Capítulo 24 Capuchino Frances Tome mi maletín y la iniciativa de salir de la oficina, mire a mi alrededor y muchos de los otros trabajadores ya se habían ido a sus casas o bien estaban esperando el elevador para pajar a la recepción, obviamente me sentí algo nervioso pues las personas en general suelen pensar mal de los demás aunque no lo admitan o lo hagan evidente, lo último que quisiera es que algún rumor mal intencionado se propagara por la oficina dañando el respetado nombre de la señorita Diana, ya de por sí tenía el jefe a poco de echársele encima, situación que me hacía hervir la sangre. En realidad pocas veces en mi vida tuve la motivación o sentí que podía ser necesario el insistirle a una mujer, si me decían que no, recogía lo poco que me quedaba de dignidad y me alejaba, incl

