21 Jamais

429 Words

El carro se paró y de nuevo le vendaron los ojos, odiaba sentirse tan vulnerable. —Que mi Señor me perdone.— susurró el joven con rasgos de Elaia al apartar el pelo de Lea. —¡Aquí está el hierro, ya conocéis el proceso!—por suerte o por desgracia, Lea también sabía que aquella prueba para brujas consistía en hacer que sangrara alguna de sus marcas del diablo. El público empezó a gritar y a removerse encolerizado haciendo que el suelo temblase. El viejo la hizo arrodillarse golpeando sus corvas de ambas piernas con un objeto metálico. —Notaréis un pequeño pinchazo.— susurró antes de clavar el gélido hierro en su cuello. —Estúpidos trapisondistas.— gruñó la bruja al notar la sangre resbalando por su espalda,pues esas pruebas eran tan inútiles como aquel atajo de crédulos. Es comprensi

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD