Capítulo 6

1692 Words
Isaac Todo el día Gable, el hombre que puse tras Gabrielle, me mantuvo informado de lo que sucedía, mientras yo trabajaba, cada cosa que hacía era mas desconcertante que la anterior, no sé ni porque vino a la oficina. Le marco a Smith —Smith, dala de alta para que tenga acceso a la casa—Porque odio estar cambiando los datos. Ha demostrado dos veces que es capaz de saltear este tipo de seguridad. —Si señor—Me responde. De nuevo trato de hablarle a Katerina, pero me manda directo al buzón, suspiro, creo que lo mejor es darle un tiempo a que se calme. Cuando Gable, me informa que Mía le compró un baguette a la escuincla, me siento molesto, ¿Por qué Mía hace eso? Mi propia hermana, maldita sea. Tendré que hablar con ella en casa. Mientras Smith me lleva a casa, me informa que Gable, aun sigue a la chica por todos lados a pie, me sorprende la capacidad que tiene para caminar. Tiene buena condición, lo que me lleva a preguntarme, de nuevo ¿Cómo se ejercita? Fue de nuevo al centro comunitario, estuvo 3 horas ahí. 1 hora en el hospital y hora y media en las oficinas de Danver. Al llegar al departamento, Mia ya esta en la mesa de comedor haciendo tarea. —¿Por qué no lo haces en tu cuarto? —Le pregunto dejando las llaves, y el celular en la mesa. —Ah, no tengo escritorio —Te mandaré a traer uno —Gracias, también deberías pedirle uno a Elle —No—Le digo y mi mirada se oscurece—Ya que la mencionas ¿Qué carajo pensabas en comprarle comida? —Levanto la voz mas de lo que pensaba —Isaac, ella no había comido nada en todo el día—Me dice con voz tierna —No me interesa Mia, no debe comer, hasta que entienda el valor de las cosas ¿O tu también quieres pasar por lo mismo? —No es justo Isaac, solo fue un Baguette —No me interesa, mañana le diré a la señora Wallace que no te haga nada… —¿Pero que mierda haces? —Me grita la niña desde la puerta, cuando la miro tiene el ceño fruncido y una mirada demasiado cansada. Ahora no trae sus jeans y su blusa, como salió esta mañana, ahora trae un jogger, y un top, sus audífonos colgados en el cuello. La miro con el ceño fruncido. A pesar de su cansancio quiere pelear. —Tu no te metas—Le digo con la voz muy cortante, la mirada fría. —Claro que me meto, estas siendo un idiota con tu propia hermana —¿Tu que sabes de hermanos? —Le reprocho con veneno, porque hasta donde sé ella no se lleva bien con sus medios hermanos o hermanastros —Jódete—Me dice enseñándome el dedo medio, y acercándose a Mia—¿Estas bien? Le pregunta, como si le hubiera hecho algo malo a mi propia hermana. —No le pasa nada, tiene que aprender… —¿Ah no tener empatía por nadie? ¿A jamás ayudar a nadie? —Me dice mirándome con ferocidad—Buen ejemplo ¿Eh? —Me dice con burla —Insisto, no te metas escuincla… —Si quieres meterte conmigo, hazlo, ódiame, déjame sin comer, pero a Mía no le digas nada, ella solo mostro su parte humana, una que tu careces —No pueden seguir regalándote las cosas, tienes que aprender consecuencias —¿Y regañando a Mia, es la forma? —Levanta las cejas con sorpresa—¿Eres imbécil desde que naciste? ¿O tu madre te dejo caer de la puta cuna? Me quitaste el alimento, sabiendo que tenia las cuentas congeladas, y no tenía acceso a comida, así que tu hermana me mostro algo de humildad. —Pero… —No, vete a la mierda, eso es lo que quieres eso tendrás, pero si te atreves a quitarle los privilegios a Mia, me largo de esta casa, y tu padre no te dará lo que te prometió y me encargaré de que jamás lo haga. Y me desarma, ¿Cómo carajo sabe el trato con mi padre? Solo la miro con odio. —No sabes de lo que hablas…—Le digo —Si lo sé, tu quieres tenerme aquí tanto como yo quiero estar contigo. Así que dejémonos de estupideces, no te puedes deshacer de mi, ni yo de ti. No metamos a Mía en esto. —Fuera de mi vista—Le ordeno —Como gustes—Me dice toma su mochila y sale a su recamara, pero antes de perderse por el pasillo—Por cierto, ya encontré trabajo No sé porque su sonrisa me hace estremecer, es una sonrisa burlona, como si ocultara algo. Volteo a ver a mi hermana que esta sorprendida —Si, esa es la Elle que recuerdo —Rebelde —No—Me dice recogiendo sus cosas—La que salta a defender a la gente Parpadeo sorprendido, pero la ignoro, tomo las llaves de su carro y decido ir a casa de Katerina. Necesito desahogarme y si ella no me va a perdonar, pienso buscar a alguien mas. Toco a su puerta, y abre sorprendida. —Isaac—Me dice en un susurro—¿Qué haces aquí? Pero no espero mucho, la tomo por la cintura y la beso, un beso que nos lleva directamente a su cama. una parte de mi cerebro me recuerda lo que la niña dijo, que Katerina no esta satisfecha, pero cuando trato de hacérselo en 4 ella no me lo permite, así que lo hacemos normal, acostados sobre la cama. Si, reconozco que el sexo con Katerina es aburrido, pero es una chica genial, lista y muy divertida. Cuando quedamos satisfechos me pongo mi ropa, ella la suya y salimos de la habitación —¿A que se debe esto? —Dice sonrojada —Tenía ganas, y te echaba mucho de menos —Ah —Kat, sabes que no pasó nada con Gabrielle —¿Así que ese es su nombre? —Si, ella solo… se esta quedando en casa como un favor a mis padres. —¿Ósea que sigue en tu casa? —Dice exaltada, molesta —Si, sigue en mi casa, pero no es lo que crees, ni si quiera me interesa de ese modo, es una niña —Vi como la mirabas Isaac —Estaba molesto, pero no la miraba de ningún modo —¿Seguro? Porque se veía muy sexy con su lencería negra —Era azul—Le digo con el ceño fruncido, y al ver su cara roja me doy cuenta que cometí un error grave, ella sabía que era azul. Mierda —Si, no te interesaba…—Dice con sarcasmo y yendo a su pequeña cocina —Katerina, de verdad, no quiero discutir mas por eso, simplemente o confías en mi, o no lo haces. —Bien, solo dame un tiempo para acostumbrarme a esto—Me pide, y yo asiento contento, por fin, un problema menos. Ahora solo me tengo que hacer cargo del ciclón—¿Te quedas? —No debo volver a casa con Mía, necesito disculparme con ella —¿Solo viniste a coger? —No Katerina—Pero una parte de mi cerebro me dice “mentiroso” un pensamiento cínico que nunca había tenido—¿Quieres venir a dormir conmigo? —No—Dice casi sacándome a patadas de su casa, al parecer aun hay una guerra no ganada aquí. De nuevo en el departamento, Mia ya esta dormida. Y cuando paso frente al cuarto la niña, veo que colgó una sabana para tener un poco de privacidad, sonrío por su ocurrencia, su luz esta encendida, me asomo para ver que sucede, y la encuentro dormida, en el suelo. No puedo evitar sonreír de verla así, me pongo en cuclillas, recojo sus cuadernos, los observo y tiene realmente una letra muy limpia, para el ciclón que es, pensaría que sus cuadernos son un caos. Dejo sus cosas sobre el sillón junto a la ventana. Me agacho, y la tomo en mis brazos, de forma casi instintiva me rodea el cuello, recarga su cabeza en mi hombro. Su aromo impacta en mi nariz de inmediato, es algo dulce, como a canela y vainilla, sin pensarlo, huelo su cabello, pero el olor no proviene de ahí. Debe tener algún dulce en la ropa. Me inclino para dejarla en la cama. “No te vayas, Cal” Susurra ella, y su mirada de tranquilidad, pasa a ser una de dolor, cuando la dejo sobre la cama, veo unas lágrimas rodar por su mejilla. Viniendo de una chica tan fuerte, me sorprende que llore. Acaricio su mejilla para quitarle las lagrimas. Y entonces su expresión regresa de nuevo a la normalidad. A la calma, y por primera vez en 3 días veo lo que es, es una niña, una niña tranquila, serena y debo reconocerlo muy guapa. Y otra palabra sale de su boca “Bambam” dice con una sonrisa, y por acto reflejo sonrío, al parecer en sus sueños también discute conmigo, porque frunce su ceño levemente. Le pongo una cobija encima y salgo de su recamara. Ya en la mi habitación, me desvisto y me meto a mi cama, pensando en lo que pasó en el día, mi cabeza da vueltas tratando de descifrar al torbellino que duerme del otro lado del pasillo. Aun me sorprende lo que dijo Mía de ella, que es una chica que solía defender a los demás, debo decir que defendió a Mía y sus privilegios con tanta vehemencia que me dejó sin palabras, tal vez en estos días invite a Oskar a comer y me hable un poco de ella, además de que tengo que investigar que hace en el centro comunitario, el hospital y la iglesia. Solo espero que no empeore todo al cerrarle los suministros a los que esta acostumbrada. Sabrá pedir tregua cuando sea necesario, es una chica lista.
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