bc

El guardián de ojos.

book_age16+
6
FOLLOW
1K
READ
murder
dark
heavy
mystery
city
slow burn
lonely
virgin
mxm
love at the first sight
like
intro-logo
Blurb

Su mirada es la más hermosa y única que he visto en mi vida. No me fijo en nada más que en esos ojos, cada uno de diferente color, cada uno con una manera de mirar distinta. Lo único que existe para mí en ese momento es el café y verde que no deja de verme. Y cuando se van, es cuando regreso a mi realidad. No sé cuánto ha durado el encuentro. Pude haber estado perdido por horas o años, y nunca lo sabré.

chap-preview
Free preview
1
Bang, bang, bang. El profesor se pasea entre los pupitres mientras habla y habla sin saber qué está diciendo. Bang, bang, bang. El hombre se detiene por unos segundos, recorre la mirada por toda el aula, y continúa con su plática. ¡Ayuda! ¡Dente! Por fin regresa a su escritorio, sonríe falsamente y da por terminada la clase. ¡Monstruo! -Bonito fin de semana chicos. - Nos desea antes de que salgamos hacia la libertad. El frappé de Moka siempre ha sido mi favorito. Me pone relativamente feliz cuando estoy teniendo un día pesado. Ese viernes es uno de ellos. Me siento a tomar el frappé que acabo de comprarme, en una de las bancas en las áreas verdes de la universidad. La bebida no es la mejor, pero es lo más accesible que hay en la escuela. Estoy a punto de acabar mi bebida cuando veo a alguien acercarse a mí. El sol no me deja ver muy bien quién es, y tampoco pongo mucho empeño en saberlo.  —¿Ya con café? — Reconozco a la persona por la voz. Nat se sienta a mi lado y se pone su colorida mochila en las piernas. Siento su mirada sobre mí. Me analiza con detenimiento. — Te ves terrible. - Intento sonreír. La honestidad de mi amiga es algo que siempre apreciaré de ella. -No he podido dormir en estos días. - Mi lengua está un poco entumecida por el frío del frappé, así que mis palabras suenan un poco arrastradas. Nat asiente con comprensión. Me pregunta si padezco de insomnio, lo cual me parece curioso. - O sea, sí me duermo pero siento que no descanso. Despierto el triple de cansado. - Omito el comentario sobre mis sueños. Siento que es información innecesaria. Mi amiga me hace las preguntas de rutina: si he ido al doctor, si tomo medicamentos, si he intentado formas “naturales” de conciliar el sueño. Escucho sin responder. A ella le gusta hablar mucho y yo prefiero no dar muchos detalles. Siempre ha sido así. Desde que nos conocemos hace ya diez años. Nat y yo nos quedamos platicando por un rato más. Termino mi bebida antes de que se vuelva agua, y acompaño a mi amiga a tomar el autobús.  Durante el trayecto, la chica no pierde oportunidad y me invita a una de las fiestas que organiza la fraternidad de la escuela. Nunca he sido una persona de fiestas, pero mis padres no dejan de recordarme sobre lo importante que es socializar y hacer contactos, así que accedo a ir. Regreso al campus, un poco más animado que antes, y camino a la biblioteca. Otra vieja amiga. Pierdo la noción del tiempo en la biblioteca, y no me doy cuenta que ya es tarde hasta que levanto la vista de mi tarea y me percato que el sol se ha metido. Miro la hora en el reloj de mi muñeca, el cual marca las siete de la tarde. Me estiro en mi asiento y guardo mis cosas en la mochila. Apilo los libros de la biblioteca y saco mi celular para revisarlo. Solo tengo un par de mensajes de Nat. Me dice la hora de la fiesta y que no falte. No tengo ganas de ir a mi casa y regresar a la universidad, así que decido salir de la biblioteca y caminar un poco para estirar las piernas.  El fresco aire otoñal me recibe con agrado. Hay algunos estudiantes esparcidos por el área donde estoy caminando. La mayoría platica con otros chicos, algunos prefieren leer o estar solos, como es mi caso. No me molesta no estar acompañado de alguien. A veces no sé qué decir, y las personas suelen molestarse un poco cuando no las miro directamente, u omito mis comentarios. Nat ya está acostumbrada a mi manera de convivir, aunque creo que es gracias a que ella ama hablar y hablar. Así que creo que hacemos una buena combinación. Reviso la hora en mi celular. Aún falta un poco para la fiesta, y no quiero ser el primero en llegar. Suspiro cansado. Preferiría estar en mi casa que esperando para ir a un lugar en el que no me apetece mucho estar. La noche de pesadillas ya empieza a hacer mella en mí, nada nuevo para mí. Desgraciadamente, estoy acostumbrado a tener malas noches de descanso.  No sé qué hacer, y caminar parece ya no ser tan buena idea. No quiero regresar a la biblioteca, y el único lugar con sillas y mesas es el comedor. Se encuentra un poco retirado de mi posición, pero me dirigo hacia él. Podría picar algo para comer, ya que estoy demasiado seguro no habrá comida en la fiesta. O al menos solo darán aperitivos o frituras, los cuales no me apetecen mucho para cenar.  Ya vislumbro el comedor, con su amplias ventanas de cristal y su fuerte iluminación. Es difícil no percatarse del lugar. Sin embargo, hay algo más que capta mi atención. Algo sutil y único. Es un momento de impacto para mí. Me deja pasmado en el piso a pesar de haber sido empujado con ligereza. Alguien choca contra mí. Cuando eso sucede, porque normalmente me pasa, sigo con mi camino e ignoro a la otra persona. Sin embargo, la persona que ha impactado conmigo, me mira directamente a los ojos. Demasiado rápido, demasiado agresivo. Y su mirada es la más hermosa y única que he visto en mi vida. No me fijo en nada más que en esos ojos, cada uno de diferente color, cada uno con una manera de mirar distinta. Hay un sonido que se escucha muy lejano, es corto e irrelevante. No me interesa. Lo único que existe para mí en ese momento es el café y verde que no deja de verme. Y cuando se van, es cuando regreso a mi realidad. No sé cuánto ha durado el encuentro. Pude haber estado perdido por horas o años, y nunca lo sabré. La fiesta es aburrida, como lo esperé. No me encuentro con Nat hasta media hora después de mi llegada. Durante ese tiempo, no he hecho más que tomar refresco y estar sentado en una silla incómoda. Mi amiga me presenta a sus amigos, cada uno de diferente clase. Parecen personas agradables, pero no me fijo mucho en ellos. Durante toda la noche no dejo de pensar en esos ojos. Aparecen en mi mente una, y otra, y otra vez. El momento se repite infinitamente en mi cerebro. La mirada que se levanta, la fiereza que se demuestra… Parece un sueño. Un sueño del cual no quiero despertar. Llego a mi casa a las dos de la mañana, lo cual me sorprende ya que no suelo quedarme mucho tiempo en las fiestas de la fraternidad, o cualquier otro tipo de fiesta. Entro a mi hogar con mucho sigilo y me subo a mi habitación de inmediato. Los ojos se me andan cerrado y logro lavarme los dientes antes de dormir. Esa noche, caigo rendido. El sábado despierto hasta medio día. Aprovecho que no tengo ningún pendiente y me quedo toda la tarde viendo videos. Mis padres no están en casa, lo cual no es raro en ellos. Siempre salen juntos a pasear o por algún compromiso que tengan que hacer. Ellos saben que no me gusta mucho estar fuera de casa, así que ya no me preguntan si quiero ir con ellos. Agradezco que sean comprensivos conmigo respecto a mis preferencias. A pesar de que al principio fue complicado, creo que han hecho un gran esfuerzo para darme mi espacio y entender que simplemente soy así. Alrededor de las seis de la tarde, empieza a dolerme la cabeza. Es un dolor muy fuerte e intenso. Me levanto de mi cama con dificultad. Doy un par de tropezones hasta llegar a la puerta y me detengo para recargarme en ella. Cierro los ojos, aprieto los dientes y mi cuerpo se tensa. Son punzadas horribles, como si me estuvieran aplastando el cerebro. La medicina que me da mi mamá está en la planta baja, y aunque no estoy seguro de poder llegar hasta ahí, salgo de mi habitación y camino con pesadez hasta las escaleras. siento que me voy a caer en más de una ocasión, lo que aumenta las punzadas en mi mente. Por fin llego al primer piso y me voy directo a la cocina. Abro el gabinete para las medicinas y remuevo todo hasta dar con la que necesito. Me la trago sin agua, aunque luego me sirvo un poco. Mi boca está seca y apenas me doy cuenta. Me recargo por unos segundos en el pequeño comedor que divide la cocina con el resto de la casa, y luego camino hasta la silla más cercana del comedor y me siento ahí. recargo mi cabeza en mi mano y espero a que el medicamento haga efecto. ya tiene tiempo que no me da un dolor tan fuerte. Siempre he sufrido de dolores de cabeza, algunos muy fuertes, otros no tantos. Pero un dolor como ese, hace mucho, mucho tiempo que no sucedía. Me doy cuenta que la medicina está haciendo efecto cuando siento cierta somnolencia inundar mi cuerpo. El dolor se vuelve sordo y disminuye con mucha lentitud. Me pongo de pie, listo para subir a mi habitación, cuando la puerta principal se abre y mis padres entran a la casa. Mi madre me saluda, y rápidamente nota que algo no está bien. Mi papá me pregunta si tengo hambre ya que han traído un poco de comida. Les digo que subiré a dormir porque me duele la cabeza. Mi mamá me da un abrazo y mi padre me revuelve el cabello. Sonrío con ligereza, el calor de mis padres me hace sentir un poco mejor.  En cuanto toco la cama, me quedo dormido. Estoy seguro que será un descanso profundo y sin interrupciones. Sin embargo, esos ojos lo cambian por completo. Son esos colores, café y verde, que me interrumpen y se meten sin escrúpulos en mis sueños. Me mantienen al límite y más activo que cuando estoy despierto. Sueño que los persigo, los persigo durante mucho tiempo y por un largo camino. Y justo cuando puedo alcanzarlos, el sueño se acaba. El domingo despierto mucho más temprano que el sábado. Son las nueve de la mañana y ya me encuentro en el baño, lavando mi rostro. Bajo al primer piso y no encuentro a mis padres. Deduzco que han salido y me preparo algo para desayunar. Mientras como, reviso f******k para pasar el rato. Es ahí cuando veo la noticia por primera vez. Es horrible. Abro el link para leer la nota completa. Las imágenes están censuradas, pero aún así se puede ver la maldad y saña con la que fueron perpetrados los asesinatos. Dos chicos encontrados muertos en su casa, al parecer vivían juntos. Ambos atacados sexualmente y apuñalados en sus partes privadas. Ninguno tenía sus ojos.

editor-pick
Dreame-Editor's pick

bc

Navidad con mi ex

read
8.8K
bc

Traicionada desde el nacimiento - La hija no valorada del Alfa

read
68.0K
bc

Mi Sexy Vecino [+18]

read
51.2K
bc

Prisionera Entre tus brazos

read
86.4K
bc

La esposa rechazada del ceo

read
167.1K
bc

Bajo acuerdo

read
9.0K
bc

Tras Mi Divorcio

read
510.4K

Scan code to download app

download_iosApp Store
google icon
Google Play
Facebook