Capitulo 1
Duhan.
—"MELILLAN, SU TURNO".
—Bien, vamos. —mi papá lleva la correa del caballo y yo atrás asi veo todo—. Melillan.
—"¿Ella va a competir?".
—"No, ella". —la apunta a Lane que esta arriba del caballo—. "Ya sé todos los riesgos, va a competir".
—"Bien, pasen por aca...".
—Suerte Lane.
—¿Apostaste?.
—SIIII, CON RAYMI.
—¡VOY A GANAR Y ME VAN A PAGAR!.
Mi papá le dice algo que hace que mire al frente seria y se acomoda el sombrero, me cargo en las barandas viendo como se preparan, el caballo de Lane se exalta donde sabe que va a competir y ya quiere arrancar, mi yegua esta exaltada igual que Caldo, nombre horrible que le puso, pero ella lo ama a su caballo y el nombre, el tema que no usamos los mismos caballos de competir para lo diario, yo tengo a mi Helena que es del diario no tan diario porque no la monto todos los días, tengo a mi Chocolate que lo uso para los tambores y arrear porque es feroz, cuando tenemos que llevar al ganado a otros campos lo uso porque no es cobarde, le hace frente a los toros sin miedo, y a mi Florecita para carreras de velocidad ya que es muy ágil. Mi papá le ajusta los pies, le señala el recorrido que debe hacer y Lane asiente a todo, miro hacia donde esta toda mi familia, mi mamá parada en la baranda mira atenta, no le gusta nada esto, pero no puede hacer nada porque todos amamos los caballos y las competencia, hasta nos dijo una vez junto a Kale, "es maltrato animal lo que hacen y encima les divierte", con Kale no competimos por mucho tiempo y era como que nuestros caballos andaban locos, mi papá dijo que los traigamos y uuuhh, como relinchaban y saltaban, y de ahi seguimos viniendo, no cada mes, sino mes por medio asi descansan bien.
—VAMOS LANEEE. —le asiente a mi papá agachándose un poco y suena la bocina, Caldo sale corriendo sin que ella le diga, no estamos a favor de la fusta, ni las pinzas en los estribos para pincharle el lomo, ni siquiera en tirar las riendas, creemos en la conexión con el caballo.
—DALE DALE DALEEE... CON FUERZA. —escucho a todos alentándola donde es pequeña y mi papá decirle qué hacer, siete años tiene y lo controla de maravilla—. FUERZA, VAMOS LANE CON FUERZA LAS PIERNAS.
—SSIIII. —corro a la abertura cuando viene saliendo y miro el tiempo, veinte segundos.
—VAMOS VAMOS... SIIIIJJJJJ... —mi papá corre atrás asi la ayuda a controlarlo—. Esooo, muy bien amooorrr... —la baja abrazándola y yo voy por Caldo que esta eufórico—. Estuviste genial hija.
—¿Cuánto tiempo hicimos?.
—Veinte segundos... —me mira toda mimosa donde mi papá la besa sin parar—. Una genio,
—Esa Laneeee, me vas a sacar mi puesto.
—Si, cuídate.
—Atrevida.
—Bueno chicas, vamos a enfriar a Caldo y te llevo con mamá asi calentamos a Chocolate. —me subo arriba de caldo que se va de lado dando saltos, nos movemos para todos lados y las personas se corren por miedo—. Vamos Duhan, contrólalo nena.
—Me quería hacer la dama en peligro hombre, asi me vienen a rescatar.
—Contrólalo. —riendo hago que corra con todo lo que tiene y cuando lo freno da unos saltos.
—"Paiguen, paihuen pichi". —con mi mano golpeo su cuello diciéndole que se calme.
—"Señorita", —miro a un lado donde me hablan, hay un hombre desconocido viéndome, unas fachas medias raras ya que esta vestido parecido a Benaias, nada como un ranchero que es como todos vestimos en estos eventos—. "¿Necesita ayuda?".
—"Estoy bien, gracias".
—"Esta muy alterado..." —Caldo se sigue moviendo como loco.
—"Necesitaba correr, esta eufórico pero ya baja, gracias por la ayuda..." —me acomodo en la silla de montar sin dejar de verlo con una sonrisa—. "Tranquilo peñi".
—"¿Se llama peñi?".
—"No, adivina..."
—"Mmmm, ¿manzana?".
—"Casi, porque es una comida".
—"Chocolate..." —miro a ver a mi papá pero no esta y él hombre me sigue caminando—. "Frutilla".
—"Te digo de una".
—"Si, porque tengo intriga".
—"Se llama Caldo".
—"¿Eh? ¿Cómo le vas a poner ese nombre?".
—"Mi caballo se llama Elena, Caldo es de mi hermanita de siete años, lo tiene de los cinco".
—"Con razón el nombre, ¿al menos le gusta la sopa?".
—"Su comida favorita".
—"DUHAN, ANAY LEF-TRARU," —(Duhan, vamos, apúrate).
—"VOY," —lo miro al hombre de nuevo—. "Nos vemos".
—"Si, nos vemos". —voy con Lancuyen que me espera enrabiado y sé que es por hablar con el hombre.
—¿Y ese?.
—Me dijo si me ayudaba con Caldo, pensaba que no lo podía controlar.
—¿Y tanta charla tenían?, tardaste un montón.
—Lancu, de verdad amigo, aflójale.
—Camina.
—Le dices al papi de eso, te hago la cruz, tu decide. —de un salto de sube atrás mío en Caldo, me giro un poco viendo—. Te hablo enserio Lancuyen, no seas un traidor con nada, porque no pasó nada mas que no podía creer que no necesitara ayuda con Caldo.
—No voy a decir nada, ya cállate. —tiro el codo hacia atrás dándole en las costillas—. Mmmjj, me dolió tonta. —llegamos donde tenemos nuestro lugar como familia y un corral donde mi papá esta preparando todo para que entre Caldo—. Ahí abro el portón.
—Dale.
—Llévalo ahí Dudu.
—Si papi. —me bajo llevándolo, le paso las riendas a mi papá que lo hace correr y Lancu agarra la manguera mojándolo, no nos gusta esta forma, preferimos que transpire y el sudor los enfríe, pero en estos lados no queda de otra—. Voy con mamá.
—Prepárate asi vamos.
—Si. —voy a la casilla apurada asi me pongo las botas, mis guantes y asi competir, mañana sigue y tengo que juntar puntos—. ¿Mami, mis guantes?.
—Aca, mira Dudu... —me acerco a la baranda donde mi mamá señala—. Ahi la tierra esta muy suelta Dudu, rodea asi, un poco mas inclinada entonces Chocolate va a poder abrir mas las patas delanteras y se afirma en las traseras y no vas a caer, porque sino va a patinar y no va a poder agarrarse bien de la tierra y te va a soltar.
—Bien, entonces cuando llegue ahi me inclino antes.
—No hija... —mi abuelo se pone del otro lado señalando—. Te tienes que inclinar tarde.
—¿Tarde?, eso es muy peligroso papi, puedo cortar con el riel a Chocolate.
—Un segundo tarde, cuenta los segundos, como practicamos.
—Pero esa vez me lastime papi.
—Si, y lo volvimos a probar y te salió, fuerza en los muslos, cierra bien tus talones sobre el lomo de Chocolate, no te va a traicionar, te caíste, volvimos a intentar y se esforzó por no tirarte, confía en él.
—Si, confío, voy a hacerlo. —me ajusto los guantes viéndolos a todos—. Espero me paguen las apuestas eh, no anden ahí queriendo cambiar.
—Tengo todo anotado Dudu, no te preocupes... —Waira alza la libreta y cuenta la plata dándosela a Lane que estira la mano y se la da a mi mamá que se rie por la emoción que tiene.
—¿Alcanza para hamburguesas mami?.
—Siiii, te alcanzan muchas cosas.
—¿Todo para Caldo?.
—Si, tenemos que ir por mas vendas Lane, asi tiene unas lindas.
—Si, me faltan amarillas... —la miro sonriendo porque como yo convino mi ropa con la de Chocolate o Florecita con sus vendas ella igual—. Celeste y azul, entonces quiero eso y camisas igual.
—Bueno, no te alcanza para todo eso pero con papá te regalamos las camisas.
—Si, gracias mami.
—DUDU VAMOS.
—Nos vemos...
Vamos con mi papá y Lancuyen hacia la entrada, siempre competimos, no todos sino terminamos compitiendo entre la familia, asi que una vez cada uno y en diferentes cosas, me gustan varios torneos pero esta vez mi chocolate esta mas que eufórico, salta sin parar cuando llegamos a la largada y la salida esta al frente, los tambores colocados y recuerdo lo que dijo mi mamá y mi abuelo, y donde esta el tambor, todos sabemos que intentan sabotearnos ya que llegamos a las finales y ganamos casi todo con mi familia, por eso nos dejan para lo ultimo, donde la tierra esta removida, los caballos cansados, lo toros enojados, todo para que intentemos perder.
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