*HABLA, CHANTAL*
Estoy muy ansiosa de hacer el trabajo que este anciano me va a asignar, entre más rápido lo haga, me podre ir a casa, no he pegado mis ojos en toda la noche ya quiero que amanezca, estoy checando el a cada momento el reloj que está en la pared, pero como si las agujas se movieran tan lentamente que me parece que no avanza. Cierro mis ojos para dormir un rato, como que funciono porque al despertar miro claridad en el dormitorio, miro hacia la ventana y está claro, me siento en la cama, volteo a ver el reloj, una sonrisa se me dibuja en el rostro.
—Puedo pasar señorita. —Tocaron la puerta antes de hablar.
—Sí, pase.
—Buenos días, aquí esta su desayuno y le traigo la ropa, después se puede bañar y cambiarse, el patrón la espera en el despacho.
—Ya se levantó el ancia... su patrón.
—El patrón tiene la costumbre de levantarse temprano.
—Y la patrona.
—No tiene esposa el patrón ella hace un tiempo atrás se fue.
—La comprendo... ve quiero decir que comprendo.
—Coma y se cambia más tarde regreso para llevarla al despacho de él.
—Si está bien.
Me dirigí al baño a lavarme los dientes y el rostro, me miro al espejo y me doy ánimos a mí misma, me siento en la cama y me comí las frutas, el pan tostado y el jugo, al terminar mi desayuno reviso la ropa que me ha traído, es un vestido tallado en la cintura y suelto de abajo hasta la rodilla, no está mal, ropa interior y unas zapatillas.
Entro al baño, pongo a llenar la tina vierto en el agua las esencias aromáticas, huelo una por una las cremas corporales para ver si encuentro una de mi agrado, hay una con olor a rosas, esa deje para aplicarme en el cuerpo, pruebo el agua con mi mano para ver si tiene la temperatura exacta, cierro con seguro la puerta del baño me quito la ropa y me sumerjo en el agua, es tan deliciosa, me tomo mi tiempo dentro del del agua, no sé cuánto estuve, pero si lo suficiente para que mi cuerpo absorbiera la esencia.
Cojo dos toallas y me envuelvo mi cabello y cuerpo, salgo fresca y limpia, me dispongo a vestirme, primero la ropa interior y luego el vestido, pensé que me quedaría grande, pero para mi sorpresa me quedo a la medida. Espero a la sirvienta de la casa para que vaya por mí, solo espere unos minutos cuando ella volvió a tocar, yo personalmente le abrí la puerta.
—¡Sígame por favor!
La seguí en silencio, caminamos por el pasillo hasta llega a una puerta con un bello diseño en la puerta, se ve que la casa es lujosa, demasiada grande para una sola persona, ella todo dos veces y escuchamos cuando él dijo ¡Adelante! Ambas entramos, al entrar mire el lugar es espacioso, tiene una mini sala de estar y al fondo se ve el escritorio con su lujosa silla, cuadros enmarcados en las paredes, en eso él aclaró su garganta para obtener mi atención, la sirvienta se retira dejándome con él.
—Tome asiento señorita Morrison.
—¡¡Como supo mi apellido, que yo sepa solo le mencioné mis nombres!!
—Tengo mis medios, pero eso es lo de menos.
—Tiene razón, dígame cuál es el trabajo que voy a desempeñar.
—Está ansiosa por comenzar.
—La verdad sí.
—Bueno como así lo desea, le explicaré. —Él toma su bastón y se pone de pie, camina hacia un cuadro que está en la pared— Este es mi hijo menor, un muchacho talentoso y exitoso —Es un hombre bien apuesto y se ve que es elegante, aunque ni para la foto le gusta sonreír— Pero tiene treinta años y durante esos años no ha tenido mujer a cargo ni siquiera se le ha conocido una novia, me niego a pensar que él batee por el otro lado, su misión señorita será que mi hijo tenga mujer, y que por fin me dé, aunque sea un nieto.
—¡¡Que!! Mi trabajo es ser la casamentera de ese hombre, eso es imposible, como quiere que lo haga eso.
—Usted elegirá sus métodos, yo lo quiero es que a mi hijo no lo sigan señalando de gay y ver correr a un pequeño por toda mi casa, recuerde que solo le doy dos meses.
—Eso es imposible, como cree que voy a cambiar la mentalidad de un hombre a la edad de él, póngame a lavar ropa si es necesario para obtener mi libertad, porque eso que quiere no creo poderlo hacer.
—Si no puedes, entonces la entregaré a mis empleados, le aseguro que hay unos que tienen tiempo de no probar mujer. —Este hombre si sabe convencer a las personas.
—Espere, tomemos las cosas con calma. No importa con que mujer o tiene que ser de su estatus social.
—Preferiblemente, yo lo que quiero comprobar es que mi hijo no sea gay.
—Deme un mes más, dos meses es muy poco tiempo.
—Esa es la fecha límite dos meses, lo tomas o lo dejas.
—Está bien lo tomo, pero me dará todo para acercarme a él. Necesito saber su rutina, cuáles son sus gustos, todo lo que me ayude para poderle conseguir una mujer a su gusto.
—Te daré un apartamento a la par del suyo, una tarjeta para tus gastos, cortaremos comunicación porque mi hijo es bien quisquilloso, es capaz te descubra si te atrapa.
—Creo que eso será suficiente, solo que el tiempo es muy corto.
—Eso no está en la mesa de discusión, busca los medios para poder demostrarme que mi hijo le gustan las mujeres.
—¿Solo debo probar que le gustan las mujeres?
—Si y traerme una prueba, y si lo dejas con una mujer eso será beneficioso para mí.
—Tenemos un trato, yo le demostraré que él le gustan las mujeres y usted me dará mi libertad.
—No te preocupes cumpliré mi palabra, dos meses tienes para probarme que él puede llegar a enamorarse de una mujer.
Regrese al dormitorio después de hablar con el anciano, él me entrego un sobre amarillo tamaño carta, me senté en la cama y lo abrí, en su interior había una tarjeta de crédito, una tarjeta llave, los datos personales de él, su nombre es Matt Anderson, no está nada mal, lo primero que tengo que hacer es seguir su rutina, sin que me descubra, porque si lo hace estoy perdida, después no tengo la más remota idea de lo que haré. En eso me tocan la puerta me levanto abrir.
—Señorita el chofer la está esperando.
—Tan pronto. —Regreso al interior del dormitorio, introduzco las cosas dentro del sobre y sigo a la sirvienta— Él la llevará a su destino.
—Gracias. —Es un taxi, pensé que me subiría a una camioneta o limusina, pero iré en un taxi.
El señor manejo como unos veinticinco minutos, hasta llegar a un condominio de lujo, no está nada mal, por lo menos estos dos meses viviré muy bien. Aunque cada minuto perdido cuenta, solo tengo que mover muy bien mis cartas, me bajo del taxi, me imagino que lo pagaron antes porque efectivo no tengo, en eso, noto que el taxista se va, entro al lugar y un portero sale a recibirme.
—Buenos días, señorita, buscaba a alguien.
—No, soy la nueva huésped del lugar.
—¡Ah! Es la nueva propietaria del Penthouse. —El buen hombre me llevo hasta la puerta del que será mi apartamento por dos meses, en eso miro la otra puerta.
—Disculpe, ese otro apartamento está ocupado.
—Si señorita, el señor Cox vive ahí, él casi no pasa aquí, bueno tenga un lindo día.
Entre y para mi sorpresa es muy espacioso, hay de todo, no creo que me falte algo la cocina está repleta de alimentos, revise el dormitorio al ver la enorme cama me tire en ella, ¡Qué rica! Rodé en toda ella como si fuera una pequeña niña, salí al balcón tiene una vista estupenda, alcanzo a ver toda la ciudad, yo lo que me llamo la atención que el balcón de él colinda con el mío, solo un pequeño salto y estoy en el balcón de él, buen dato por si lo necesito algún día, reviso el ropero está vacío, creo que me tocará comprar ropa y zapatos, ropa sexy por si acaso.
Lo primero que haré es ir de compras, tengo que tener ropa para toda ocasión, no sé aún el itinerario de él, este día será solo de compras mañana comenzaré a seguirlo, tengo que ver a que horas regresa a su apartamento. Bajo en el ascensor porque estoy en el tercer piso, miro al portero le digo que me dé la dirección de un centro comercial, él inmediatamente llama un VIP para que me lleve, de paso iré algún cajero a sacar efectivo.
Pase todo el día comprando ropa de marca, nunca en mis años había comprado ropa tan cara, nunca me gusto ser pretenciosa, siempre me gusto tener un bajo perfil, pero aun así me paso esta desgracia, bueno no hay que pensar en el pasado, ahora se me presento esta gran oportunidad para tener mi libertad sin haber sido violada, ahora solo tengo que conocer los gusto de este hombre y conseguirle una linda modelo y así podré volver a mi dulce hogar intacta.