Capitulo 7
El camino se hizo largo, algo aburrido mientras algunas farolas viejas no alumbraban el camino por la acera, yo voy varios pasos más atrás, el bate aún lo llevo a la mano, no me perdonaría jamás que te pasara algo y no hacer nada para evitarlo.
Encendí el otro cigarrillo con la colilla que tenía en los dedos.
Te quedas parada bajo una farola mirando a todos lados, no hay más luz de las farolas, a parte de las luces rojas y amarillas del cartel de un "bar" a pesar de que pasaste por un lugar distinto creo que fue peor al del jueves pasado, no suelo pasar por aquí pero, no se cómo es que acabaste pasando por la zona roja.
Mirás el otro lado de la calle ya que al otro lado había algunas luces que alumbran el camino, pero las "damas" al otro lado realmente no parecen ser tu tipo de compañía.
Y los... ¿Hombres?, Que están allí en las esquinas... Yo no pasaría por allí.
Suspire.
Seguiste adelante por la fila de los carteles de los bares de strippers y prostíbulos discretos.
Yo te seguía en silencio.
Tengo que esas muy atento por si sucede algo de imprevisto o si veo algo sospechoso.
Algunos sujetos van saliendo del bar lo primero que ven es a tí, doy unos pasos más.
Vuelven a entrar al bar.
Sigues caminando más rápido.
A nadie inocente le gusta este lugar.
A mí no me molesta en tiempos normales pasar por aquí, pero quedarme no me gusta en lo absoluto.
Sigues adelante y falta poco para cruzar, yo sé dónde estamos y cuando falta para llegar.
Pero veo que tú no te ubicas fácilmente.
Un tipo sale de un bar y se te acerca de golpe, ya tenía intenciones de golpear su cabeza con el bate, pero, fue muy rápido.
Me quedé en una esquina oscura esperando.
Te pregunta que de donde vienes, que si caiste del cielo porque pareces un ángel... Eh... Ugh... ¿Que no sabe ligar o está muy ebrio?.
Intentas alejarte pero este se sostiene con fuerza.
*S-solo me quiero ir a mi c-casa... Pero me perdí...*
Casi no te sale la voz al hablar.
Apreté el mango del bate con fuerza los anillos en mis dedos se enterraban en mi piel apesar de tener las vendas en la mano.
No me gusta que toquen lo que es mío.
Te alejas rápidamente apenas se descuida.
Me acerque a él tocando su hombro.
Levantó la mirada.
*¿Que quieres?*
Lo lleve sin opción a queja hasta una parte oscura.
Intento huir cuando lo solté unos segundos, levanté el bate y al momento de golpearlos su cabeza repicó contra el muro dejando la mancha de sangre, cayó al suelo adolorido.
Apague el cigarrillo y seguí mi camino.
No tarde en encontrarte corrías hacía el lado contrario.
Te frenas al verme de frente.
Joder.
No esperaba esto.
Escondí el bate en la mochila en mi espalda.
Me quite la capucha.
—¿Que haces por aquí?...¿No es muy tarde para que andes sola en la calle?.
No tienes aliento para decir algo, mientras tras de ti a varios metros vienen unos tipos.
Si bien, yo me veo más sospechoso, ellos son los que están persiguiendo a una chica en medio de la noche.
— ¿P-podrias acompañarme?.
De todos modos tengo toda la noche haciéndolo.
—creo que igualmente vamos por el mismo camino.
Levanté la mirada.
Acerque mi mano al mango del bate en mi espalda.
Con bate en mano pase de largo de ellos contigo agarrándome del brazo.
El camino faltante no era muy largo.
Así que fue rápido realmente.
La luna ya está en medio del cielo y hay mucho viento.
—G-Gracias por acompañarme... ¿T-tu también ves clase d-de noche?.
No, pero tendría que estar trabajando.
—No, pero, me alegra haber llegado tarde y haber escogido un camino extraño.
Me miras extrañada.
Pero no dices nada.
—en verdad ni siquiera estudio, soy ya graduado de arquitectura... Pero, bueno, esa mañana no sabía que otra cosa inventar porque tu...¿Abuelo?, Padre, el señor... Parecía muy molesto.
