PERSIGUIENDOLO

1457 Words
*HABLA, CHANTAL*  Ya me encuentro instalada en mi nuevo apartamento, ya me estoy adaptando tengo una semana donde me organice, también he estado pendiente del tipo de la par, solo sé hasta ahora que se va muy temprano y regresa a altas horas de la noche, hoy es sábado espero tener mejor suerte, desde este momento me convertiré en la sombra de él, tengo que saber qué hace y que le gusta. Compre un jean n***o y una camiseta negra una gorra y tenis, esa será mi vestimenta de trabajo, mi meta es que en quince días sabré que hace este tipo y que tipo de mujeres le gusta, ese viejo solamente me dio dos meses como si la cosa fuera fácil, tengo que lograrlo de esto depende mi libertad. Deje mi puerta semiabierta para escuchar los ruidos del pasillo, en este piso únicamente vivimos él y yo, en eso escucho que la puerta se cierra, me asomo con cuidado, miro la figura masculina, supongo que es él, apenas son las siete de la noche. No sé si paso el día durmiendo, o nada más vino a cambiarse, la verdad que es muy difícil saberlo porque no se escucha nada de un apartamento a otro, y eso que paso con el oído pegado en la pared, cuando escucho que el ascensor sé cerro, cierro la puerta y salgo detrás de él, mi persecución apenas inicia, pincho varias veces el botón para que el ascensor suba, en cuanto se abre entro, al llegar al lobby donde se encuentra el portero, le digo que me llame un VIP él de inmediato lo hace, mientras checo el auto que él conduce, lo veo salir del parque, anda un convertible amarillo, difícil de perder, en eso llega mi auto le digo al chofer que lo siga a una distancia prudente sin llamar su atención. —Es su esposo, señora —Es curioso el chofer. —Si es mi marido. —Me imagino que le ha de estar engañando. —Solo espero que no. —Que metido es este hombre. —Señora el auto se está estacionando, solamente espere un momento, no se vaya a ir, —Aquí la espero. Me bajo del auto colocando bien gorra, camino hacia el lugar donde está estacionado su auto, tengo una foto de él, pero no lo he contemplado en persona, pareciera que es un club, dé lo que observo es exclusivo porque hay un tipo en la puerta y de lo que miro no cualquiera puede entrar, será que se paga alguna membresía, me acerco con cuidado, observo las personas que entran, por lo general van de n***o las mujeres con grandes abrigos en su mayoría. Me quedo un rato frente al edificio observo todo lo que me puede servir como referencia si quiero entrar ahí, talvez le gustan las strippers, miro que las mujeres van con medias negras y el abrigo n***o que las cubre, llevan máscaras que les embellece el rostro, estoy tomando nota. Definitivamente hoy no puedo entrar, hay un una etiqueta específica para entrar, en eso miro una chica que sale tambaleándose, el de la puerta habla con ella y se separan, la sigo ella se detiene y se recuesta en el capó de un auto, esta es mi oportunidad para indagar en el asunto, se ve que ella es m*****o de este club. —Hola, te sientes bien. —¿Quién eres? —Solo pasaba por aquí y te mire en dificultades. —Únicamente bebí más de la cuenta, nada más tomaré aire y regresaré. —Tu trabajas ahí. —No, soy una sumisa, pero mi amo no se presentó, así que bebí demasiado. —¿Tu amo, que es eso? —¡Nunca has visitado un club de BDMS! —Tengo curiosidad, lástima que no tengo membresía. —Soy amiga de la gerente si quieres le digo que estas en busca de un amo, aquí vienen muchos hombres dominantes en buscas de nuevas sumisas, si miras que no te gusta nada más hablas con tu amo para que te libere, algunos son comprensibles otros pues no muchos. —Sería mañana porque no ando la ropa adecuada. —Casi eres de mi talla, traje una vestimenta nueva para modelársela a mi amo, no obstante, fue un desperdicio porque no se presentó. —Yo te la compro si tú lo deseas. —Está bien, no me caerá mal el dinero. Espérame aquí, entraré a buscarla, salgo en un momento. Mi suerte no podría ser mejor, aunque nunca escuche de un club con ese nombre, espere como unos quince minutos pensé que la chica me había vacilado porque no salía, en eso la miro tambalearse nuevamente, el tipo de la puerta la ayudo, yo me escondí detrás de un auto. —¿Hey dónde estás? —¡Aquí! Mire que el tipo de la puerta te ayudo hasta aquí. —Es Fred, es buena gente, por fuera solo es músculo, pero por dentro es todo sentimientos, tu salúdalo como si lo conocieras, con la máscara no tiene idea de quienes somos.  Tome la bolsa y me fui detrás de un auto a vestirme, al ver el tipo de ropa creo que me tomara más tiempo del que supuse, medias de red negras, una tanga que deja mis pompas al aire libre, lleva unos sujetadores que van con una faja delgada en la cintura, el brasier lleva unas decoraciones y es algo revelador, ahora comprendo por qué el abrigo.  Término de ponerme la extraña ropa y por último el antifaz, de una tela delgada de color negra, me coloco el abrigo n***o que cubre todo mi cuerpo, ella se quita sus tacones y me los da, dice que no los necesitará porque se retira a su casa, le doy todo el dinero que llevo en suelto para que coja un taxi, le anoto su contacto para llamarla y ver el costo del traje para depositárselo, me imagino que es confiada porque esta borracha, nadie hace tratos con una extraña que apenas conoce, vale más porque quien en su sano juicio va a caminar así. Ella me desea suerte, y que ojalá encuentre un amo. No tengo ni idea en que me estoy metiendo, llego a la puerta y el tipo gigante me queda admirando de pie a cabeza. —Es primera vez. —Sí. —Su invitación. —¿Qué? —Los que vienen por primera vez son por medio de una invitación. —Ya no entre, eso no me lo dijo la pelirroja. —Hey Fred, ella es mi invitada, hoy no podré seguir en el club. —Salvada por ella. —Está bien, para la próxima extiéndele una invitación. Y usted señorita si encuentra un amo manifiéstele que la marque de esta manera podrá entrar sin problema. —Desde luego. —Ni idea de eso, que me marque como si yo fuera ganado. Le doy las gracias a la pelirroja y entro camino por un pasillo con poca luz de paredes de color rojo, en eso miro otra puerta, no hay nadie custodiándola, la abro, miro varias sillas y mucha gente sentada, por lo general hombres algunos tienen una acompañante con ropas como las que traigo debajo del abrigo, me siento en una silla vacía, hay muy poca luz será imposible localizarlo. Miro un poco alrededor, todos están atentos hacia un gran talón n***o, como si fuéramos a ver una película, me acomodo en el asiento para ver qué pasa, en eso la luz en donde estamos se apagan en su totalidad, dejándonos en oscuridad, mientras que la luz detrás del telón se enciende en eso se corre el telón, me quedo petrificada con lo que estoy viendo, no sé cómo describir esto, pero nunca había visto esto. Miro a tres mujeres con brasier que dejan los pezones de afuera, lo mismo la tanga dejando la v****a al descubierto, amarradas de ambas manos y pies hacia arriba, dejando expuesta su v****a y su ano, ¡Dios santo! Ellas sonríen ante tal situación, en eso entran tres hombres completamente desnudos con capucha en su cabeza que cubre su rostro, bien dotados los condenados, mis ojos se abren a más no poder al ver que entran y se colocan frente a cada mujer, en eso una mesa es puesta a su disposición. En esa mesa hay cosas extrañas un látigo y unas cadenas de diferente tamaño, muchas herramientas que no se para que las utilizaran, me quede perpleja, no creo poder seguir mirando pareciera que las van a torturar a esas mujeres, aprovecho la oscuridad para marcharme me voy a tientas por la pared cuando toco la manecilla de puerta, la abro y entro según yo al pasillo, pero no es así.
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