Esclava del millonario
Una promesa hice al obtener el imperio de mis padres, la promesa la había cumplido a la perfección hasta que la vi en una esquina pasando frio y tal vez hambre también. Había pensado que poseía un corazón de metal pues nunca antes se me había puesto frágil ante alguien y menos por una mujer que ni conozco, no sé sí hice bien pero la seguí hasta un callejón donde se encontraba una pequeña y decente casa, ella tardó para entrar, sé estaba cuestionando caminando hacia delante y atrás, tal vez pensaba si debía entrar o no. No fui capaz de irme y me quede observándola un rato más, tenía piel blanca como la nieve, alta, flaca con cabello largo y n***o… No pude ver sus ojos pero de seguro eran preciosos, la detallé cuidadosamente y es por eso que desde el día de hoy no ha podido salir de mi mente.
No duermo.
No como.
No puedo pensar en nada más que no sea ella, pues, me llena de inquietud conocerla.
Millones de dólares pague para obtener toda la información sobre su vida y apenas llego a mis manos no dude en ofrecer una generosa cifra por ella, sabía que sus padres no se resistirían al ver los ceros tan largos que mostraba el cheque y sin dudarlo, sin preguntar... aceptaron toda las condiciones.
Ahora ella me pertenece, para siempre.
Mi nombre es Fiodor D’Alessandro, me dicen La Bestia de Florencia, nunca antes había metido mujeres a mi casa, la mayoria de mis empleados son hombres pero a partir de hoy todo eso cambia.
Todo por ella.