Kiya no tuvo más opción que acompañar a Bastián a su habitación, ella se encontraba nerviosa y no quería ocasionar más problemas de los que ya había causado. — Es necesario que levantes la denuncia por intento de violación y acoso, no te puedes quedar callada ante esta situación. — Creo que con el susto que le han dado es más que suficiente, no quiero llevar las cosas a instancias mayores y menos que él quedé en prisión. — Escucha, no puedes andar perdonando cosas así. Si tú no lo denuncias y él le hace lo mismo a otra chica ten por seguro que también te vas a llevar la culpa, las personas como él no se detienen en absoluto y siguen avanzando como una plaga. — Pero yo… — Basta, deja de pensar que lo que haces para protegerte está mal. Estás en todo tu derecho de denunciar algo, tú no

