Quinto

2919 Words
Llegué a mi casa algo tarde, mi familia había encargado comida rápida y a mí me pidieron una de esas milanesas completas y llenas de papas fritas con un vaso de Coca cola, me senté a comer y mientras hablaba con Ema, me di cuenta de que quizás él no estaba interesado en su novia, ya que cuando iba con ella a veces al instituto de danzas siempre estaba con una mirada perdida, un poco triste y alejado de nosotros, en cambio cuando estaba conmigo y no solo conmigo, sino con sus compañeros él sonreía, hacía bromas y sus ojitos brillaban, era toda una obra de arte ver eso, quizás me estaba haciendo la historia en mi cabeza, pero para mí era así, lo veía de esa forma. De pronto me llegó una notificación de Messenger de una chica llamada Yohana, me pareció algo curioso así que entré, quizás necesitaba algo o había visto alguna ropa que publique en f******k (por cierto, vendo ropa en f******k si necesitan). Messenger - Yohana: ¿Sos algo de Emanuel? Oh sorpresa me llevé... La novia de Emanuel me estaba escribiendo y como soy muy cortés y bastante educada y no quiero tener problemas le respondí delicadamente: - Ella: Si soy algo de Emanuel o no me parece que no es TU bendito problema. Okey, acepto que no fue muy delicado, pero no la soportaba, siempre hacía que Ema estuviera con una cara de tristeza total. - Yohana: ¿Sos algo si o no? - Yohana: Soy la novia y más vale que te alejes de él - Ella: ?? Ya me hervía la sangre y no tenía ganas de discutir con una niñita, porque veía desde lejos que era una niñita insolente que solo buscaba molestar y era obvio que no dejaba tener amigas a Emanuel. - Yohana: Más vale que te alejes de él - Yohana: Alzada Y fue ahí donde el vaso se derramó, no le contesté por no perder la amistad que tenía con Emanuel, pero esto no se iba a quedar así señores y señoras, se atreve a llamar a una mujer "alzada" cuando solo quiere ser amiga de alguien, o sea ¿Estás chiflada mujer?, esa noche no dormí muy bien, la vena de mi frente saltaba de lo enojada que estaba. Suerte que al otro día era viernes, y yo no me iba a callar la boca, no iba a dejar que me pase por arriba una estúpida que solo sabe arruinarle la vida a su novio. [...] Viernes 16 de Junio, todo transcurrió normalmente, cuando llegó la hora para ir a danzas fui y cuando llegué espere afuera por él, el día estaba algo oscuro y frío, pero no tanto, soportable para mí, cuestión que en un ratito él apareció y sus ojos no se despegaban de mí, cuando freno y subió a la vereda me saludó y entró, tenía que dejar su bici adentro para que no se la robaran y salió a acompañarme afuera. - Hola, me gustaría mostrarte algo, espero no te moleste y no te enojes conmigo, comprenderé a la perfección si quieres alejarte de mí. - Dije eso y vi como se oscurecía su mirada. - ¿Ocurre algo? - Respondió en tono suave pero con un poco de miedo. Me moría por decirle "Si tu novia está loca, mejor déjala y sé mío" pero como no puedo mostrarme tan fácil, no sé lo dije. - Creo que me escribió tu novia - Con solo decir eso, ya vio por dónde iba la cosa - En caso de que no me creas mira lo que me puso - Con toda la tranquilidad del mundo le mostré lo que me había escrito. Emanuel solo respiro fuerte y agarró su celular, mandó unos mensajes y volvió la mirada hacia mí y sonrió. - Ya me encargué de que no vuelva a molestar - Me dijo sonriendo y se metió al vestuario, en donde estaban las demás chicas y chicos. Estoy segura de que estaban espiando lo que hablábamos, porque siempre que Emanuel y yo nos quedamos afuera o estamos solos se ponen en la antesala del vestuario para poder escuchar y cuando saben que estamos por terminar corrían desesperadas al vestuario para no ser atrapadas, pero siempre agarrábamos a una distraída, y bueno ya era costumbre, solo lo dejábamos pasar y nos reíamos con Ema de lo ridículas que se veían, eran unas chismosas. La clase de ballet siguió igual que siempre, pude ver un poco más relajado a Emanuel, no sé si fue por el mensaje que le envió a la chica o si fue por alguna otra cosa, no entendía nada yo, pero lo veía bastante tranquilo y relajado. Continué con la rutina de ejercicios de mi profe e iba ayudando a las demás chicas, mi profe siempre avisaba cuando había Elongación, algo que yo amaba con locura, porque me encantaba sufrir, pero el resto lo odiaba, el martes tendríamos clases de eso así que nos hacía prepararnos unos días antes. Terminó la clase y está vez mi papá me fue a buscar, íbamos a salir a comer así que tenía que bañarme en 5 minutos y aprontarme para salir con ellos. Llegué a mi casa y elegí la ropa y me fui a bañar, me vestí y la ropa que había elegido está vez me quedaba muy bien, elegí unos Jeans negros ajustados que se acomodaba a "mis curvas", unas botas color café y una remera que era 3/4 de largo de brazos y con cuello, también negra, con un chaleco de lana blanco por encima y una campera en caso de que hiciera más frío, me había lavado el pelo y amaba hacerme los rodetes bajos con el pelo así, me coloque unos pendientes delicados y un anillo que ya llevaba desde 6.to de escuela conmigo, un anillo de plata, con 6 piedritas rosadas y una perlita blanca en el centro, era como una flor, era mi anillo preferido y siempre lo llevaba en el dedo anular de la mano izquierda, mis papás me lo habían regalado porque culminaba la etapa de escuela y comenzaba con una nueva, fue lo mejor que me regalaron en toda mi vida. Mientras les contaba esto estaba buscando mi celular para mandarle un mensaje a Emanuel, está vez me tuve que ir antes, no llegué a quedarme a la clase que le sigue a la mía y suponía que Emanuel no había terminado, pero le dejé un mensaje igual: - Ella: Holiiis, perdón que me fui sin despedirme es que mi papá y mi mamá me invitaron a salir a comer y no me pude quedar y tampoco pude despedirme de todos. Te dejo, nos vemos el lunes, besitos. Y le di a enviar... ESPEREN... LE DI ENVIAR Y DECÍA "BESITOS", ay no, AY NO, ME VA A DAR ALGO, pero que idiota como le voy a mandar eso, ay no, no, no, su novia lo va a matar, me va a matar a mí y de segura ya no quiera más nada conmigo. Creo que mi cara era bastante crítica, porque mamá me preguntó si me sentía bien - Si mami, estaba viendo que perdí un documento de texto que tenía que pasarle a una amiga y tengo que volver a escribirlo, y no me acuerdo bien que decía - Mentí, no podía decirle que le había dicho algo tierno a un chico que tenía novia. - Pequeña no te preocupes yo te ayudo a escribirlo después, vamos que tu padre está afuera esperando para que vayamos. - Terminó diciendo con una sonrisa en su rostro. Y así fue como nos pusimos en marcha, no quería ni siquiera prender el celular, tenía miedo de que me contestara cualquier cosa o incluso peor, que su novia tuviera su f******k y lo estuviera leyendo, ay Dios, por favor que no lea eso esta mujer, si no me va a matar, sacudí mi cabeza tratando de no pensar en eso, no podía dejar que mi mente se carcomiera así sola. Llegamos al restaurante en los que mis papás siempre comían, pedíamos siempre lo mismo, pero esta vez ordenaron algo distinto así que no me queje y aproveché a saborear nuevas cosas. La cena transcurrió normal, mamá y papá hablaban conmigo sobre cómo me estaba yendo en todo y yo hablaba con ellos sobre su trabajo y cosas de adultos, se veían felices, aunque tenían una cierta mirada que me estaba haciendo dudar, quizás porque se miraban entre ellos y luego me miraban a mí o no sé, lo que si se es que comimos postre, esos manjares deliciosos que uno no puede perderse por nada del mundo, mis padres se pidieron un helado sándwich para cada uno, en cambio yo