Susan
Mi cara es de evidente sorpresa, en realidad no esperaba que este era el favor que necesitaba.
¿Cómo se atreve a meterme en este juego y no decirme nada? No soy amiga de las mentiras, no sé mentir, no tengo idea como se hace.
La mujer me mira y me da una sonrisa que me hace sentir completamente mal.
Carraspeé con mi garganta haciendo señas a mi jefe necesito hablar con él necesito que me explique qué está pasando.
Él se pone de pie y pone sus manos en mi cintura. Pude sentir como mis mejillas se tornaron de un tono carmesí, era la primera vez que teníamos un acercamiento de ese modo y es… lo suficientemente incómodo para que mi cara no pueda disimularlo.
—La ubicaré en una habitación y bajamos —él dijo con total tranquilidad.
—Deberías llevarla a tu habitación, finalmente están comprometidos no te preocupes por nosotros —mencionó la mujer.
Y en estos momentos no puedo creer en lo que me metí.
Él toma mi maleta y comenzamos a subir las escaleras. Ni siquiera tuve necesidad de mirar para atrás para sentir la mirada de todos ellos sobre nosotros.
Mis manos estaban sudando, admito que mi jefe es un hombre bastante atractivo, es más podría decir que es uno de los hombres más atractivos que he visto en mi vida, millonario, musculoso y muy inteligente, pero no es para nada mi tipo.
Él cerró la puerta de la habitación y en ese momento me giré y crucé mis brazos esperando una muy buena explicación… no me pagan lo suficiente para hacer esto.
—¿Y bien señor Black, no cree que merezco una explicación de todo esto?
—Mi abuela nos confesó que le quedan unas cuantas semanas de vida, me suplicó que le presentara a alguien porque quería ver que yo podría ser feliz. Siento haberte metido en todo esto, solo serán unos cuantos días.
—¿Usted quiere que le mienta a una persona que está a punto de morir? No, tengo mucho que hacer y estar aquí, no es una opción.
—Te pagaré Susan, muy bien. Solo debes hacerte pasar por mi novia, mi prometida. Solo debes seguirme la corriente, nada más.
Puse la mano en mi sien, todo esto era demasiado.
—No puedo hacer eso… Señor usted puede conseguir una novia falsa.
—No tengo tiempo para eso, mi enfoque en estos momentos es la empresa.
—Pero no es mi culpa…
—No veo porque te ofendes tanto solo sería una pequeña mentira, tendrías un pago sobre esto. Como te dije, sé perfectamente que no tienes mucho por hacer, no tienes con quién estar y tampoco tienes novio para estarle fallando con esto.
—No quiero ofenderlo, pero si no tengo novio, si no tengo tiempo es porque me la paso metida en la oficina y mi vida social es muy poca, por no decir nula.
Escuché una risa de su parte, no quise ni mirarlo, porque son tantas emociones que estoy experimentando en el momento y me conozco muy bien y sé que puedo decir algo que me puede dejar sin trabajo fácilmente.
—Sé que estás trabajando demasiado, pero eres en la única persona en la que confío. Susan, nadie puede hacer este trabajo como tú. Solo será por unos cuantos días, luego de navidad todo volverá a ser como antes, si preguntan algo les diré que decidimos acabar la relación.
—No quiero mentirle a su abuela, ni a nadie.
—No es una mentira, es un trabajo más para mí. No quiero que mi abuela sufra el pensar que cuando ella muera voy a quedar solo. Entiende que ella es como una segunda madre para mí y si no fuera por ella, yo no estaría haciendo todo esto.
—Señor Black, si me pone las cosas así, es bastante difícil que me niegue —dije con total sinceridad.
—Adicional te puedo asegurar que vas a disfrutar cada uno de estos días mi familia ama la navidad y tú también estoy seguro que la pasarás muy bien. Así tú los entretienes con todo ese tema y yo puedo ahorrarme la molestia de vivir momentos desagradables únicamente porque quieren convivir en estás fechas.
—Está bien… solo será por navidad —estreché mi mano hacia él—. Y no habrá besos, ni nada comprometedor. ¿Trato?
—Trato —me respondió, juntando su mano con la mía—. No habrá besos, ni nada comprometedor y solo será por navidad.