Era la tarde calurosa de un jueves, el cielo exhibía un color naranja intenso poco antes de ocultarse el sol. Corina llegaba apresurada al encuentro con sus amigas en el café Estela, un sitio con estilo Art decó que tenían años frecuentando, se le hizo tarde coordinando con fotógrafos y Community Manager para el proyecto con Albert, pero Diana y Avril ya se encontraban en el lugar acordado esperándola.
—Hola chicas, perdonen la demora, tenía mucho trabajo —saludó Corina algo agitada por haber corrido prácticamente desde el auto hasta el café.
Luego de haberse saludado debidamente con besos en las mejillas, las chicas la observaron con detenimiento, maravilladas. Veían a una Corina menos sombría, con aquella vestimentas elegantes que la caracterizaban hacía un año atrás, utilizaba maquil
