3 Kate

1519 Words
Matemáticas. Una de las materias que detesto en este mundo, pero debo admitir que con el maestro Fabián no son tan malas. Salgo de la clase con los números en mi cabeza, del uno al cien con fórmulas y ecuaciones de segundo grado, por suerte las vacaciones están próximas, casi a la vuelta de la esquina, veo a mis amigos esperándome como todos los días, así ha sido escuela muerte de mis padres hace unos meses atrás, en esos días llore mucho por su pedida y lo sigo haciendo, pero ahora me quedo con el recuerdo que ambos me brindaron. Camino con James, mi mejor amigo desde que recuerdo, ambos sabemos que nuestra amistad es verdadera y que no será arruinada por nadie, ni siquiera por la zorra que finge quererlo, la vedad me importa una mierda lo que hagan en los fines de semana, entre semana este pedazo de idiota es mío. Reímos como dementes mientras vamos por la calle, raras veces me lleva hasta mi casa. - ¿Iremos a la fiesta de Camil?-pregunta tanteando el agua donde pisa. -No lo sé-soy sincera-. Pero no creo que a ella le guste que vaya a su fiesta. -Sabe que eres mi mejor amiga-dice deteniéndome-. Y sabe que si me pone a escoger, te elegiré a ti. Siempre ha sido así esta relación dónde está él estoy yo. Me despido de mi mejor amigo deseándole suerte en sus próximos exámenes de historia y él me los desea a mí en los exámenes de Sistema de investigación de mercados, una materia dónde sólo los fuertes sobreviven, es mi tercer año de universidad y la verdad lo he disfrutado mucho en compañía de las personas que me apoyan incondicionalmente dos de ellas ya no están a mi lado y eso duele en lo más profundo de mi ser. En la tarde me preparo mis palomitas de maíz con caramelo, mi madre las preparaba para mí en mi cumpleaños o fechas especiales para mí. Ya no más. {=} En la mañana preparo mi almuerzo con todo lo que debe llevar, huevos, tocino y un poco de frutas de preferencia kiwi. Mi madre decía que me haría daño tanto kiwi, pero yo amo esta fruta más que a nada, bueno, después de la carne, de ahí en fuera nada. Salgo y me sorprende ver una camioneta negra, pero mis instintos de ignorar se hacen presentes y sigo mi camino, la vecina sonríe con amabilidad ante mi presencia al pasar por la será frente a su jardín. -Buenos días-saludo con cortesía, así me educaron y me gusta ser de esa manera. -Hola, preciosa-se me hace raro que me llame así, nunca lo hace-. ¿Tan temprano y ya a tu escuela? -Exámen de Sistema. -Suerte en tu día. Sigo mi camino sin importarme nada más que pasar ese maldito examen que decidirá todo lo que queda de mi carrera. Al principio mi padre se reuso a que yo estudiará mercadotecnia pero al final le dije que ese era mi sueño aparte de ser escritora pero prefirió la mercadotecnia y no la escritura. {=} El examen estuvo facilísimo, tres preguntas sobre los tipos de muestro y que es, regalado diría yo. Lo celebro tomando alcohol con Pablo, en el bar favorito de él, bebemos unos cuantos tragos antes de salir del bar y dirigirnos a mi casa que está a unas cuadras del lugar, caminamos por las calles. Llegamos a lo que parece ser mi casa y sin esperar a que reaccione Pablo en besa con deseo y desesperación. Me separo de él y vuelo a decir que no. Me toma la cintura a la fuerza y me jala contra su pecho chillo en respuesta cuando me estampa contra la puerta de madera de mi entrada delantera. -Tú me haz calentado muchas veces-susurra en mi oído- y esta vez no me dejaras así. -Por favor...-sollozo nunca lo he calentado como dice. Trago saliva cuando escucho que baja el cierre de mi vestido. -Tienes dos segundos para alejarte de la chica-dice una voz tras nosotros. Trago fuerte, cuando siento que me lo quitan de la espalda y escucho como cae al suelo. Me giro lentamente y veo a Pablo sobándose el trasero y a un par de chicos muy atractivos junto al marco de mi pórtico. No sé cómo diablos, Pablo se levanta y me rasga el vestido con sus manos exponiendo la parte de arriba de mi cuerpo, uno de los chicos no pierde el tiempo y lo jala para afuera del pórtico el otro corre a mí y me cubre con una manta que tenía en el pequeño sillón de madera. -No lo mates Ares-dice el chico junto a mí. ¿Matar? -¿Y meterme en problemas con mi padre? ¡Ni loco!- exclama el otro desde la acera-cuidala, llevaré a esta rata a su casa. Por alguna razón Pablo está quieto en el suelo. El otro chico me pide la llave y se la doy sin pensar en las consecuencias que esto puede llevar. Mete debajo de mi brazo el suyo y el otro debajo de mis rodillas y así me carga llevándome a adentro de la casa me recuesta en el sillón y dice que va a prepararme un té. Se va pero no entiendo cómo sabe dónde está mi cocina, mi cabeza pasa el momento que viví hace unos minutos, ¿Encerio iba a tocarme a la fuerza? El chico regresa y me da una taza de té humeante, mis labios chocan con la superficie del líquido sin tomarlo cuando un estruendo resuena en la parte trasera de la casa haciendo que la taza resbale de mis manos y se estampe contra el suelo. El chico gira su cabeza al donde el estruendo sonó me cuesta hacerlo pero también giro mi vista a su dirección y resulta ser una horrible criatura con colmillos afilados enormes que salen de su boca. Quiero gritar pero no puedo. El chico que tengo que mi lado maldice en voz alta. La criatura avanza hasta nosotros pero de un parpadeo el chico me levanta del sillón y se lo arroja a la criatura dejándola atorada entre la pared y los libreros de papá. -Sube y quédate arriba-ordena y mis piernas intentan obedecer pero otro estruendo se escucha otro estruendo del otro lado de la casa. Es una criatura igual la que está acorralada en los libreros-¡Me lleva! Corro escaleras arriba cuando algo se enreda en mi pierna haciéndome caer de golpe, un grito sale de mi boca cuando esa cosa me jala, y el grito no cesa, me giro con facilidad al bajar la escalera y el chico que se había ido con Pablo llega atravesando la ventana y sin importarle una mierda los vidrios que rompió corta lo que está enrededo en mi pierna. Me pone de pie y entre ellos me protegen de las criaturas que parecen querer atraparme a toda costa. -¿Cómo demonios supieron que ella estaba aquí?-pregunta uno de ellos. -No me interesa como lo hicieron-entierra una espada en el pecho de una de esas cosas, la gira en el interior de es cosa y si remover la espada la cosa se hace polvo-me interesa sacarla de aquí con vida o pagaremos caro. -Ya sé-de alguna manera la criatura se descuida y él le corta la cabeza-mandaran más, hay que irnos ya. -Tendremos que irnos rápido si queremos llegar a tiempo-exclama como si yo no estuviera presente. -Ayudame a buscar algunas armas-¿Armas? -Aquí no hay armas-mi voz sale con dificultad. -Que no las veas no significa que no estén-camina al cuadro familiar lo ve unos momentos y medita un poco-, confirmado ella es su hija. -¿Hija?-pregunto lo obvio. -Tu madre era Amanda y tu padre era Arsen. Dos Guardianes-rompe el cuadro y solo el cristal y la foto caen al suelo el marco queda intacto, hace un movimiento y el cuadro se transforma en una especie de lanza-bella. Me quedo pasmada viendo el arma que sostiene en sus manos, me pierdo en como es que puedo ser un cuadro que yo sostuve mucho tiempo en mis largos días de tristeza, me siento en el marco de la ventana viendo mi casa destruida y con las cosas desacomodadas, me pierdo en recuerdos dentro de esta casa, los cumpleaños que pase con mis amigos y las fiestas que hice a espalda de mis padres que al final terminaron sabiendo la verdad y me castigaban por esas fiestas. No sé como es que encuentran más armas, espadas, lanzas, dagas, arcos con flechas y muchas otras armas medievales. Uno de ellos hace una pequeña maleta con cosas mías y yo con duras penas tomo la foto que cayó al suelo por debajo del cristal hecho añicos, ponen algo en el centro de la casa y salgo con ellos como perro apaleado la camioneta que vi en la mañana está estacionada frente a nosotros y no dudan en subir pero antes echan todo lo que encontraron en mi casa. ¿Realmente conozco a mis padres? ¿O no?
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD