Indemnización.
Anastasia
Abrir los ojos cada maldita mañana es de las cosas que más odio, ¿Por que no puedo hacerlo al medio día o pasadas las diez de la mañana?. Me gustaría que me despertara el rico olor a café, a pan recién horneado o a comida deliciosa. Pero no, no tengo tan buena suerte.
Vivo en el departamento número 2 del piso 10 de un conjunto residencial, es lo único que puedo pagar con mi miserable sueldo, este conjunto es subsidiado por el gobierno de este país y me lo dieron en arriendo casi tres veces más baratos de lo que cuesta un departamento normal en la zona sur de la ciudad. Vivo sola o bueno tengo un gatito que me acompaña y ademas que amo, él me espera todas las noches y todas las mañanas para que le sirva su leche.
Trabajo como secretaria de una empresa que fabrica telas, no estoy en el área administrativa exactamente, de hecho es un área de contabilidad donde prácticamente soy un cero a la izquierda, sirvo los cafés, saco las fotocopias... Nada importante.
Hoy es sábado y día de mudanza. Hoy es el día en que aspiro y espero que mi vida de un giro de 180 grados; junto con una amiga alquilamos un departamento en centro y nos iremos a vivir por fin en él, compartiremos gastos y de demás, fue una decisión que tomé porque este departamento casi se me cae encima, el gobierno entregó esta localidad en obra negra, entonces el dueño fue poniendo detalles y arreglándole para así alquilarlo porque realmente las personas que viven aquí no quieren vivir aquí, es una mierda de lugar, además ellos son demasiado pobres o simplemente no les alcanza para pagar los arreglos; sin mencionar que queda muy apartado por lo que el transporte, el tiempo que uno gasta para llegar acá y así es super tedioso. El caso es que yo me voy a mudar con mi amiga y sí espero de todo corazón que mi vida cambie un poco, necesito espacio estoy joven y siento que me estoy volviendo vieja en estas cuatro paredes sin decir que el trabajo me absorbe tanto que mi vida social es casi nada.
Mi celular suena y es una notificación de que mi amiga ya viene en camino y está por llegar, salgo de la cama, pongo todas las maletas y lo que voy a llevar en la entrada, cargo al gato y sacó todo hasta el ascensor, las llaves debo dejarlas en la portería así que voy bajando, no tengo nada más que hacer aquí, ni siquiera tengo ganas de hacer el desayuno.
Media hora después de estar en la portería y mientras hablo con el portero mi amiga hace sonar el claxon de su auto, es un auto de segunda mano, pero es suyo y ya yo quisiera tener uno; esta ciudad es un caos y sin hablar de las horas pico, teniendo uno su propio auto es más cómodo y no tiene uno que calarse la tertulia de andar embutido en esos transportes públicos. El portero me ayuda a subir las maletas, la saludo, ella recibió mi gato, de hecho es hembra y se llama kiri, es muy muy educada, muy tranquila, muy perezosa, desearía reencarnar en un rato y no hacer nada aparte de dormir y comer.
— ¡Vamos rumbo a nuestra nueva vida! — Me dice emocionada Angela mientras conduce y le sonrió. Ángela, es peli negra con un vorte hasta los hombros, creo que la hace ver sexy, estatura media alta, ojos oscuros, piel blanca y es mi compañera de trabajo, no está en mi misma sección, pero nos encontramos en la cafetería cuando hay receso de empleados o en la hora del almuerzo, empezamos a hablar, a conocernos y luego de un tiempo, nos volvimos inseparables, ella se volvió mi escape del mundo real, puesto que ella sí tiene una vida emocionante no como yo que solo vivo para trabajar y para pagar las innumerables deudas que tengo y no es que yo me las haya gastado, es que bueno, es una larga historia. Cuando vamos en el camino hay un tramo que no está muy bueno parece una carretera destapada que tiene muchos huecos, nos encontramos con una anciana nos detenemos y Ángela le da una propina, Luego de eso seguimos nuestro camino, adelante hay un pare y cinco autos último modelo espectacular marca AUDI modelo Q4, son negros, uno de ellos es una camioneta mas grande, debe ser algún riquillo que se le pinchó la llanta, Ángela se detiene y pregunta si necesitan ayuda, ¿Qué ayuda va a necesitar esta gente? Debe estar podrida en plata -pienso.
