Capítulo 4

933 Words
A Irene se le ocurrió salir a un nuevo club que inauguraba hoy. Y aquí estamos bebiendo hasta emborracharnos.   Luego de no se cuantos tragos, nos vamos a la pista de baile. Las tres nos movemos al ritmo de la música. Unos hombres se nos acercan y toman de la cintura para que bailemos con ellos.  - ¿Cuál es tu nombre preciosa? - me pregunta el rubio con el que estoy bailando. -Alondra  y el tuyo - le pregunto con voz seductora. -Cristopher Scott - susurra en mi oído. Seguimos bailando cada vez con nuestros cuerpos más juntos. Cristopher corre mi cabello hacia un lado y acerca sus labios a el para dejar besos. Se siente muy bien. Muerdo mi labio inferior. Me giro para quedar de frente a él, nos acercamos hasta que nuestros labios quedan a centímetros y cuando vamos a besarnos siento como el chico es jalado hacia atrás. Me quedo paralizada en mi lugar al no entender que es lo que sucede. Lo único que mis ojos logran ver es cuando un Leandro golpea al otro. Cristopher  cae al suelo y Lombardi sigue golpeándolo. Escucho como las personas gritan para que los separen. Y es hay cuando recién salgo de mi transe y me dirijo hacia ellos para intentar separarlos.  -LEANDRO SUERTALO - le grito para que logre escucharme por encima de la bulla, pero este sigue peleando - LO VAS A MATAR - no lo suelta por lo que no me dejo otra alternativa que empujarlo de los hombros para que se quite de encima.  - HIJO DE PUTA - le grita a Cris - ELLA ES MIA. -¿QUÉ?, YO NO SOY DE NADIE - exclamo furiosa. -ES MUCHO PARA TI - declara Cris tratando de defenderse, pero no puede lograr mucho ya que Leandro esta encima suyo. -HAGAN ALGO IDIOTAS - les digo a los que andaban con Leandro - SEPARENLO YAA... - ordeno, pero estos niegan con los brazos cruzados. - Yo me largo - les aviso a mis amigas, ellas asienten. Paso entre las personas que están viendo la pelea para salir de este maldito lugar. Me hartaron, que esos idiotas sigan peleando hasta matarse si es eso lo que quieren. Estoy furiosa. Afuera del club busco un taxi para irme a casa. Alguien me jala del brazo haciendo que me giro para quedar frente a él. Es Leandro Furibundo. - Suéltame - trato de zafarme pero no puedo, me sujeta con más fuerza para jalonearme hasta el estacionamiento.  Le quita el seguro a su coche y me obliga a subir, ya dentro cierra la puerta y el se va a su puesto para salir a la carretera. No hablamos durante todo el trayecto.   Se estaciona fuera de un gran edificio. Me abre la puerta para que me baje. Bajo y Leandro me hace señas para que ingresemos al edificio, pero yo camino hacia el lado contrario. Quiero encontrar un taxi para ir a casa. Leandro me toma en brazos como un saco de papas y entra al edificio. La recepcionista lo saluda pero este no le contesta, sigue derecho hacia el ascensor. Llegamos a nuestro destino y abre la puerta de un departamento. -Bájame idiota - alego.  Me suelta y yo camino hacia la puerta para intentar salir, pero al girar la perilla no se abre, esta con llave -Abre - ordeno. - No - se niega - hoy te quedaras aquí conmigo. - dice caminando hacia la cocina. - Yo no me quiero quedar - protesto. - No te he preguntado -  dice para llevarse un vaso a la boca y saborear su contenido. - Eres un.... - lo golpeo haciendo que se le caiga el alcohol en su camisa - SUELTAME IDIOTA - grito cuando me sube a su hombro para salir de la cocina. - Deja de comportarte como una niña mimada - me regaña por ir golpeándolo.  Yo sigo golpeándolo hasta que siento una nalgueada. - HIJO DE PUTA - le grito ya que me dolió.   - Se dice amor de mi vida, no aquello tan vulgar - se burla lanzándome a la cama - Te deberé enseñar modales - se sube encima mío besándome.  - Déjame - pido tratando de quitarlo, pero este toma mis manos y las lleva arriba de mi cabeza.  Sigue bajando por mi cuerpo dejando besos húmedos por el. No quiero follar con él, aun sigo furiosa, pero mis malditas hormonas están locas.  Se quita su camisa y pantalón. Me muerdo el labio al verlo desnudo. No es primera vez, pero aún sigue provocando lo mismo. Bueno, ¿Quién se resistiría al ver ese monumento de hombre?, pues, yo no seria la primera.  Me levanto de la cama para quitarme el vestido y las bragas. Leandro inspecciona mi cuerpo con deseo, yo le sonrío acercándome a el. Lo empujo a la cama y me subo encima besándolo y moviendo mi cadera.  Leandro apretar mis nalgas con una de sus manos y con la otra introduce su pene. Se siente tan bien tenerlo a dentro. Muevo mis caderas a un ritmo lento y luego rápido. así sigo jugando hasta que Leandro se desespera y nos gira para quedar el encima. Sus movimientos son rápidos y profundos, asiendo que nos vengamos rápido.  Nos recostamos juntos para que nuestras respiraciones vuelvan a la normalidad.  Ya mejor, me levanto y busco mis cosas en el suelo para vestirme. -¿Qué haces? - interroga Leandro confundido. - Me voy - digo saliendo de la habitación. Afuera del edificio espero un taxi y me voy a casa.
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