Capítulo 1
Susan
Una temporada más, una en la que por fin tomaré mis vacaciones de fin de año.
Amo mi trabajo, de eso no hay duda, sin embargo, mi jefe no es el típico jefe que suele dar vacaciones cada tanto tiempo… y menos si es para festividades.
Él es lo más parecido al Grinch.
Odia la Navidad, las decoraciones, la comida, el color… absolutamente todo.
Nunca había conocido un ser tan antinavidad como él. Y he intentado durante estos dos años que llevo trabajando con él colocar al menos un adorno en mi escritorio, pero pareciera que ese fuera una completa ofensa para.
Y lo peor es que para no socializar con el mundo entero trabaja y yo al ser su secretaria estoy con él, todo el tiempo. A veces me cuestiono si soy solo su secretaria, porque parezco su asistente o su niñera, mejor dicho.
Y no me molesta, la mayor parte del tiempo, tengo un buen salario y mi jefe a pesar de ser un completo idiota, conmigo no lo es tanto… ya me acostumbré y casi no le prestó atención.
A pesar de que somos tan distintos, que él es como el agua y yo como el aceite. Que él odia la Navidad y yo la amo más que nada en este mundo, creo que nos entendemos muy bien.
Me senté en el sofá y agradezco enormemente a la familia de mi jefe que esta vez se lo llevaron sin importar que se negara.
Ya me lo imagino renegando todos los días, impaciente al escuchar aquellas melodías que se cuelan en tu cabeza y que son difíciles de sacar… no puedo evitar reírme, bien decía mi madre “al que no le gusta la sopa le dan dos cucharadas"
No me importa pasarme todos estos días tirada en este sofá, tendré tiempo para ver mis series, comer y beber hasta el cansancio.
Le envié un mensaje a mi madre, debo decir que siempre me da un poco de nostalgia cuando llegan estas fechas, toda mi familia está esparcida por muchos lados por fuera del país.
Fui la única de mi familia que decidió quedarse en un solo lado y siento que a veces eso es un poco aburrido.
Puse una de las tantas películas de Navidad de mi lista, me encanta imaginar que puedo ser yo la que está allí, se enamoran de un nombre rico, y termina su navidad enamorada, y millonaria.
Seco mis lágrimas, y no es porque la película sea algo triste, más bien es porque esta da nostalgia… nunca poder estar en ese lugar.
Pausé la película cuando mi teléfono comenzó a sonar con insistencia. No tenía que mirar la pantalla porque tenía un tono personalizado para él.
No puedo contestarle, no quiero amargarme mis días de descanso. Adicional, no tiene porqué llamarme a protestar cualquier cosa, deje todo listo para que esto no pasara.
Ignoré el teléfono, pero su insistencia era bastante tediosa.
Me regañé mentalmente por ser tan débil.
—Señor Black.
—¿Por qué respondes hasta ahora Susan? Te llamé más de diez veces.
Rodé los ojos… solo ha pasado un día y este hombre de nuevo me quiere tener en su radar.
—Señor le recuerdo que estoy de vacaciones, es mi tiempo de descanso —dije y escuché su bufido.
—Necesito que hagas algo por mí. Viajes hasta donde estoy, te necesito urgente.
Cerré los ojos con fuerza. No puedo creer lo que me pide.
—No puedo. Señor le recuerdo que estoy descansando se acerca la navidad y quiero poder enfocarme…
—Estás sola Susan, sé perfectamente que no tienes con quién celebrar la navidad. No olvides que te conozco muy bien. Quiero que estés aquí por tardar mañana, tengo una propuesta que hacerte.
—¿Y si no quiero?
—Tendrás mucho dinero Susan. Adicional Te pagaré todo, ida y vuelta para que puedas ir a visitar a tu madre. —Abrí los ojos—. Seamos realistas, tú estás sola allí, no perderás nada viniendo hasta mi casa.
—Si estoy sola es porque no me queda tiempo para conocer a nadie.
Escuché su risa, en el fondo disfruta todo esto.
—¿Qué dices? Solo serán unos cuantos días, nada más.
—Iré, pero me devolveré justo antes de navidad.
—Te enviaré el boleto de avión, y no te preocupes por tus cosas te recogerán y te traerán hasta aquí. Te agradezco, Te juro que si tuviera quien más recurrir lo haría, pero… solo te tengo a ti.
Él colgó la llamada, y en estos momentos me arrepiento de haber aceptado.
De verdad quería quedarme viendo películas, comiendo comida chatarra, disfrutando infelizmente mi soledad.
¿A quién quiero mentirle? Obviamente la idea de quedarme aquí me agrada, pero disfrutar de un viaje todo pago a una de las casas de mi jefe, no suena nada mal.
Tal como él lo dijo vinieron a recogerme a la casa y me llevaron hasta el aeropuerto, mi viaje fue en primera clase, sola, como si hubiese comprado todo el avión para mí.
Definitivamente admito que mi jefe se está esforzando bastante por hacerme sentir cómoda y no sé qué tanto confiar con eso.
Llegué hasta la imponente cabaña en donde suele pasar su familia las fiestas.
No conozco a todos los integrantes de su familia, solo a unos cuantos que alcanzo a reconocer a lo lejos.
Con nerviosismo tocó la puerta y él es el que abre. Se ve… relajado.
—Señor Black, aquí estoy.
—Sabía que podía contar contigo Susan. Te explicaré todo luego, por el momento sígueme la corriente.
No me deja procesar cuando me lleva hasta una enorme sala que está al costado, al menos unas veinte personas estaban allí bebiendo.
Me hice a su lado al sentir la mirada de todos sobre mí.
—Abuela —dijo él, apoyándose en una de sus rodillas para hablarle a la mujer—. Tal y como te lo prometí aquí está Susan, mi prometida.