Guardas silencio.
—y...¿Cómo te llamas?.
No sé porque, pero, esto es simplemente tan agradable.
—Riha...
Suena tan hermoso cuando lo dices tu
Es único y tan lindo.
—lindo nombre, soy Peter.
Tímidamente estrechas me mi mano.
Y las tuyas son como la seda.
— de v-verdad gracias por ayudarme...
Aprietas el bolso blanco abrazándolo contra tu pecho, apenas y si levantas la mirada.
Hay criaturas hermosas en la historia humana y su mitología pero es que ninguna es más hermosa que tú.
—el destino me puso en tu camino, no veo el problema.
Eres adorable.
Empecé a caminar en dirección al bosque.
—buenas noches, no te metas por caminos raros.
—B-buenas noches... ¿Vives hacia allá?.
— Si.
Escuché como entrabas a tu casa, tu padre aún no vuelve, eso yo lo sé.
Corrí al lado contrario volviendo a la calle donde se debieron queda los sujetos que te están siguiendo.
Nadie toca lo que es mío.
Está vez no me dio tiempo de volver más temprano, además de que me quedé dormido, mucho es que recuerdo como me llamo, siento mucho no poder veré hoy, pero ya va a amanecer y creo que está semana tampoco podré volver.
Encendí el otro cigarrillo mientras ordenó los planos en sus tubos respectivos, quisiera volver hoy mismo, pero de algo tengo que vivir y amo mi trabajo.
No más que a ti, pero amo mucho mi trabajo.
Deje los tubos en la sala y vuelvo al estudio.
Escucho ls vibración del teléfono, revuelvo papeles por el suelo intentando encontrarlo.
Estaba bajo las mesa de dibujo.
>Te tengo un trabajo muy importante, necesito que vengas ya
Escuché unas quejas.
>No te hagas el chistoso, soy tu jefe, por muy buen arquitecto que seas no te da el derecho de hablarme así.
Colgué la llamada y fui a mi laptop, empecé a urgar por los archivos hasta que encontré la carta de renuncia.
Arregle la fecha y también agregue datos faltantes cité algunos artículos y se la envié.
Luego le comunique a todos los que solicitaron mi trabajo en obras y diseños, que ya no trabajo en esa empresa.
No es raro para mí actuar rápido, aprendí con los años que dudar te puede costar la vida.
Y no tengo tiempo para gastar en tonterías o perder horas que podría usar en verte.
He aprendido a crearme un nombre, un estatus, una reputación y hasta ahora, me llueve el dinero.
Nunca hay quejas de mi, mi trabajo es impecable, mis actos igual y movimientos también.
Por eso cuidarte es tan sencillo y complicado.
Espero unos minutos mientras cambiaba algunas cosas de mi i********:, no tardaron el llegar correos de constructoras que consideraban que como arquitecto no fui valorado en la empresa de maxwell.
Sonreí mientras veía la bandeja de mensajes reventar de pedidos, contratos y demás.
El humo gris escapa de mis labios mientras, me veo a mi mismo en el cristal del techo del estudio, estoy como quiero, tocó el cielo sin esfuerzo, tengo poder por parte de contactos y amigos de ambos mundos, tanto bajos como altos miembros de estratós sociales, tengo dinero por mi trabajo e inversiones que cada día son más los números de mis cuentas, tengo tanto juventud como experiencia, todas me quieren y ...todos a veces... Ugh.
Pero, tener el mundo a mis pies, pasar sobre todos, aparentar ser prolijo y moralmente correcto, no hace que deje de arrastrarme tras el borde de tu falda, deseando besar así sea la punta de tus tacones blancos, ya que tus labios o incluso tus manos son simplemente sagradas para mí, no soy digno de un placer y honor tan grande, prefiero perseguir el sueño de tenerte que olvidar la idea de que eres inalcanzable.
Mire mis ojos en el cristal.
¿Podré algún día traerte conmigo?, Se todo de ti finalmente.
No vives tranquila, no eres feliz, tu padre es un alcoholico metido en cosas raras, tu madre está igual o peor que él.
