No me desagrada, al menos no del todo hablar con Daniel pero no voy a negar que para mi es una enorme batalla, en ocasiones intelectual pero en otras es algo que puede con mis fuerzas. Odio a la gente, odio las relaciones humanas, no porque sea una tortura o algo malo, sino porque odio sentir cosas, no me gusta tener que implicar mis sentimientos en cosas que no deberían tener que implicarme. La clave de la vida es que nadie sepa cuando estés mal, que nadie sepa tus puntos débiles, mis batallas con Daniel no son buenas, él sabe muy bien mis puntos débiles, yo se los suyos pero no es lo mismo, yo uso sus puntos débiles como arma y él aún no lo hace, eso me aterra y al mismo tiempo me da una enorme curiosidad con la cual no se como lidiar. Me di una larga ducha para quitarme todo rastro d

