Capítulo #4. Pelirroja.

2301 Words
Elizabeth decidió drogar a su propia hermana para asegurarse de mantenerla segura, ella quería usar su tecnología para buscar la manera de mantener a Sara a salvo de las garras de Nicola, el hombre que con solo presionar un botón podría destruir una ciudad e iniciar una guerra mundial; mientras Sara estaba completamente inconsciente en una cuarto blindado y dotado de tecnología, Elizabeth se puso manos a la obra, para desarrollar una barrera de protección en el cuerpo de su hermana. —      ATENA , quiero que escanees cada parte del cuerpo de mi hermana y después quiero que desarrolles un mapa tridimensional de todo su cuerpo para simulaciones por computadora. — dice Elizabeth mientras se cambia de ropa y se pone su bata del laboratorio. —    No soy policía, pero… lo que estás haciendo está mal, ¿se me permite preguntas que planeas? — dice ATENA mientras hace lo que Elizabeth le ordeno. —    No seguiré soportando de que mi hermana sea acosada por ese animal, por Nicola, no lo haré. — responde Elizabeth. —    Pero señora… si planea hacer algo indebido con su hermana, ella se alejará por completo de usted. — responde ATENA con una analogía bastante simple. —    No importa… papá solo me pidió una cosa, y es proteger a sara, no me importa si mi hermana no me volverá hablar, debo protegerla. — responde Elizabeth al revisar el cuerpo de su hermana. —    ¿alguna idea en específica, señorita Elizabeth? — pregunta ATENA. —    Se que Nicola le hizo algo al cuerpo de sara, talvez le inyecto alguna especie de nano virus, explosivos o cualquier cosa; debo encontrarlo y destruirlo para así evitar que Nicola lo active de alguna manera.   ATENA era una inteligencia artificial con muchos defectos de programación, y uno de esos defectos era la curiosidad, algo que no es muy usado en los IA de nueva generación. —    Siempre me he preguntado el como usted comenzó a trabajar para Cyberwor, ¿podría decírmelo? — pregunta ATENA con intriga. ¿Cómo fue que Elizabeth comenzó a trabajar para cyberwor? esa era una pregunta que ella no quería ni responder, ya que la forma en la que fue obligada a trabajar para Nicola, fue de una forma horrible y muy cruel —    Cuando papá murió, él me pidió una sola cosa en su lecho de muerte, “protege a tu hermana y conviértete en la mejor científica del mundo” esas eran las palabras que Papá me dio segundos antes de morir, y esas palabras se convirtieron en mi destino, cuando cumplí 17 años, todas las universidades nacionales e internacionales me solicitaron estudiar en sus instalaciones, tuve decenas de propuestas y claramente no las rechace, pero, eso tuvo un costo, uno el cuál siempre lamentaré. — dice Elizabeth con tristeza. —    ¿dejar a tu hermana sola, solo para irte a estudiar en las mejores universidades del país? — responde ATENA. —    En efecto… cuando me fui, Sara solo tenía siete años, aún recuerdo su mirada, ella se sentía sola en esta gigantesca mansión y así estuvo por casi seis años, mientras que yo, solo seguía mi estúpido sueño. — dice Elizabeth al patear una lata vacía —    ¿por seguir el legado de sus padres? —pregunta ATENA. —    Si, siempre admire a papá por sus descubrimientos, cuando murió caí en depresión y solo me centre en lograr ser una gran científica como él, pero… por ser alisa y tonta, abandone a mi hermana y termine cometiendo muchos errores. — responde Elizabeth al golpear su mesa de mando. —    ¿Cómo fue que usted, se convirtió en la herramienta de Nicola Volcof? — pregunta ATENA. —    Fue en una fiesta, yo apenas llevaba la mitad de mis estudios terminados y unas amigas me invitaron a celebrar mi increíble azaña, me emborraché y me divertí como nunca, pero en una noche, una de mis amigas, me dijo que un ruso muy guapo me estaba esperando a fuera de la fiesta, yo solo seguí la corriente y me reuní con él, sin saber que esa noche mi vida cambiaría por completo.  — responde Elizabeth. —    No me diga que ese hombre era… —    Si, era Nicola, meses antes de convertirse en el jefe ejecutivo de cyberwor, yo estaba ebria y pensaba que solo ese guapo ruso quería divertirse conmigo, pero en ese momento, Nicola se acerca y me muestra un video; en el video que Nicola me mostro, se podía ver como un hombre toma una jeringa con alguna estancia y se le inyecta a mi hermana mientras dormía, Sara nunca se dio cuenta de que alguien entro en su habitación y la inyecto con esa sustancia extraña. — explica Elizabeth. —    ¿Sara nunca se dio cuenta de alguien le inyecto una sustancia desconocida hace años? — reacciona ATENA. —    Exacto, al parecer sea lo que sea que se le inyecto, nunca la afecto, pero si me afecto a mí, Nicola solo me dijo “ si no trabajas para nosotros, si no trabajas para cyberwor, tu hermana estará muerta” — en ese momento yo no le creí nada, pero al ver su mirada, sentí miedo y rencor,  y desde entonces, solo fui utilizada para crear armas, dispositivos y tecnología para las guerras — responde Elizabeth con un dolor personal. —    Y Sara nunca se enteró, ¿verdad? — Dice ATENA. —    Claro que no… jamás pude decirle nada, me sentía culpable por abandonar a mi hermana y exponerla a Cyberwor, y desde entonces, nos alejamos por completo. Elizabeth se convirtió en el blanco de críticas, solo para proteger a su hermana, la cual no volvió a ver durante años. Pero Elizabeth no quería hablar más sobre el tema, debía trabajar para ayudar a su querida hermana. Elizabeth no tenía idea de que era lo que Sara tenía en su cuerpo, jamás pudo examinarla porque ella estaba alejada, viviendo en Europa. —    Muy bien ATENA, activa los escáneres y muéstrame todo lo que encuentres. — responde Elizabeth lista para trabajar.   ATENA activa sensores, escáneres, sistemas y todo tipo de aparatos quirúrgicos que copian en perfecta exactitud, toda la anatomía de Sara en proyecciones orográficas, dando a revelar algo que ATENA de inmediato detecta como organismo no biológico. —    Elizabeth, detecte algo en el corazón y cerebro de sara. — repode ATENA después de escanear el cuerpo de sara. —    ¿Qué es esa cosa? — pregunta Elizabeth. Elizabeth también lo vio en el mapa tridimensional que se estaba proyectando en las Olo pantallas; lo que sara tenía albergado en su cuerpo, parecía ser algo mucho más complicado de lo que Elizabeth estaba imaginado, era una especie de líquido plateado que estaba incrustado en el corazón de sara, como si el corazón y el líquido fueran uno solo, en una simbiosis mortal para la paciente. —    No lo sé, lo estoy escaneando, pero hasta ahora, solo detecto una mínima presencia de la sustancia “ASTATO” — dice ATENA. —    El elemento más raro de la tierra, también de la tabla periódica, pero… ¿Qué cosa es ese extraño liquido? — ´pregunta Elizabeth. —    No lo sé, los escáneres no logran reconocerlo, solo sé que ese líquido es una estrada simbiosis entre tecnología y bioquímica muy avanzada, tanto que musiquero yo podría usar toda la información de la red para descubrir que es. — responde ATENA confundida. —    No puede ser…   Eso era malo, ni siquiera la avanzada tecnología de ATENA, era capaz de descubrir lo que la paciente tenía en su corazón; era malo, no había forma alguna de ayudar a Sara. —    ¿deseas que hagas más estudios? — pregunta ATENA. —    Si… usa todos los recursos del laboratorio, mientras tanto iré a tomar algo que me quite la tristeza. — dice Elizabeth desilusionada. —    ¿iras aúna taberna, creía que usted ya no seguiría tomando ama Elizabeth? — responde ATENA. —    ¿Qué importa, ATENA ? en momento así, el alcohol es lo que menos me lastimaría esta noche, si no tenemos información de lo que se sea que está en el corazón de mi hermana, es imposible que yo sea de utilidad, ahora si me disculpas iré a ahogarme en mis penas. — Responde Elizabeth al abandonar su laboratorio secreto con sinceridad. Elizabeth deja su bata del laboratorio y tomas las llaves de uno de sus flamantes vehículos, para conducir media hora hacia una taberna pequeña. Allí ella conocería una chica de cabello rojizo que de inmediato la reconoció en aquel solitario bar. —    ¿Eres la famosa Elizabeth Croff de la cual todos hablan? — pregunta la chica de pelo rojo. —    No sé quién es… — dice Elizabeth al ignorar ala insistente chica. Elizabeth era muy reconocida en toda la ciudad, ella debía visitar lugares poco conocidos para así tener paz y tranquilidad, algo que obviamente no pudo obtener. La chica de cabello rojo quería disimular sus ansias de hablar con Elizabeth, pero no podía engañar a una genio como ella. —    Perdón, es que te me hacías conocida, soy Olivia, por cierto. — responde la chica de cabello rojo. —    Mmm… ¿Por qué crees que me importaría tu nombre? — dice Elizabeth al beber de su botella. —    Eh… perdón, solo quería ser amable. — se disculpa la chica de cabello rojo con una sonrisa. —    Mmm ya veo, ¿Qué clase de mujer vendría un bar alejado de la ciudad solo para hacer amigos? — responde Elizabeth con ímpetu. —    Sabes, no tienes por qué ser tan cretina, solo quería ser tu amiga. — responde la chica de cabello rojo. —    Vete a tu casa “viuda negra” — responde Elizabeth con sarcasmos y con una gran falta de respeto.   