Mi amiga es tan confianzuda que baja el vidrio y también la velocidad, uno de los hombres se le acerca y le dice cosas morbosas, no lo tolera, ella no lo tolera y sale del auto a propinarle la cachetada de su vida, acto seguido el tipo saca un arma y le apunta directo a la cabeza, entro en pánico, salgo del auto también, enfrento al tipo defendiendo a mi amiga y poniéndome en medio de los dos, empujo su mano.
— ¿Qué te pasa animal? Tú empezaste.
— ¡Par de perras! — Él tipo nos insulta con cara de odio, mi amiga me hace a un lado y le da una cachetada.
— Nos ofendes, nos insultas y te salimos a deber. ¡Dispara! — Me tapo la boca, ¿Cómo se le ocurre decirle eso? con esos tipos no se juega. El hombre le quita el seguro al arma y decidido le vuelve a apuntar a la cara.
— ¡Basta! — Se escucha fuerte y claro el sonido más estremecedor del mundo, tanto que mi piel se eriza y mi corazón bombea sangre a todos lados como nunca antes, todos nos giramos en dirección a esa voz y juro que creo que me orine. Mis bragas y toda yo estoy sudando frío. ¡Dios! — Baja tu arma. — Ordena como voz grave y serena "aparentemente" nos escudriña con la mirada a ambas. — ¿Qué sucede?
— Nos debe una disculpa el animal este. — Mi amiga con su bocota toma la palabra y señala al tipo que antes le apuntaba y que ahora está calmado, como una estatua.
— Haz lo que dice. — Ordena.
— ¡No! ¡Quiero una indemnización, me llamó perra y dijo que haría cochinadas conmigo, siquiera me conoce!
— ¿Quieres dinero? — El sujeto levanta una ceja.
— No, quiero que nos de un paseo en su lujoso auto y que nos lleve hasta nuestro departamento y suba nuestra mudanza. — Suelto una risa, ¿Es en serio? risa que callo tapando mi boca nuevamente. Él guapo hombre parece que se contagia y muestra su sonrisa, una que es casi nada. Finalmente él ordena que se haga todo lo que mi amiga dijo, nos da espacio y subimos a su auto, un auto que está impregnado de todo su aroma, ¿Cómo puede alguien oler tan rico, ser tan guapo, tan grandote, tan fuerte? y digo fuerte porque usa un traje hecho a la medida, costoso, su reloj, su peinado, sus ojos, sus ojos verdes son tan profundos, tan llenos de misterio; tiene unas súper manos que me hacen desear y pensar mil cosas, cosas que no son nada limpias, son muy, pero muy sucias. No pensé que unas manos fueran a despertar mi deseo s****l; todo el tipo emana fuerza, poder, es tan enigmático, habla poco y dice solo lo necesario, aparte creo que es amable, si no, nos hubieran dado un par de balazos y nos habrían dejado en un acantilado, claro, somos un par mujeres a la que su empleado insultó, pero ¿Eso a él que le importa? como sea, él no dijo ni una sola palabra en todo el recorrido, lo pillé una o dos veces observándome, pero solo eso; mi amiga iba súper entretenida admirando el interior del auto.
Llegamos al departamento y en efecto el chico nos ayudó y mi amiga agradeció, él no dijo nada, solo asintió. Luego todos a sus autos y se marcharon. Ese encuentro fue de locos, ¿Quién se encuentra una persona rica en el camino? porque yo me imagino que ese hombre debe ser de esos que come con cuchara de oro ¡por Dios! Impresionante, ese auto debe costar la empresa donde trabajo, sabes, o sea, mi jefe podría hacer un intercambio, empresa - auto.
Con mi amiga llegamos al departamento, me disculpo para ir de una vez a mi habitación, miro la cama y me dejó caer en ella, suspiro y cierro los ojos solo para encontrarme con la imagen del rostro perfecto de eso misterioso hombre...