Capítulo 4

1459 Words
Capítulo 4 Narra Valesheka –     Ni me lo digas me sentí más incómoda, sentí que todas sus miradas estaban puestas en mi– estamos hablado del momento incomodo en el carro, Cordelia se tira en mi cama y se comienza a reír. –     Y lo que me da más risa, es que ellos te miraban y tú parecías una diva que ni la mirada le dabas.  –     ¿Y que querías que hiciera? Tú crees que estén sospechando algo– ella comienza a negar. –     No lo creo, tu tranquila. –     Bueno ya me dio hambre ¿Vamos a tu casa? –     Si ya te quiero presentar a alguien– se levanta de la cama y se acomoda la ropa. –     ¿Quién? ¿A tu novio? bien guardadito te lo tenías he. –     Yo no tengo novio hace años, soy mala en las relaciones, ahora mueve ese culo para abajo y larguémonos que mi estómago ruge– yo río, dejo mi mochila y solo llevo mi celular y bajamos. Los chicos están callados, cada uno sumergido en su mundo, notan de nuestra presencia y nos miran. –     ¿A dónde vas?–  me pregunta Noah, frunce el ceño igual a los demás. –     No te importa– le respondo cortante, camino y Cordelia se ríe un poco. –     Tú no puedes salir, acabas de salir del hospital. –     Tú no me das órdenes nunca más. Mira como me voy – salimos de la casa y no me olvido de cara de Noah estaba rojo de la furia igual que los demás. –     Que linda mi pupila está aprendiendo, bueno vamos- caminamos un poco más de prisa. –     ¿porque caminamos tan rápido? –     Para que no nos vean. –     ¿Ah?– nos metemos por un lugar donde no ay muchas casas, veo que es una moto una Harley para ser exactos. –     Ni creas que me voy a subir a eso. –     Pues tendrás que hacerlo ya que yo no sé manejar carro solo moto y esta belleza será la que nos llevara, claro si no quieres caminar 150 kilómetros. –     Está bien– un suspiro escapa de mis labios. Nos subimos y ella comienza a conducir a toda velocidad, un gritó escapa de mí, me sujeto de su cintura. –     Cállate la boca que nos van a descubrir. –     Tengo miedo, quiero bajarme Cordelia ¡AY! – Cordelia se detiene a un lado. –     Valesheka te tengo que llevar así vamos a llegar a mi casa, hacemos una cosa, esta vez conduzco más despacio y así te sientes más segura y dejas de chillar, mujer que me vas a romper mis témpanos ¿Esta bien? –     Sí, pero deja de gritarme– hago un puchero. –     Ya no me hagas caras, ahora si vamos rubia– me acomode de nuevo ella comenzó a conducir yo me aferraba a ella, abrí mis ojos y pude ver todas las casas pasando rápido. Comencé a reír, el viento soplaba mi cabello, me sentía tan libre, no pensar en nada ni en nadie. [...] Nos adentramos al bosque y a unas horas llegamos a un lugar donde había casas muy bonitas pero me llamo la atención una casa, mejor dicho una mansión era muy bonita Cordelia se detuvo ahí y nos bajamos. –     ¿Tú vives aquí? – ella asintió y comenzó a estirarse. –     Si, esta es un localidad, aquí está rodeado de vampiros pero no pueden salir hasta que oscurezca– le pregunto el por qué– Necesitan uno de estos, son anillos diurnos, no pueden salir, si no se quemaran– me señala su anillo color rojo como su cabello. –     ¿Y cómo lo tuviste tú? –     Una bruja amiga de mamá se lo dio a ella, tenemos toda la familia y tenemos uno para ti. Entramos a su casa y me encanta el lugar, está bien iluminada tiene cuadros y se ve que sus padres son bien limpios porque todo lo tienen ordenado. –     Hasta que al fin llegas Cordi– me sobresalto, volteo y veo a un chico de cabello caoba y ojos avellanas, y piel blanca tan blanca que ya parece trasparente, es alto y musculoso y lo primero que pienso es qué caliente – ¿Y quién eres tu belleza? –     No te importa Matthew, déjala tranquila. Está mamá y papá en casa. –     Si, están en la cocina. Te estábamos esperando ¿Por qué demoraste tanto? –     Acompañe a Valesheka a un lugar. –     ¿Es ella?