me pedí, un pequeño postre que anhelaba comer, una Isla flotante, de esas que la cortas y se sale todo el relleno, bueno de esas, nada más rico que probar esa delicia. Mamá y papá me miraban muy raro, creo que lo estaba disfrutando incluso más que la comida, pero bueno, son cosas que pasan. Cabe aclarar que para este entonces mi padre y yo nos llevábamos como perro y gato, solo lo justo y lo necesario hablábamos, todavía yo seguía resentida por lo que hizo, para serles sincera, aún lo odiaba, que cosas ¿no?, ¿una cristiana odiando a su propio padre?, si señores y señoras, así era y quizás tenía muchas cualidades, pero tenía muchos defectos, tanto él como yo. Él nunca se disculpó, nunca me pidió perdón, nunca se esforzó en preguntarme si estaba bien, si necesitaba algo, solo quería que diera más de mí, porque incluso llegó a decirme que no servía para nada, que era una inútil inservible; hemos tenido discusiones si, muchas era porque yo tenía cólicos y me acostaba y le avisaba a mi mamá, pero a él no y me hacía levantarme a hacer las cosas porque si le decía que tenía cólicos ya empezaba con su obra de teatro, de que no ayudo a nada, de que soy una buena para nada y no sirvo para nada; pero delante de la gente él era la mejor persona, la que era digna de imitar, aquella persona que aparentaba ser tan buena y ¡era un maldito cerdo, que abusó de mí cuando tenía la edad de una niña!, y nunca jamás me pidió perdón. En cambio yo, tenía errores si y los admitía, tenía un carácter horrible, le contestaba a mis padres, les mentía, era un desastre, pero todos me veían como la niña buena, la adorable, la que tenía capaz un carácter no muy bueno, pero ayudaba al resto, los alegraba, intentaba ser una mejor persona, pero descubrí que ese dolor, esa ira, esa rabia no me ayudaba y estaba más en el mundo normal que en el mundo de Dios, estaba con un pie afuera y otro adentro, por eso digo que odiaba a quien se dispuso a criarme y a "cuidarme", si estuvieran en mis zapatos entenderían lo difícil que era ver a aquel que te hizo daño y hacer de cuenta que nada pasó, ¿por qué no hablaste?, se estarán preguntando, pues es simple, te da miedo, miedo a que se desarme una familia, miedo a que no te crean, miedo a que te hagan más daño, tienes miedo y no hablas, solo te quedas ahí en silencio y haciendo de cuenta que todo está bien, cuando en realidad te estás muriendo por dentro con tanto dolor. Nunca hablé y creo que es algo que llevaré conmigo hasta que un día me muera o el Señor decida llevarme a su presencia. Después de estar un rato sumergida en mis pensamientos nos fuimos, mamá y papá estaban cansados y al otro día tenían que trabajar, yo por otro lado no tenía sueño, pero acepte ir a casa igual, no es que tuviera otra opción... Cuando llegamos cada cual se fue a su habitación yo puse a cargar mi celular y me acosté a dormir, no tenía ganas de hablar con nadie y estaba segura de que Emanuel se estaba volviendo a su casa, eran casi las 11 de la noche así que era lo más seguro. Estaba aún oscuro cuando me desperté, pero no me podía mover, no podía hablar, no podía gritar, no podía hacer nada, solo podía sentir como mis piernas se elevaban y sentía como me agarraban los pies, no tenía manera de hablar, estaba presa del miedo y cuando intente hablar mi boca comenzó a torcerse, pues claro, las parálisis del sueño son demonios que te vigilan y se pone encima de ti para molestarte, en el momento que hable para reprender mi boca se torció y mi lengua se pegaba al paladar y no tuve más remedio que reprender en mi mente. "Te reprendo en el Nombre de Jesús, te vas fuera, Señor te necesito, ven ayúdame, te reprendo y declaro que te vas de acá, tú no perteneces aquí, en el Nombre de Jesús TE REPRENDO Y TE ECHO FUERA!" Solo supe en ese momento que todo cesó y pude volver a dormirme, no supe por qué, no entendí el porqué, pero sabía que estaba siendo atacada por Satanás. No sé por qué, pero cada vez que tenía una parálisis y lograba volver a dormirme al otro día tenía muchísima energía y hoy es ese día, me levanté superanimada, con ganas de saltar y danzar, hoy era sábado así que lo más probable era que hiciera algunas tareas y estudiar para los escritos y luego dormir una siesta. Así fue como transcurrió mi día sábado, obvio que hablé con el precioso de Emanuel y en esa charla se dio una conversación bastante fluida, me habló de lo que le gustaba, de lo que hacía y sobre todo le comenté lo que mi profe, Ingrid me había dicho sobre él. - Ella: Hace unos días Ingrid me habló y me dijo que como me llevaba con vos, y le dije que bien, y me dijo que eras tímido, pero que eras buena gente. - Emanuel: Y yo qué sé, no sé si el término correcto es "buena gente", tengo mis contras, pero intento ser lo mejor posible. - Ella: Te conozco poco, pero me gusta tu forma de ser, sos una muy buena persona o por lo menos conmigo jajajaja y desde lejos se nota que tenés un gran corazón. - Emanuel: Solo en el escenario conocen al verdadero Emanuel. - Ella: Mmm dudoso eso, creo que te conozco más por las miradas que me das en danza jajajaja. - Emanuel: ¿Yo? ¿Miradas? Te estás confundiendo me parece jajajaja - Ella: Lo dudo querido, no dejas de mirarme y me haces poner nerviosa, ayer viernes no me despegabas los ojos de encima. - Emanuel: Jajajajaja bien me atrapaste, ¿tiene algo de malo que te mire?, además no tengo novia y como evitar tan linda vista, estabas bastante bonita, como para no mirarte. Y fue ahí cuando colapse, en ese momento casi me muero, ¡¡¡NO TIENE NOVIA!!!, un segundo, ¿Cómo que no tiene novia?, si hace unos días estaba de novia con Yohana e hice la pregunta más estúpida que podría hacer. - Ella: ¿Cómo que no tenés novia?, si hace unos días estabas con ella y se veían felices... - Emanuel: Sí, pero, no quiero que mis amistades se enojen y se alejen porque la tóxica les escribió y les habló mal, a ustedes, mis amigas, solo por ser mis amigas, así que decidí terminar con ella, además ya estábamos bastante mal en nuestra relación, solo necesitaba algo para terminar con ella. Y fue en ese momento que exploté de alegría, no sabía cómo expresarlo sin que se diera cuenta, así que procedí a hablar con completa paz y continuamos nuestra conversación sobre otras cosas. Llegó la noche y con Ema seguíamos superconectados, mamá y papá se habían ido a cenar y me iba a dejar algo de comida en el refrigerador así que ni siquiera me moleste en levantarme, porque aún no tenía hambre. [...] El domingo fui al culto en la tarde, le dije a mi amor secreto y no tan secreto Emanuel que iba a ir y él no estaba muy de acuerdo con eso, según él era "ateo" pero no le creí solo lo ignoré y seguí conversándole de lo que hacíamos en mi iglesia, él me dijo que su mamá iba a una iglesia y lo obligaba a ir, porque si tenía tiempo para ir a fiestas, también tenía tiempo para ir a la iglesia y me pareció chistoso eso, porque cuando somos cristianos intentamos que el otro pueda seguir los pasos de Dios, no lo obligamos, pero como es su hijo, podía entenderla. En Jesús es una nueva vida, es un nuevo comienzo y cuesta, pero es genial, no sé mucho solo tengo 15 años, por lo que he vivido creo que es genial ser cristiano, aunque tengas que sufrir el desprecio de tus padres por ser cristiana. Volviendo a lo de antes, los cultos empezaban a las 19 hs y mi tío siempre me llevaba y mi abuela iba conmigo y siempre íbamos juntas, yo amaba ir ahí porque era mi lugar en el mundo, dónde podía llorar y nadie me iba a decir nada y solo podía ser yo, sacar a través de lágrimas todo lo que tenía internamente guardado.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD