lo unico que conseguia despejarle la mente, después marcharía de caza con algunos Lores, tenia negocios entre manos, deseaba la conquista de más terreno para no depender de Inglaterra nunca mas. Inglaterra. Ada, Eve y Rell paseaban por los grandes jardines del castillo, hablaban y reían de cualquier cosa, las tres casi habían crecido juntas, Ada era la hija de Dason el Rey de Inglaterra, Eve se mudo al castillo cuando su madre murió de gripe pocos años después de que ella naciera, así que su padre se vio obligado a pedir trabajo en el gran castillo cuidando los grandes jardines, así consiguiendo vivir allí y darle un hogar a Eve que esta se crio junto con Ada haciéndose su doncella y muy amigas. Al año después llegó Rell junto con sus padres, sirvientes del castillo. Las tres chicas se sentaron en el templete que habia restaurado hace poco el padre de Eve y hablaban de amoríos y lo que deseaban en sus vidas. [...] El sirviente personal del Rey se acercó a las chicas observandolas con una sonrisa. - Princesa Ada, el rey la espera en la recamara, debe hablar con usted a solas, es importante. - ada un poco confusa por la urgencia de su padre, miró a las dos chicas con nerviosismo, se levantó y acompañó al lacayo que la llevaría ante su padre. Las chicas extrañadas decidieron pasear un poco mas y volver al castillo cerca del mediodía, para servir la comida a los señores. Rell y Eve, estaban más unidas, podían hablar de todo sin la vanidad de Ada que a veces era exasperante.