2

1801 Words
Mi alarma comenzó a sonar, lo cual indicaba que un nuevo día había llegado. Que ya debía levantarme para no llegar tarde a clases. Gruñí, removí la cobija de mi cara y estiré mi mano para alcanzar el despertador. Cuando logré alcanzarlo, lo apagué y encendí la lámpara del buró. Tomé mi celular y lo desbloquee. Entre a la mensajería y teclee el mensaje para mi hermano, quien había ido a estudiar lejos la escuela superior. Él había elegido una carrera universitaria que no estaba en ninguna universidad del distrito, así que él optó por ir al distrito de la costa. Si, él había elegido la carrera de biólogo marino. Laura: Que tengas un buen día. Te quiero Suerte en la escuela hoy. Apague el celular y lo puse en el buró de nuevo. Después tomé mi cara y me levanté con pereza. Fui a la ducha aún con sueño. Abrí el agua caliente y me saqué el pijama, después me duché y cuando termine salí y busqué la ropa que me pondría para ir a la facultad. No era de ese tipo de mujeres que se la pasaban las horas escogiendo su atiendo, de hecho solo usaba lo primero que encontraba. Mi apariencia realmente no me importaba mucho. Cuando estuve lista salí de mi habitación y baje al primer piso, en el que seguramente mi papá Gus estaría haciendo el desayuno. —Hola— lo salude cuando me encontré con él en la cocina. Esta vez había preparado su especialidad: Waffles. Mis favoritos y los favoritos de mi hermano. —Buenos días, hija— él me entregó una sonrisa —¿Lista para tu primer día en la escuela superior?— pregunto, aún con la sonrisa en su boca. —Super lista— sonreí también. A diferencia de mi hermano. Yo había elegido una carrera que si estaba dentro del distrito. Quería especializarme en negocios internacionales, pero amo por mucho el arte, así que decido inscribirme en diseño gráfico. —Muy bien— él sirvió el desayuno en un plato y me lo entregó. —Este desayuno es especial para mi querida hija. Yo tomé el plato y sonreí —Gracias— dije antes de comenzar s comerlo. —Buenos días, cariño— mi papá Thomas llegó en seguida. Se acercó a mi papá Gus y le dio un beso en los labios. Podía decir que mis padres representaban por completo al amor de verdad. —Buenos días— mi papá Gus saludo y miró con amor a mi papá Thomas. —Hay niños presentes— dije yo mientras comía mi desayuno. Eso hizo que mis padres comenzaran a reír u se acercaran ambos a abrazarme —Nuestra hijita esta celosa— dijo mi papá Gus. —Mucho— susurre —papá Thomas me roba el cariño de papá Gus— dije, disfrutando del cálido abrazo que había recibido de ambos. Después solo disfrute de mi desayuno en la compañía de mis padres y cuando termine fui a traer mis cosas para salir. Tomé mi celular y vi que mi hermano ya había respondido mi mensaje. Leo: También ten un buen día. Tu hermano menor te desea la mejor de las suertes en tu primer día de universidad. Te quiero, hermana. Sonreí y apague el celular, baje corriendo y me despedí de mi papá Thomas ya que mi papá Gus me llevaría de paso antes de que él fuera a su trabajo. —Te veo en la noche, papá— dije y di una sonrisa. Después salí y subí al auto. Mi papá Gus subió también y comenzó a conducir. El sol aún no salía por completo, pero me encantaba mirar los amaneceres. Me puse a mirar por la ventana y mire la infinidad de carros que pasaban apresurados, todos iban a sus trabajos o escuelas. —¿Todo bien?— preguntó mi papá Gus —Te notó extraña. Deje de mirar hacia fuera y lo miré a él —Estoy bien— dije. En realidad no había nada que me molestara, solo que extrañaba un poco a mi hermano. —Solo que hecho de menos a León. —Ya veo, recuerda que el vendrá en las próximas vacaciones— trato de animarme. —Pero si en verdad lo extrañas mucho podemos visitarlo el fin de semana. —¿En serio?— pregunte emocionada. —Si. Pero será una sorpresa para él, así que no le digas nada— me miró de reojo y mostró una sonrisa. La felicidad se mostró en mi rostro —Si— susurré. Volví a ver por la ventana y me acomode para disfrutar de mi entorno. Después de algún tiempo, por fin, llegamos a la universidad. Mi papá Gus se estacionó fuera y yo me quité en cinturón de seguridad para poder bajar. —Te veré en casa— dijo él. Yo me acerqué y le di un beso en la mejilla —Gracias por traerme, te veré en casa— di una sonrisa y me salí del auto —Te quiero, pa— dije y cerré la puerta. Después el se arrancó y se fue, dando paso al siguiente auto que estaba detrás de nosotros. Yo me giré y miré las siglas de la universidad, que resaltaban sobre todo. —Aquí voy— susurre, me colgué la mochila en los hombros y comencé a caminar. Fui a recoger mis horarios. Después de tenerlos en mis manos fui al aula, en donde la mayor parte de asientos ya se encontraban ocupados. Pase de largo y fui a sentarme a uno de los asientos desalojados del fondo. Siempre me gusto ocupar los últimos asientos, mi concentración llegaba y dibujaba mejor. Mientras esperaba al profesor saqué mi celular y respondí los mensajes de mi hermano. Laura: En serio que necesitaré esa suerte. Hermano, hay mucha gente nueva a mi alrededor, necesito tu ayuda. Envíe el mensaje y espere impaciente su mensaje. —Responde— susurré. —Hola— un chico se acercó a donde yo me encontraba. Yo apague mi celular y lo miré, el pánico se reflejó en mi rostro, no sabía que decir —Hola— dije lo primero que me llegó a la mente. —Soy Franco— estiró su mano para poder saludarme —¿Tu eres? —Eh— en serio que eso me llegó de sorpresa —Soy Laura— di una sonrisa y lentamente estiré mi mano para estrecharla con la suya. El chico se sentó en la silla que se encontraba al lado mío y se giró —Es un gusto— dio una sonrisa alegre. —Igual— susurre y encendí mi celular de nuevo, mostrando la hora y el fondo de pantalla que tenía. Este era una foto de mis papás, León y yo. —¿Son tu familia?— el chico miró de reojo. Yo volteé a verlo, este chico si que era extraño —Si, son mis padres y mi hermano— respondí, ya que por alguna razón me sentía cómoda con él. —¿Tus padres?— me miró, pero no mostró desagrado como los demás que habían conocido a mis padres. —Si— lo mire también —¿Hay algún problema? —No, no lo hay— miró hacia el frente —Es solo que es impresionante que lo hayas dicho, yo en tu lugar lo habría ocultado y habría dicho que son tus tíos o hermanos también. —En realidad no me importa la reacción de los demás. Mis padres son lo mejor que tengo y no me enseñaron a mentir— miré al frente también —Puedes pensar lo que quieras, en realidad deje de prestar atención a esos detalles. —Ya veo— susurro y ambos prestamos atención al profesor, el cual había llegado ya. —Hola, jóvenes— el profesor, que parecía un completo friki, que estaba en sus plenos treinta años, habló. —Soy el profesor Dickson, su profesor de artes. Como es un nuevo semestre y nadie de aquí se conoce quiero que cada uno de nosotros nos presentemos y digamos algo que nos identifique. Después, uno por uno se pusieron de pie y se presentaron, hasta llegar a nosotros, el chico que estaba al lado mío se puso de pie y se presentó —Hola— saludo alegre —Soy Franco, tengo un gato, dos hermanos mayores, me gusta jugar videojuegos y amo el arte— sonrió. —Ahora tu— el profesor me señaló. Yo me levante con miedo —Soy Laura— dije con voz baja —No hay mucho que decir de mi, soy una persona ordinaria— dije y volví a sentarme. El profesor me miró con seriedad —¿En serio? ¿No dirás tos pasatiempos, lo que te gusta? —No hay mucho. Realmente soy ordinaria— di una sonrisa forzada y mire mi pupitre, eso quitaría la vista que todos tenían sobre mi. —Bueno— susurró y se giró, después dio inicio a su clase y explicó algunas técnicas de dibujo. Al término de la clase, tomé mis cosas y salí a toda prisa de ahí. Caminé a la entrada y en un breve tiempo el chico molesto se acopló a mi paso —Vamos en la mima dirección— dijo él, caminando lento, pero seguro. —Eso parece— dije y puse música en mis audífonos. —¿Vives cerca de aquí?— preguntó. —No realmente, solo caminó a la parada de autobuses, vivo a veinte minutos en auto— —Ya veo— susurro —To vivo en los edificios de la cuadra siguiente, así que en serio caminamos al mismo sitio, la parada de autobuses queda fuerza del edificio donde vivo, vivo en el cuarto piso, departamento 427. —No deberías dar esa información a extraños. —No eres un extraño. Somos compañeros de clase y creo que en el futuro seremos amigos— dio una sonrisa. Llegamos a la parada de autobuses u me quedan ahí para esperar el autobús —No soy buena con los amigos, siempre termino desanimándolos. No creo que te interese ser amiga de una egoísta como yo. —Sería un reto, pero soy muy amigable. Los verdaderos amigos no se alejan, incluso si eres cruel con ellos. Lo miré —Los demás no piensan eso. —No saben que las mejores amistades son como tu— sacó su celular —¿Puedo tener tu numero?— estiró su mano y su celular. Yo tomé mi celular y tecleé mi contacto. Mi autobús llegó, así que me puse de pie y subí —Te veo mañana en clases — dije y fui a sentarme. Podría decir que encontré a un nuevo amigo y me sentía feliz por eso.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD