**SIENNA** Decidí que no podía esperar más. Encendí el coche y me dirigí a un barrio con la esperanza de encontrar un apartamento. La idea de un estudio, pequeño y discreto, me parecía perfecta. Necesitaba un lugar donde nadie hiciera preguntas y donde no pudiera vivir bajo el radar el mayor tiempo posible. En la calle principal, me acerqué a una señora que estaba regando las plantas de su jardín. La vi amable y pensé que ella sabría de algún lugar. —Disculpe, ¿sabe de algún apartamento en buenas condiciones que alquilen por aquí? —pregunté, tratando de sonar casual, no desesperada. —Sí, señorita. Más que un apartamento, es un pequeño estudio. Lo han habilitado justo detrás de la casa —me respondió con una sonrisa, señalando una puerta lateral. —No importa. ¿Podría mostrármelo? —di