La chica de cabello rojo, parecía ser muy simpática y aunque Elizabeth no quería ser amistosa en ese momento, Olivia, no se rindió, ella quiera saber mas de esa linda chica. —    Sabes tienes razón, ¿Qué tal si nos emborrachamos, yo invito? — responde Olivia con una sonrisa. En un momento así, lo que Elizabeth menos necesitaba, era que una desconocida la invitara a beber, pero ella no era estúpida, sabía que debía obtener respuestas de la chica de cabello rojizo; así que, en vez de generar una discusión, Elizabeth decidió seguirle la corriente a Olivia. —    Ahhh, hahaha, claro, tengo que disculparme contigo Olivia, déjame invitarte. — responde Elizabeth con una sonrisa. —    No, no, no, descuida, estas un poquito ebria, te perdonó. — responde Olivia al poner su mano en el hombro derecho de Elizabeth con una sonrisa bastante agradable.   Elizabeth había conseguido una “amiga” nueva, pero antes de ir a beber con Olivia, ella debía usar el baño. —    Claro, solo déjame ir al baño, Olivia— responde Elizabeth. —    Claro… mientras vas al baño, te esperaré con un gran tarro de cerveza fría. — dice Olivia con una sonrisa. —    Gracias Olivia—  ¡hey,! tabernero ¿Dónde está el baño? — le pregunta Elizabeth al androide que servía sus tragos. El robot encargado de servir los tragos, rápidamente le mostro el baño señalando hacia una puerta. —    El baño esta al fondo el pasillo, por la derecha. — responde el tabernero. Elizabeth toma su bolso de mano y se dirige al baño de damas, mientras que Olivia ya de por sí, ya estaba esperándola ansiosa. —    No te demores, ¿vale? — dice Olivia con una sonrisa. —    No, solo debo aligerar el peso, esta noche deseo divertirme — responde Elizabeth. Cuando Elizabeth llega al baño, cierra la puerta principal y toma su brazalete para hablar con su poderosa asistente virtual. —      ATENA ¿estás ahí? —    Hola jefa, ¿todo bien? — Responde ATENA al reconocer la voz de su creadora. —    Haaa, no lo sé, hay una chica en este lugar, no me da buena espina. — responde Elizabeth al suspirar. —    Ja, y yo que pensaba que me llamaba para recogerla de su borrachera, como la última vez, ¿crees que es un código “P”? — dice ATENA. —    Si, talvez, logre obtener una muestra de su cabello, ¿puedes escanearla en mi pulsera personal? —  pregunta Elizabeth. —    Claro, pon el cabello en la pulsera, buscaré el rastro genético en la base de datos — dice ATENA. Elizabeth pone el pequeño cabello rojo de Olivia y lo escanea para saber quién era ella, y cuando ATENA logra identificarlo, ella no se sorprende ante la respuesta. —    ¿y bien ATENA? – —    Rayos, es un código “p” llamare a tus abogados. — dice ATENA. —    No… yo me encargo de esa policía, — responde Elizabeth. —    Al menos déjame activar el sonar de tu pulsera para así saber si ella no vino sola. — dice ATENA de forma cautelosa. —    Adelante.    ATENA activa el sonar instalado en la pulsera de Elizabeth, creando así un mapa virtual que revelaba a más individuos que estaban camuflados con sistemas anti reconocimiento. —    Lo sabía, hay más de siete hombres armados usando camuflajes militares. — dice ATENA. —    Mmm, ok, ¿puedes interactuar con ellos y desactivar sus trajes? Pregunta Elizabeth. —    Si, puedo apagarlos y dejarlos inmóviles, pero, no creo que debas hacer estupideces ahora, Elizabeth. — responde ATENA. —    Ese un paradigma que muchos se creen ATENA, no por ser una genio, no implica que no pueda cometer estupideces…  dice Elizabeth. —    Haaa, ¿Qué piensas hacer loca? — dice ATENA suspirando. —    Estoy en un bar ¿no?, bueno, en los bares siempre hay pelea. — dic Elizabeth al quitarse sus aretes y recogerse el cabello. —    Enviare la ayuda, solo… no vayas a matar a la chica a golpes, ¿vale? — dice ATENA. —    Haré lo que pueda.  
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