Además de que, si bien tienes un futuro prometedor como ingeniero químico, aquí no lograrás ni servír café.
Sin contactos no conseguirás explotar ese potencial.
Pero.
Conmigo podrás tocar el cielo o arrancar las estrellas si quieres, no necesitas hacer nada, solo quiero tenerte conmigo.
Sin que mi bella flor pierda su color, quiero que tú voz sea lo primero que escuché.
Tu rostro lo primero que vea.
Y tú piel... Moriría por acariciarla mientras veo esos hermosos ojos dorados...
De solo pensarlo me tiemblan las manos.
De solo querer rozar mis labios en tu cuello hace que mi corazón se detenga.
Quiero ver esos hermosos ojos mientras se cierran lentamente y desfalleces entre mis dedos, la delicada y femenina figura de tu cuerpo tendida sobre la cama de sábanas blancas, como se rompe tu frágil cuello y el último aliento sale de tus apetecibles y suaves labios...
Necesito traerte conmigo.
Me quedé sentado en el marco de la ventana, a veces solo me gusta verte dormir.
Me parece perfecto, como una pintura, una obra de arte de dónde el tiempo se detiene.
Baje de del marco y cerré la ventana, se acerca el otoño así que hay más frío de lo usual, lo cual es bastante decir.
Me quedé de rodillas a un costado de la cama pasando mis dedos por ese abundante y suave cabello n***o.
En verdad, es hermoso.
A veces creo que cuando estás así, tan profundamente dormida es que ya no vas a despertar, que pasaran días, semanas, meses, años, un siglo o más... Y aún así seguirás allí, intacta, como si el tiempo sintiera pesar de agregar años a tu aniñada belleza, y también quisiera mantener eternamente la imagen de un ángel que quedó sumido en el más profundo sueño.
Es simplemente tan increíble como la suave luz de la luna ilumina parte de la cama, haciendo aún más impresionante la imagen.
Me preguntó si mañana despertarás.
A lo mejor si, pero realmente no lo sé.
Quisiera saber cómo diferenciar un sueño de la realidad.
Y si estoy soñando entonces espero jamás despertar.
Me quedé un rato más pensando en todo y en nada mientras detallaba tu rostro.
Espero que a ese viejo desagradable se lo hayan comido los animales de camino acá.
Lo deje bastante lejos.
Espero que se pierda.
Así, si eso pasa, ser un obstáculo menos para llevarte conmigo.
Es confuso, amar a alguien y querer asfixiarlo al mismo tiempo.
Quiero mantener tu bonito rostro y preciosa mirada algo triste, melancólica y timida.
Pero también romper tu cuello...
Es confuso.
Seguí pensando mientras espeto a qué amenos un suspiro pase por tus labios, es como si no quisieras que tú último aliento escapara y se quedará guardado en tu pecho que sube y baja lentamente, la suave piel de tu cuello es tan cálida al tacto y el lento latido de tu corazón lo puedo sentir en mis dedos.
—¿Te molestaría si te llevo conmigo ahora?.
Ya que todo salió bastante bien, pensé en, ¿Por qué no plante un acercamiento directo?, Digo, me tiemblan las manos y las piernas, no puedo evitar que mi corazón lata como loco y simplemente estoy enloqueciendo más de lo que ya estoy, pero, si tengo una oportunidad de escuchar de tu preciosa voz, mi nombre aprovecharé cada segundo de ese momento, no salió tan mal anteriormente.
Hay mucho frío está mañana, me recuerda muchas cosas, pero, no es ese mi objetivo de hoy.
Hoy tiene clase luego de medio día, siempre te levantas temprano para hacer algunas compras para la semana.
Te sigo a cierta distancia.
Haciendo el tonto de que solo veo cosas por la calle y en mi celular.
Entramos al mismo sitio, al no tener excusa empiezo a buscar algo útil... Yo tengo de todo en mi casa pero no voy a quedarme parado como un poste de 195 centímetros en medio de una tienda.
Al no tener otra idea tome un chocolate y muchas cajas de té de Jasmin y té lavanda.
Se que te gustan y estoy seguro de que tarde o temprano o tu vendrás conmigo o te llevaré conmigo.
Solo esas opciones, no hay más.
Mientras escucho el fino ruido de tus tacones por el pasillo a mi lado, observé de reojo la caja de cigarrillos sobre el mostrador , alguien más la dejo.
-Serias cuarenta y ocho con cincuenta.-
- ¿P-por que aumento t-tanto?... Apenas hace unos días eran V-Veintinueve dólares.-El hermoso sonido de tu dulce voz hizo erizar cada vello de mi cuerpo.
Mire a un costado en la caja de al lado estabas tú, con un cartón grande de huevos, una bolsa con panes, siempre son 23, algunas botellas de jugo en total 5 y otras de leche siempre son 2, te adelantaste a los meses de vacaciones de invierno, apenas vas a terminar el semestre, supongo que prefieres tenerlo listo.
Aprietas los labios y miras en tu mano el dulce de mani y el billete de cincuenta dólares.
Mire a la cajera que me atendía a mi.
-Por ambas cuentas.
Le entrego mi tarjeta de débito.
Ella me mira y luego la tarjeta.
-¿Usted es Peter Müller?.
Casi en un susurró me pregunta.
Pongo mi dedo índice en mis labios dándole a entender que no diga nada.
Si bien no soy una celebridad ni nada, eso no quita de mi el título de soltero codiciado y poco accesible.
Cosa que si bien me halaga y a veces me molesta, estorba tambien y eso no me ayuda en nada.
Ella aprieta los labios y solo pasa la tarjeta.
Tu miras desilucionada las cosas pero sin el dulce de mani que tanto amas Y dejando el billete.
-Riha, ya tu cuenta está pagada, tesoro.
Le entrega las bolsas y el dulce de mani.
-¿Uh?.
Me señala a Mi la muchacha.
Yo con el chocolate en la boca. Que oportuno...
Solo te saludo con la mano tragandome mi pánico,
Mi ansiedad y el desespero de morder tus deliciosos labios.
Empiezo a sudar frío y siento como si pasaran un hielo por mi espalda.
Salimos de la tienda.
Bueno yo intento huir discretamente.
-¡S-señor, no tiene que llevar t-todas las bolsas!.
A pesar de que estoy caminando normalmente ya te quedaste atrás.
-Es lo que se debe hacer por una dama.
Me detengo solo a esperar que llegues.
OLVIDE QUE LAS TENIA... soy un desastre de ser humano.
Te quedas mirándome y luego vuelves a mirar al suelo.
-A-Aun le quedaría d-debiendo unos pocos dólares p-pero tengo cincue...-Una pequeña risa se me escapa.
-No hace falta, es una buena excusa para hablar contigo un poco más. Eres bastante linda y tú voz es encantadora...
-G-Gracias...
Te aferras al suéter blanco que llevas encima.
Si un ángel pudiera ser tan perfecto y hermoso tu serías un ser divino y celestial.
-¿Si aceptará los 50?.
-No, eso es tuyo, yo pagué porque quise y tambien para buscar una excusa para hablarte de nuevo.
Te veo dudar y seguimos caminando.
-Y me llamo Peter, señor le dicen a mi padre, yo apenas tengo veintiocho años.
-¿Entonces si es Peter Müller?.
Asentí.
-oh...
-¿Puedo al menos ayudarle con algo?
Me detuve y saque una caja de té de lavanda y la puse en tus manos.
-¿Solo esto?.
-Eres muy bonita para estar cargando tanto.
No dices más nada.
Pero me complace saber que estás a mi lado.
Y una pequeña sonrisa está en tus labios.
Esto está llendo bien.
Tengo la impresión de que no haberme lavado el cabello y tener tantas ojeras por no dormir hace que luzca sombrío y no me reconozcas... Juraría que ya te había dicho como me llamo.
Aunque ya no se que es real y que no.
Pero esto espero que sí.
Amo estos momentos.
HOLAAAAA.
Gracias a ti por pasarte por aquí, si le das me gusta sería de gran ánimo y ayuda, si compartes también ^^ y ayudar a que está historia de romance sádico y algo (muy) obsesivo y un poquito (demasiado) enfermizo sea más conocida.