— Edward, lamento lo sucedido con Derek . La puerta se entreabrió y la cabeza de Dylan apareció, su apariencia abatida conmovió al menor, quien asintió apretando el anillo en su mano sin ganas de hablar. El pelinegro se adentró en absoluto silencio, tomó asiento al lado del menor y miró el suelo con la culpa viva en su pecho. — Yo pensaba que regresaría a tu lado, que buscaría la manera de recuperarte, pero me equivoqué, no quería traicionar tu confianza... — No importa— abrió sus labios, dejando las palabras del otro en el aire. Ladeó su rostro con ojos apagados— Nada de eso importa. Sólo olvídalo, Dylan. Al ver la expresión triste del menor supo que sí importaba, que era doloroso lo que había ocurrido en aquel apartamento. Había discutido fuertemente con Nicolás a caus

