Estar frente a ese hombre bastaba para hacer temblar cada partícula de su cuerpo. Su voz tenía el poder de arrancarle el aliento y su presencia la desarmaba. —Hola, Capitán —susurró Naomi con descaro antes de besar sus labios. Scott era provocativo, indudablemente deseable. Algo en él la atraía como una fuerza magnética. Y si había una posibilidad de que mañana, con uno de sus extraños cambios de humor, terminara asesinándola, entonces... ¿por qué no disfrutarlo hoy? —El naranja es tu color, y el n***o crea el contraste perfecto para cualquier águila hambrienta. Me enloqueces —añadió él mientras le apretaba el trasero con la misma intensidad con la que la había marcado anteriormente. El bikini naranja con pareo n***o había sido una elección certera. A bordo del yate, el lujo los envolv

