Mi Jefe Esta Paralitico: Segundo Libro

Llegada Tarde.

Llegada la noche estaba sentada en la mesa del comedor junto a Cristian, Lucí e Elizabeth mientras separábamos a Peter.

Mi celular sonó: Rin Rin Rin

—Peter amor te estamos esperando como cada noche— Dije tan rápido como contesté el celular.

—Amor perdóname pero no podré llegar a la cena ya que te digo que ver algunos pendientes con Alfonso y la nueva arquitecta, tenemos demasiado trabajo— Respondió Peter evidentemente cargado de trabajo.

—Esta buen amor, no te preocupes, has lo que tengas que hacer— Le respondí antes de colgar la llamada.

—Le pasó algo a mi nieto?— Preguntó Elizabeth.

—No, él está muy bien, dice que tiene mucho trabajo y realmente lo escuché agitado— Le respondí con un gran suspiro de resignación.

—Pues no tenemos más remedios que cenar nosotros porque Cristian y yo tenemos mucha hambre, verdad sobrino?— Dijo Lucí muy sonriente y de buen humor.

—Si mamá— Dijo Cristian mientras reía a carcajadas por lo que dijo su tía.

En la oficina de Peter.

—Este plano hay que entregarlo lo más pronto posible, necesito que el día de mañana Ustedes dos vayan a presentar ese proyecto— Dijo Peter mientras verificaba esos planos.

—Peter recuerda que mañana no vendré al trabajo porque tengo que terminar de ayudar a instalar algunas cosas en casa— Respondió Alfonso.

—Ya lo había olvidado! No te preocupes yo me encargaré— Dijo Peter mientras se mostraba muy pensativo.

—Yo los dejo porque debo de irme, Lourdes me espera y mis tres hijos también— Dijo Alfonso mientras tomaba su maletín.

—Que pases buenas noches— Dijo Teresa mientras Alfonso cerraba la puerta.

—Teresa mañana tenemos que estar aquí a primera hora, de que nos vamos hoy tarde pero llegarán días mejores— Le dijo Peter a Teresa mientras tomaba su maletín.

—Ya nos vamos señor?— Preguntó Ella.

—Si, mañana terminaremos cualquier cosa, necesito ir a mi casa y ver a mi familia que no la he visto en todo el día— Le respondió Peter con una gran sonrisa.

—Si claro, llamaré a un taxi para que venga por mi—Respondió Teresa mientras marcaba su celular.

—Nada de taxi, déjeme llevarla por haberse quedado tan tarde en su primer día de trabajo—

—Esta bien, no le diré que no porque es posible que el taxi tarde en llegar—Respondió ella con un poco de vergüenza.

Peter llevó a Teresa al departamento donde se quedaba a vivir, tan pronto vio que ella entró bien encendió su vehículo y se fue.

Unos veinte minutos más tarde Peter estaba en su casa, subió a la habitación de su hijo y le dio un beso en su frente, después de eso fue donde su amada.

—Laura aún estás despierta?— Preguntó sorprendido al verme despierta.

—Si amor, quería esperarte— le respondí mientras me sentaba en la cama.

—Es bueno saber que después de un día tan cargado de trabajo alguien te espera— Dijo Peter mientras se acercaba para besar mis labios que gritaban lo mucho que lo habían extrañado durante el día.

—Siempre te esperaré amado mío—

—Gracias mi amor, te has sentido bien? Nuestro hijo no te ha dado náuseas o cosas así?— Preguntó Peter mientras besaba mi vientre.

—No amor, hoy se porto de maravilla, me siento muy feliz porque creo que ya esos mareos quedaron atrás— Le respondí mientras soasaba mi mano por su hermosa cabellera.

—Me alegro amor, voy a tomar un baño para que descansemos porque mañana debo de irme muy temprano ya que tengo que ir personalmente a entregar los planos de la construcción— Dijo Peter mientras se levantaba y empezaba a desnudarse.

—Entiendo amor, siendo así sería bueno que descansaras—

—Gracias, tengo que pasar a buscar a la nueva arquitecta a su casa porque Alfonso no podrá ir ya que tiene el día libre— Dijo Peter mientras abría la ducha.

—Y ya sabes donde vive?— Pregunté asombrada.

—Si, después de trabajar la dejé en su departamento, ella iba a pedir un taxi pero me ofrecí a llevarla porque ya era tarde—

—Espero que sea la última vez que lleves a una mujer a su departamento— Le respondí con gran enojo, sentía un caliente recorrer mi cuerpo y eran por los celos que sentía.

—Amor no pasaba nada, solo la llevé por cortesía, ademas es una compañera de trabajo y no pasará nada porque yo sólo te di ojos para ti— respondió Peter a gran voz desde la ducha, pero no le respondí y tan sólo me fui a dormir.

Después de Peter salir de la ducha se puso su pijama, se acostó y me abrazó pero me hice la dormida para no responder a sus caricias.

Al día siguiente Peter se despertó muy temprano. Al abrir mis ojos ja ja una carta que decía; Eres la luz d mis ojos, mi entorno brilla por ti, nada nos podrá separar… Te amo amada mía, esta noche te invito a cenar, iré por ti a las 7 en punto.

Sus palabras aliviaron mi alma, La Paz me volvió al cuerpo, no quería que nada nos separara, Tengo que reconocer que el amor de Peter y mío se ha vuelto más fuerte pero eso no quiere decir que no sienta celos a veces por mujeres que ni siquiera conozco.

Después de leer esa carta, me levanté de la cama, tomé una ducha y bajé a desayunar.

—Buenos días— Dije mientras tomaba asiento.

—Buenos días hija querida— Respondió Elizabeth.

—Hermanita buenos días— Dijo Lucí mientras llevaba una taza de café a su boca.

—Cristian ya se fue a la escuela verdad?— Pregunté ya que no vi porque me desperté muy después de Pete haberse ido.

—Así es, su padre se lo llevó un poco más temprano hoy, me pidió que fuera por el— Dijo Elizabeth.

—No se preocupe Elizabeth yo iré por el, suero pasar por la empresa y visitarlo para ver cómo está todo por allá— le dije esto pero con mi segunda intención de ver quien era esa nueva arquitecta.