Emma era la típica chica, qué creían todos los romances clichés que te podrías imaginar. Siempre tenía un libro romántico bajo el brazo o en alguna app del celular, aunque ella estaba soltera. Siempre me decía que quería encontrar a la persona indicada, antes de mandarse de lleno en una relación.
Estaba en el mostrador algo aburrida, no había muchas mesas con gente. Solo habían tres y dos las estaba atendiendo Emma. Comencé a secar algunos platos y vasos, incluso nahuel estaba más entretenido que yo.
Aquel hombre levanto su mano y yo sabía que debía acercarme.
—¿Si? —pregunté.
—La cuenta, gracias.
—Enseguida.
Caminé al mismo ritmo de mis pasos, siempre lo hacía en forma rápida. Le cobre y después fui dispuesta a darle el vuelto.
—Gracias, puedes quedarte lo.
—Gracias a ti.
Junte la taza y la coloque en mi bandeja junto con el plato, el vaso de jugo estaba vacío.
No pude evitar sonreír, el lo había tomado.
A la mañana siguiente, Mira de reojo El reloj que estaba colgado en la blanca pared: indicaba las 7 de la mañana. Bufé molesta, estaba algo aburrida en este momento.
Así que me puse a reflexionar un poco de mi vida, para que se den una idea de A quién estaban conociendo.
Me gustaba pensar: en mi vida como un libro abierto en el que las personas podían saber qué era lo que hacía cada día.
Me llamo Lucía, Tengo 24 años y cumpliré 25 el próximo sábado. Era una persona bastante normal, no tenía demasiadas aspiraciones. Me gustaba mucho escribir más que leer, estaba en un taller de narrativa.
Pero hija única, no me había llevado mucho a dificultades en lo largo de mi vida. Tenia buenos padres con defecto como todos, ellos siempre procuraban que yo estudiará una carrera de importancia. Cuando le dije que quería ser escritor, dieron un grito al cielo y me obligaron a ir a una carrera en ingeniería. La cual no pude terminar, porque me costaba en demasía y además no era lo mío.
Así que estaba viviendo sola, obviamente alquilaba porque con mi pequeño sueldo demasiado podría sobrevivir al mes. En mi tiempo libre escribía y publicaba en una plataforma, Emma habías ido de las primeras lecturas que habían conocido mis escritos. Incluso no iban tan mal, tenía bastante escritos con varias lecturas y colecciones.
Sabía que no podría vivir de aquello, pero me ayuda bastante incluso me había podido comprar un nuevo teléfono. El que tenía estaba todo roto incluso te lastimaba los dedos.
Hablando desde el punto de vista amoroso, había tenido en total 4 novios.
Mi primer novio había sido un vividor, le gustaba estar en mi casa para poder comer gratis. Así que desde esa experiencia, había tenido un poco más de cuidado a la hora de presentar chicos a casa.