Podía culpar a una fuerte depresión, al clima, a las personas a su alrededor, a Dios incluso, pero sentía que no podía más. Desde aquel día con Derek se sentía agotado, sin fuerzas, cuando quedaba solo, lloraba desconsoladamente y se excusaba con su esposo diciendo que estaba cansado. Ahora se hallaba solo en su fría habitación, mirando por la ventana el brillante día del que disfrutaban otros en la calle. Era en esos momentos cuando se sentía más miserable, cuando el amor acumulado en su pecho llenaba sus ojos de lágrimas y le hacían temblar los labios. Apretó sus labios y cerró los ojos repitiéndose que había hecho lo correcto, a pesar de que cada día su corazón se marchitaba, se repetía que Brian lo amaba lo suficiente como para soportarlo. Pero lo extrañaba, anhelaba estar entre sus