– me mira de pies a cabeza, me sonrojo– Sí que eres muy bonita. –     Gracias, Cordelia  ¿Él era quien me querías presentar? – no entiendo nada, pero bueno cada loco con su tema. –     No es a él quien te quiero presentar, ven vamos– me jala del brazo y me arrastró por toda la cocina. Cuando llegamos estaba un señor y una señora el señor era rubio con ojos marrones claros, era blanco y alto. Es la misma imagen de Matthew. La señora era pelirroja tenia pecas y ojos color verdes, no era tan alta ni tan baja. Ellos miraban a Cordelia y luego me miraron a mí, me puse nerviosa. Sentí que ya conocía a la señora, su rostro se me hacía muy familiar. –     Mamá, Papá ella es Valesheka– la señora me miro me sonrió, él señor igual. –     Mucho gusto Valesheka, yo soy Kevin jefe de este clan– le tiendo la mano, pero él me atrae hacia él y me abraza. –     Mucho gusto señor Kevin– nos separamos y la señora se acerca le doy la mano pero hace igual que él señor y me abraza. –     Mucho gusto Valesheka, me llamo Cristina pero dime Cris, ¿Eres igual a ella? –     ¿A quién? –     A tu madre, te hemos esperado hace años para que nos salves y protejas a nuestro pueblo, ahora que estas aquí todo volverá a hacer como antes– salvar ¿Qué? dijo. –     Papá córtala. –     Disculpe ¿Salvar que cosa? – todos se miran entre sí. –     Eso después lo hablaremos, lo bueno es que estas aquí, con nosotros y nada te pasara. –     Bueno ya terminando de presentarnos, a mí ya me dio hambre que hay de comer– lo miramos, Matt no dejaba de mirarme y eso me intimidaba yo apartaba la mirada de él. –     Está bien bebé, ahorita te doy de comer, vayan a sentarse a la mesa. Valesheka siéntete como en tu casa, que dentro de dos días está será tuya– murmura Cristina distraída ya que está ocupada sirviendo la cena, le sonrío, me cae súper bien la familia de Cordelia. –     ¿Y cómo te cayeron? –     Cordelia, tu familia me cae súper bien, se ve que son muy unidos– me pongo triste, desearía que Noah al menos se llevara mejor conmigo pero las cosas no son así, para él y sus amigos yo solo soy la nerd. –     Y dime linda como te caigo– Matt se acerca mucho a mí, me miraba pícaro y yo solo me sonroje. –     Bien. –     ¿Solo bien?– él se acercó un poco, pero Cordelia se puso frente a mí. –     Ni se te ocurra Matthew. –     Que pasa hermana, no te gusta compartir–  me río y Matthew me guiño un ojo. –     Ella no es como mucho de tus conquistas– me jalo del brazo y me sentó en una silla, ella se sentó al lado mío Matt al frente de mí y los padres de Cordelia a los extremos. Y la mesa sigue teniendo muchos espacios vacíos todavía. –     ¿Y cómo vamos a hacer cuando supuestamente mueras? Aunque claro ya estarás muerta– preguntó Cristina, y se rió como si fuera un gran chiste, Kevin solo meneo la cabeza pero sonriendo. –     Cuando Val muera, vamos a sacarla del cajón y la traemos aquí– dijo Cordelia–: pero tiene que ser rápido ya que si no ahogaras. –     Si me parece bien, yo voy a ir con ustedes ¿Y cómo está tú hermano mi niña? – me preguntó Kevin. –     Él está bien– bajo la mirada y comienzo a comer. En la cena comenzamos a hablar de cosas triviales, terminamos y Cordelia me sube a una habitación, la habitación es de color negra con estrellas de un verde fosforescente en el techo, está rodeado de muchas fotografías, con famosos y países extranjeros, me gusta. –     Ahora si te voy a presentar a mi persona favorita– me siento en su cama y ella va a la biblioteca y saca algo de ahí, me sorprendió al ver lo que tenía en sus manos.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD