LOBBY

1475 Words
Observo de pie frente al enorme ventanal del salón de mi nuevo apartamento frente al campus de la universidad en la que estaré los próximos cuatro años. Mis padres hace unos minutos se fueron dejándome instalada. Me siento un poco nerviosa porque en unas horas toda la locura universitaria empezara y yo lo único que deseo es disfrutar de estos cuatro años. Sonrió ampliamente mientras la noche empieza a cubrir el majestuoso lugar que será mi hogar los próximos años, suspiro profundamente sintiendo un leve temblor en mi cuerpo cuando esos hermosos y fríos ojos vienen a mi mente, pero sacudo la cabeza ahuyentando ese pensamiento. - ¿estás feliz? – la voz de Alexander me hace sobresaltar cuando sus manos me rodean la cintura apoyando su mentón en mi hombro. - ¿Cuándo llegaste? – pregunto poniendo mis manos en las suyas mientras él deja un beso en mi cuello. - Hace un rato – responde dejando un camino de besos por mi cuello hasta mi hombro – me encontré con tus padres y me dieron el código de la cerradura. - ¿Ya no estas molesto? - Respeto tus decisiones y si es lo que quieres, te apoyare – murmura en mi oído – cuatro años no son nada. – siento que me da la vuelta para que quedemos frente a frente. Observo al impresionante hombre frente a mí. Alexander Novikov, es impresionante posee un porte imponente y seguro a su corta, lo que da un pequeño vistazo de cómo será en el futuro. Alexander a diferencia de su hermana es completamente diferente a sus padres, mis tíos Bastián y Sarah Novikov. Mi novio es alto, castaño cobrizo, ojos grises verdosos. Desde que tengo memoria él ha sido el hombre de mis sueños y solo con él me imagino el resto de mi vida teniendo un matrimonio como el de mis padres o los suyos. - Te amo – dice mientras toma mi mano deslizando en mi dedo un sencillo, pero hermoso anillo de compromiso - ¿cásate conmigo? - el aire abandona mis pulmones mientras observo la hermosa banda de platino con el pequeño diamante sobre esta. - ¿no crees que es un poco pronto? – pregunto observándolo sin saber que más decir por qué no esperaba esto aún. - No te estoy pidiendo que nos casemos ahora – me besa castamente mirándome a los ojos – solo quiero que sepas que eres la mujer de mis sueños y fantasías... - Si quiero – me lanzo a sus brazos comenzando a besarnos, a medida que el beso se intensifica nuestra ropa desaparece prenda a prenda hasta que siento que entra en mi con delicadeza como lo hemos hecho desde hace unos meses cuando le entregue mi virginidad. A la mañana siguiente camino por el campus disfrutando del sol que calienta mi piel mientras me dirijo al salón donde será la charla de bienvenida. Pienso en lo molesta que me sentí hace un rato cuando desperté y estaba completamente sola en la cama. No sé en qué momento se marchó y solo dejo una nota en la que se decía "Te amo", pero ahora viendo el campus toda esa molestia ha desaparecido ya que en el momento en que puse un pie fuera de mi apartamento me jure no permitir que nada, ni nadie opacara la emoción que siento en este momento. - Hola – una tímida y amable voz me saca de mis pensamientos - ¿también es tu primer día? - Si – respondo sonriendo a la hermosa chica frente a mí. – Fiorella Santis – extiendo mi mano a lo que ella la toma con una enorme sonrisa en el rostro. - Lo sé – responde sorprendiéndome aun sonriendo – te reconocí en cuento te vi, eres la imagen de la última colección de Branwen – ahora es mi turno de sonreír – amo con locura el maquillaje de tu madre. - Aun no me has dicho tu nombre – hablo mientras empezamos a caminar. - Lo siento – responde sonriéndome – soy Eyra Kozlov. - Un gusto conocerte – respondo sonriendo – ¿en qué facultad estas? - Diseño de moda – responde con orgullo y yo solo pienso en que era demasiado obvio al verla - ¿y tu? - Administración de negocios y economía – respondo haciendo que abra los ojos perpleja. - ¿estudiaras dos carreras? – pregunta sorprendida a lo que yo asiento. - Sip – respondo orgullosa – tengo un imperio que dirigir. Luego de aquello cambiamos de tema hablando de trivialidades hasta que llegamos al auditorio donde estamos los primíparos de todas las facultades, Eyra se sienta junto a mí. el resto del día pasa en un abrir y cerrar de ojos por lo que al volver al apartamento me siento exhausta, pero decido ir a correr un poco mientras hablo con mis padres. Luego del primer día los demás empezaron a pasar rápidamente entre el estudio y las personas nuevas que conozco. Mi amistad con Eyra se forjo cada día hasta convertirse en mi compañera de estudio y mejor amiga. Mis padres están felices de que este disfrutando tanto de esta etapa en mi vida, mientras que mi relación con Alexander ha estado un poco extraña ya que casi no hablamos ya que nuestros horarios no coinciden y las pocas veces que hemos hablados terminamos discutiendo por la falta de tiempo que tenemos el uno para el otro. La ciudad de Nueva York aparece ante mis ojos a través de la ventanilla del avión en el que me encuentro, decidí viajar a casa para navidad aprovechando que tengo vacaciones de invierno y que Alexander también estará en casa para navidad. No creí que una relación a distancia fuera tan difícil, pero pienso en que solo es una etapa ya que en cuanto me gradué nos casaremos y todo será mejor. La voz del piloto me saca de mis pensamientos anunciando que estamos por aterrizar, sonrió ampliamente sabiendo que voy a sorprender a mis padres que estarán felices de verme porque les dije que no vendría a casa para navidad. Además de que también sorprenderé a mi novio, mi madre me confirmo que Alexander llego hace dos días ayudando a su madre y la mía con la cena de navidad. Unos minutos después de que aterrizamos bajamos del avión, no traigo equipaje ya que en casa de mis padres tengo todo y más de lo que pudiera necesitar, por lo que solo tengo mi bolso con mi billetera, documentos y celular dentro. Camino por el aeropuerto hacia la salida y cuando estoy por a travesar la puerta veo entrar a una mujer que me hace detener el paso al igual que algunas personas que caminan junto a mi. La belleza de esa mujer es inefable, además de poseer un porte y caminar seguro junto a un aura que grita, no te metas conmigo porque lo lamentaras. Esta vestida completamente de n***o, su cabello está atado en una coleta alta. Nuestras miradas se cruzan unos segundos y sus ojos grises hacen que un escalofrió me recorra el cuerpo. Paso saliva cuando pasa junto a mí con dos hombres y una rubia tras ella dejando en la atmosfera el rastro de su imponente presencia. Reacciono después de unos minutos continuando mi camino hasta la salida donde me subo a un taxi dándole la dirección de la empresa de mis padres. Durante el camino trato de comunicarme con Alexander, pero no lo logro ya que en cada llamada me manda a buzón. Desisto guardando el celular en el bolso observando la ciudad por la ventana hasta que un rato después el auto aparca frente al edificio. Pago del taxi luego de pagar, camino al interior sonriendo hasta entrar al lobby rumbo al ascensor privado de mis padres, pero antes un exquisito aroma me envuelve y una voz hace que la piel se me erice. - así que eres Fiorella Santis – escucho tras de mi lo que me hace dar la vuelta encontrándome con los mismos ojos que han aparecido en mi mente los últimos meses. Lo observo hipnotizada haciéndolo reír – soy perfecto ¿verdad? - Imbécil – respondo molesta haciéndolo reír y esa sonrisa me deja sin aliento, pero levanto mi mano mostrándole el dedo medio. Él me toma de la mano observando el anillo en ella. - ¿creí que eras una señorita? - Y lo soy – respondo confundida por el cosquilleo que siento en la mano que el hombre sostiene. – solo que a los imbéciles como tú no merecen que lo sea. – noto que aun observa el anillo. - Señor Miller – la voz de un hombre nos interrumpe, el levanta la mirada observándome con arrogancia – la señora Sokolov quiere hablar con usted. Esta noche será interesante...
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